Capitulo 7.
Ryder.
— ¿¡Qué ustedes que!? —grita furiosa Rose golpeando la mesa, Merlín da un suave salto. Miro mal a la mayordoma.
—Rose, estás asustando a Merlín. —le gruño frunciendo el ceño, me giro hacia el ángel y la miro unos segundos. —, ¿puedes dejar de gritar? No es agradable.
Rose abre la boca y se carcajea incrédula. Tan incrédula como desde hace unos diez minutos que tratamos de explicarle que nos casamos. Sí, como que eso suena medio loco cuando apenas nos conocemos desde hace dos semanas y media.
— ¿Estás hablando enserio, Ryder? ¿¡Enserio!? Y tú Merlín, creí que eras más sensata. De este idiota lo puedo entender, ¿¡pero tú niña!? ¿¡cómo te casaste con este bruto!?
La miró ofendido.
—Entiendo tu molestia Rose. —asegura Merlín mirándola con cuidado—. Si lo dices en voz alta francamente suena loco, pero todo esto lo hemos hecho con el fin de beneficiarnos mutuamente.
— ¿Loco? ¡Es una insensatez!
— Rose... ¡No grites! Me vas a volver loco. —me quejo tapando mi rostro. —Ya escuchaste a Merlín, yo necesitaba una reina y ella que los ángeles la dejen en paz, y si le hacen algo entonces tengo derecho a atacar. Ambos nos beneficiamos.
— ¿Y qué hay de tu virginidad Ryder? ¿O es que Merlín ya se la llevo?
—¡No, Rose! No, no. —chilla alarmada Merlín.
—¡Gracias a las diosas! Todavía hay tiempo de anular los papeles si el matrimonio no se ha consumado.
— ¡Diosas mujer! Cierra la puta boca de una vez. No vamos a terminar este matrimonio, Merlín será reina en unas horas y si lo que tanto te jode es mi situación entonces esta noche lo arreglaremos. —le rujo molesto.
Ambas mujeres me miran con los ojos muy abiertos, una de ella sonrojada y la otra pálida.
—Hoy mismo será la coronación, está todo listo y no hay vuelta atrás. Solo te estoy diciendo esto para que lo entiendas Rose, no estoy pidiendo tu permiso para hacer de Merlín mi reina. Yo soy el rey y tú cumples mis órdenes. —digo lentamente, usando mi presencia de león para que mis órdenes suenen más amenazantes y sean obedecidas.
Rose inclina su cabeza sin poder evitar el control en su cuerpo cuando mi voz le ordena. Es casi como el poder de un alfa en una manada.
—Lo que su majestad ordene. Buscaré el vestido para la señorita y luego enviaré a las doncellas para que la preparen.
Sale rápidamente. Miro a la rubia.
—Hay algo que debo decirte y advertir de nuestras costumbres en la coronación.
Ella se gira por completo y me mira.
—Tienes mi atención.
—Tenemos ciertos rituales de iniciación para la reina, que deben de cumplirse minutos antes de que sea coronada. —explicó. De verdad que son rituales extraños y molestos. —. El primero de ellos es hacer una ofrenda a las diosas.
—¿Dónde está lo complicado en esa?
Se me escapa una risa ronca.
—Bajo tierra, y debes bajar descalza, sin trampas, cinco mil escalones.
Ella toma una profunda respiración, apoya su mentón contra su palma y agita su mano libre para que siga hablando.
—Luego debes de hacer todo el camino de regreso, siempre en silencio y sosteniendo una vela entre tus manos, y seguirás las antorchas hasta el bosque hasta el lugar dónde será la coronación. Aquí viene la parte que no creo sea de tu agrado.

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Un Reino de Llamas y Placer
FantasíaCrónicas Celestiales #1 Merlín Edevane es un ángel, un ángel querubín de sangre pura que vive bajo las reglas exigentes de sus abuelos. Y debe de ser perfecta, todo el tiempo. Todo el maldito tiempo. O eso es lo que piensa hasta que por error es sec...