Capitulo 8

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Tres semanas después

Se sentó en la silla mirando al chico encapuchado sentado frente a el, puso sus brazos en la mesa y frunció el entrecejo

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Se sentó en la silla mirando al chico encapuchado sentado frente a el, puso sus brazos en la mesa y frunció el entrecejo.

El desconocido le extendió un sobre de manila color café oscuro, con confusión el lo tomo y lo abrió. De ahí mismo saco un par de fotos donde se podía ver una mujer rubia con un bebé recién nacido en brazos, la mujer tenía puesta una bata de hospital. Y a su lado, había un chico Pelinegro al cual sus rasgos se le hicieron conocidos.

—¿Ese es...?

—¿Alexander Dominick Ortiz? —termino la oración— No, ese hombre es; Alessandro Daniel Ortiz. Por lo que investigue es hermano menor de Alexander Ortiz.

—¿Que?, imposible, Alexander no tiene hermanos, es hijo único.

—¿Está completamente seguro de lo que dice?, tengo contactos que conocieron a Carlos Ortiz, y al parecer dicho hombre envío a dos de sus hijos a Brooklyn unos días después de nacer y el hizo creer a la difunta Adriana Ortiz, Harrys su nombre de soltera. Que sus últimos dos hijos habían fallecido horas después de nacer. —explico— si bien le pago a los doctores para que mantuvieran la boca cerrada.

Oh dios.

Que hombre tan miserable.

Seguía con el entrecejo fruncido, y en su rostro había una mueca de desagrado.

—continúa.

El chico asintió y puso un par de fotos sobre la mesa.

—Este hombre —señaló a un hombre rubio con rostro demacrado y uniforme de recluso— es Justin Bryan Carrero, recluso de la carcel Denver County Jail, con condena de doce años por venta de sustancias ilícitas, secuestro, asesinato y atentado hacía un oficial de policía. Fue diagnosticado con esquizofrenia, y también fue culpado por el incendio de la casa perteneciente a James Dallas —Dereck miro al chico al escuchar ese nombre— pero jamás se llevó a cabo las pruebas por tal acusación, así que investigue más a fondo, Carrero no solo mando a incendiar la casa estando en la cárcel, sino que también le pago a Valentina San Miguel para drogar a Alexander Ortiz, prácticamente violarlo, tomar fotos, enviarlas a Carrero y después estás llegaron a Cole Dallas.

Se lo corto la respiración por un momento cuando el chico puso las fotos de Valentina y Alexander desnudos sobre una cama, sinceramente esas fotos eran demasiado explícitas y daban mucho de que pensar, pero algo que pudo notar es que Alexander siempre tuvo los ojos cerrados en cada una de las fotos, era algo que no le daban mucha credibilidad a las fotos de ser naturales o voluntarias.

—Esto —señaló dichas fotos— no fue más que un complot para separar a Cole y Alexander, y no solo eso, sino para dejarlos vueltos nada a los dos.

Dereck peino con su mano su cabellos hacia atrás y respiro profundo. Tenía tan abiertos los ojos que simplemente hasta le ardían.

La maldad no tiene límites.

Jamás te creí. © [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora