CAPÍTULO 13

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                                 HARRY

Le pedí a Zayn que por favor detuviera el coche media cuadra antes de llegar a mi casa. Louis se ofreció a acompañarme hasta la puerta de mi casa, pero le dije que no lo hiciera para evitar cualquier posibilidad de que me descubrieran.

—Espero que te la hayas pasado bien -me dijo Louis. Sus ojos brillaban aún en la oscuridad de la calle.

Quería decirle tantas cosas, pero en ese momento y por las prisas, se me trabó la lengua.
Las luces de toda la casa estaban apagadas, con excepción de la que ilumina el caminito que llega hasta la calle. Deseé con todo mi corazón que mi papá no estuviera esperándome detrás de la puerta.
Ya estando adentro, caminé de puntitas por el recibidor hacia el pasillo que lleva a las recámaras. Fue como si estuviera recorriendo una casa embrujada, temiendo que en cualquier momento apareciera algo escalofriante.
Cuando llegué a mi habitación, cerré la puerta cuidadosamente y tomé un respiro. Permanecí inmóvil, recostada sobre la cama, solo para comprobar que el silencio era real y que no había señal alguna de haber sido descubierto.
Entonces se abrió la puerta y a mi se me congeló el corazón.

—¿Cómo te la pasaste? -mamá sonrió.

Suspiré profundo y le dije:

—Casi me matas de un infarto.
—Eso te pasa por no cumplir con la hora. Por suerte tu papá se quedó dormido desde las once y todavía sigue roncando peor que un oso.

Por la mirada de mi mamá, sabía que no le diría a mi papá que llegue tarde.

—Gracias mami, me la pasé increíble -mi cara de felicidad era demasiado obvia.
—Me da muchísimo gusto mi niño -mamá se acercó y me dio un beso en la frente-. —Buenas noches.
—Buenas noches mamá.

Cuando me quedé solo, me puse a repasar toda la cita en mi cabeza y me quedé dormido pensando en Louis.

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Desperté hasta el mediodía siguiente. Tenía mucho que no dormía tanto.
Sentí como si me hubiera quitado años de encima al momento de estirarme. Me levanté con un hambre peor que un dinosaurio y me fui a la cocina para prepararme algo. Un sándwich de crema de cacahuate con mermelada de fresa, mi favorito.
Mamá no estaba, los fines de semana normalmente se va al café con sus amigas. Papá tampoco estaba, por suerte. Los sábados se va al club a jugar vóleibol y no regresa sino hasta la tarde.
Le acababa de dar la primera mordida a mi sándwich cuando recibí un mensaje que me puso de buen humor.

MATT: ¡Hola! (12:32)

¡Hola!🤗 (12:33)

MATT: ¿Qué haces? (12:33)

Le envié una foto de mi sándwich.

MATT: Ufff, podría comerme 10 de esos🤤. (12:34)

Seguro eres un gordo panzón. (12:34)

MATT: Probablemente lo sea😂 (12:35)

Nos quedamos platicando un buen rato. En todo ese tiempo no salió a la conversación como nos había ido la noche anterior. A lo mejor ninguno de los dos quería escuchar que al otro le había ido bien. Al menos lo digo de mi parte.
En ese momento recibí un mensaje de Liam, que me invitaba a ver películas en su casa. No hay nada más placentero en esta vida que echarte en el sillón frente al televisor y acabarte las sugerencias de Netflix. No me tuvo que preguntar dos veces.
Con Matt quedé en hablar más tarde porque tenía que meterme a bañar y todas esas cosas. Se despidió con su frase de siempre: "Adiós guapo".

ANÓNIMO ||TERMINADO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora