Cole no quería salir de la cama, se sentía muy cómodo siendo abrazado por Alexander. La noche anterior habían hecho el amor. Y el castaño tuvo sumo cuidado con su pequeño, no quería lastimarlo y mucho menos hacer que algo le doliera. Fue sutil, cariñoso, le repitió tantas veces que lo amaba, que para el era único. Lo beso, lo acarició, y lo hizo sentir bien. Lo hizo sentir seguro.
El menor había despertado de maravilla, mientras que el sol estaba entrando por la ventana. Haciendo el ambiente cálido. Y aún más por ese sentimiento instalado en su pecho, algo que no sintió en esos meses, sintió calma, y paz mental. Una paz que extrañaba.
Ojalá todos sus despertares fueran así de lindos.
Beso la mejilla de Alexander y este se removió para después abrir los ojos y encontrarse a su pequeño novio.
—Buenos días —dijo Alexander levemente mientras tomaba la mano ajena.
—Buenos días —responde de vuelta, y se acurrucó en el pecho de Alexander, dejando besos en este.
—Hoy tienes cita con el doctor.
Le sonrió al menor, mientras acariciaba el poco cabello negro del mismo.
—Lo sé —musito con desganas.—, no quiero ir, de verdad que no.
Alexander le dió una sonrisa reconfortante.
—Mi amor, se que sanarás, Yo te llevaré hoy, la vez pasada fuiste con Leslie. Pero... Creo que es correcto que yo vaya.
—Quiero quedarme, las quimioterapias me dejan muy cansado.
Y era cierto, su piel ya no tenía ese color rosadito que lo caracterizaba.
Tenía unas enorme ojeras marrones.
Sus labios ya no eran rosados, ahora solo eran de un tono muy pálido.—Creeme que si pudiera hacer algo para que no sufras lo haría —beso una de las mejillas de Cole—. Tampoco me gusta que vayas, pero es la única manera de que puedas salvarte, pequeño.
Cole asintió. Abrazo a Alexander acurrucándose en su pecho.
El castaño soltó una risa.
—Sé tus intenciones bebé, no intentes nada o soy capaz de tenerte aquí todo el día debajo de mi, gimiendo. —dijo al sentir los besos en su cuello.
El menor se detuvo por un momento, beso los labios de Alexander, este le correspondió tomándole la cintura enterrando sus dedos en la piel contraria. Se detuvo, al sentir a Cole estremecerse. Era normal, lo sabía, pero le preocupaba.
—Ve a Arreglarte mi amor, se nos hará tarde. —Dejo un último beso en los labios contrarios, se removió sobre la cama, y se sentó en la misma, viendo como Cole tomaba una de sus camisas poniéndosela, para así no salir desnudo, a esas horas probablemente Shay se estaba preparando para irse a trabajar.
Alexander adoraba como le quedaban sus camisas a su novio, le quedaban anchas y le llegaban a los muslos, haciéndolo ver muy hermoso.
Sonrió cuando vio salir a Cole de su habitación.
A veces le costaba creer lo mucho que se había enamorado de ese pequeño.
Cole estaba recostado en la camilla mientras tenía una aguja insertada en su brazo, con una curita sosteniendo está, la aguja estaba conectada a un tubo administrando le el medicamento.
Tenía su cabeza cubierta con su característico gorro, y de también la capucha del suéter.
Su cara, notaba lo desgastado que se sentía por dentro.
Alexander veía a Cole dentro de la habitación del hospital, a través de la ventana de la misma. Sus ojos lagrimeaban, sin poder contratarse.
Definitivamente no entendía porque las personas con el mejor corazón y las más bondadosas, son las que más sufren.
—¿Señor Ortiz? —escucho la voz de una mujer.
Y él, rápidamente seco sus lágrimas. Después respondió al llamado.
—Si, soy yo.
—no quise... Interrumpir.
Alexander negó con la cabeza.
—no se preocupe, ¿Tiene algo que decirme?.
La mujer asintió.
—Si, debo informarle que las quimioterapias van muy bien, el paciente Dallas está mejorando.
El rostro del castaño se iluminó, y con felicidad volteo a ver, a la mujer de cabello rubio, amarrado en una cola de caballo.
— Dios... No, yo no... —tomo algo de aire al no saber que decir— No puedo creerlo, ¿Hay algo más? —pregunto, solo por curiosidad.
La mujer sonrió.
—La cirugía a Sido aprobada, el tumor ya se ha controlado y el nivel de riesgo ha disminuido. Pronto, el paciente, será uno de los sobrevivientes de cáncer.
Cole se salvaría, Cole viviría.
Más feliz no podía estar, debía decírselo.
La cirugía se haría lo más pronto posible.
Disculpen lo corto y también dejarlos con la intriga.
Se vendrán cosas fuertes así que vayan agendando sus terapias al igual que yo.
¿Quieren versión famosos y, las ilustraciones de IA que yo misma hice?. Comenten.
Y si podrían compartir esta hermosa historia con sus amigos lectores se los agradecería muchísimo.
No olviden votar comentar y seguirme si aún no lo hacen.
Nos leemos pronto, byeeeee.
—Ale💜
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Jamás te creí. © [#2]
AventuraLos años pasan y las personas cambian, Cole cambio, al igual que Alexander, su ruptura no fue algo sano para ninguno, los años separados los daño demasiado.