Capitulo 16.

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Se sentaron en las sillas de la sala de espera. Alexander se comenzaba a preocupar cada vez más y más con los mareos de Cole.

Esa mañana fue la gota que derramó el vaso.

Cole se había despertado como cualquier día normal, se levantó, lavo su cara, cepillo sus dientes. Y al ir a la cocina para servirse un vaso de agua se comenzó a marear. Aunque eso ya para el se había vuelto, digamos, una costumbre. Y lo ignoro, se sostuvo con algo de fuerza al mesón que estaba a un costado esperando a que el malestar pasará. Cuando Leslie se acercó a preguntarle si se encontraba bien, Cole cayó desmayado y la castaña lo atrapó en sus brazos para después llamar a gritos a los chicos. Alexander se despertó por los gritos y fue a auxiliar a la chica.

Cole tardo unos minutos para recuperar la consciencia y despertar.

Alexander se arregló y ayudo a Cole a arreglarse también y partieron al doctor.

Cole no rechisto, el también se estaba comenzando a asustar.

El doctor se sentó y miro a los dos muchachos.

-Buenos días muchachos, ¿En qué pedo ayudarles?.

Alexander tomo la palabra.

-Buenos días doctor, mi novio -joder, que bien se sentía poder decir eso otra vez-, ha tenido mareos, náuseas y está mañana se desmayó. Lo deje pasar solo porque el no quiso venir antes, pero ya la preocupación me está carcomiendo.

El médico asintió.

-¿Desde cuándo tiene los síntomas?.

Alexander miro a Cole.

-H-hace unos cuatro meses, creo... -tartamudeo.

El castaño abrió los ojos con exageración. Pero no dijo ni una sola y con la mirada ya un poco más relajada regreso a mirar al doctor.

-De acuerdo, pasemos a hacer unos exámenes.

El hombre señaló la puerta, y seguido de Alexander y Cole salió de su consultorio.

Caminaron un poco por el pasillo mientras el castaño tomaba la mano del menor entrelazando sus dedos.

Entraron a una sala.

-sientese en la camilla porfavor.

Cole acato la orden. Alexander lo tomo de la cintura y lo alzo, sentandolo en la camilla.

Amaba estar al pendiente de su pelinegro y sea como fuera, tenerlo siempre en sus brazos.

El doctor tomo una libreta, y una pluma, le tomo los datos a Cole.

-Bien, haremos una revisión básica, señor Dallas, porfavor retiré sus lentes.

Cole se quitó los lentes y se los extendió a Alexander, este lo tomo y los guardo en su bolsillo.

La vista del Pelinegro se distorsionó un poco, y veía a las personas a su alrededor como manchas de colores borrosas.

Una luz en sus ojos lo sobresalto. Pero aún así abrió los ojos, porque sabía que el chequeo había comenzado.

Sintió un leve mareo, se sostuvo de la camilla, sintiendo somos todo le daba vueltas. Una Mano tomo su brazo sosteniendolo.

-Bien -hablo el médico y aguardo la mini linterna en el bolsillo de su bata- No es la vista, ya que el señor Dallas necesita lentes y no creo que ya después de, tantos años usando lentes empiece a desarrollar estos síntomas, debe ser algo en el cráneo. Haremos una resonancia magnética y dependiendo los resultados, determinaremos otros exámenes.

Alexander asintió poniendo atención, le pasó los lentes al Pelinegro y este se los colocó. Ayudo a su novio a bajarse de la camilla, y volvió a tomarlo de la mano.

Se fueron a dónde harían la resonancia, Cole ya se había cambiado y ahora estaba vestido solo con una bata de hospital.

Alexander se acercó a él, y tomo sus manos.

-Todo saldrá bien cariño, ¿Si?, te amo -cole asintió, el mayor sonrió y beso la frente del menor.

Bien, no mentiremos, Alexander tenía los nervios de punta. No sabía que podían arrojar los resultados, podría ser algo bueno como malo.

Solo rogaba porque no fuera algo grave.

Ingresaron al Pelinegro, y lo recostaron en una camilla, está se movió ingresandolo a la máquina para imágenes por resonancia magnética (MRI).

Alexander a través el vidrio veía a su Pelinegro con una parte del cuerpo metido en esa máquina.

-¿No le dolerá, cierto? -le pregunto al doctor.

El hombre lo miro.

-No, es algo completamente indoloro, su pareja estará bien, se lo garantizo.

El castaño asintió. Y miro la computadora donde estaban las imágenes de la resonancia. La enfermera a cargo frunció el entrecejo con molestia. Pero no dijo nada.

Después de unos minutos, sacaron. Cole de la mañana y lo mandaron a cambiarse. Ahora estaban en la sala de espera, el Pelinegro permanecía callado mientras sentía las caricias en su cabello. Le habían sacado una muestra de "tejido" de la cabeza, y ni sabían para que.

El doctor llegó y se posicionó frente a ellos con una expresión neutral.

Los chicos lo miraron.

-Tengo los resultados de los exámenes -dijo, e hizo una pausa para después continuar-, en la resonancia magnética, encontramos que el señor Dallas tenía un tumor en el lado izquierdo del cerebro, debíamos identificar su era maligno o benigno, por eso tome la muestra de su cabeza.

El silencio. Era penetrante, y más en ese momento dónde la tensión comenzó a sufrir.

-¿Entonces?.

El médico sintió como su corazón se removió un poco, le costaba dar esas noticias.

-Era maligno, el señor Dallas tiene cáncer.

-Era maligno, el señor Dallas tiene cáncer

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Busquemos los pañuelos, quiero llorar.

Se vendrán cosas, fuertes, prepárense 🥺, ayyyy me dolió escribir esto.

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Los amo muchísimo.

Hasta la próxima actualización, byeeee.

-Ale💜

Jamás te creí. © [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora