The Mafia's Rose | YM

🗡𝐀𝐛𝐮𝐞𝐥𝐚 𝐏𝐚𝐫𝐤💅🏻

Han pasado meses desde que se llevaron a cabo los planes de venganza contra Junho, y afortunadamente, el chico hizo exactamente lo que Jimin y Yoongi le habían ordenado. Ahora nadie se atreve a meterse con Rosé, y los guardias están siempre pendientes de ella, asegurándose de no invadir su espacio.

En este momento, Jimin, Rosé y Jennie están en la sala viendo una película que las chicas eligieron, "Oppenheimer". Rosé acaricia suavemente su abultado vientre de seis meses, aún sin poder creer que pronto será la hermana mayor. Jennie observa a su amiga con una sonrisa, encontrando la escena extremadamente tierna.

De repente, Rosé sin darse cuenta hace una pregunta que refleja sus inseguridades ante esta nueva etapa en su vida.

— ¿Crees que me quiera? — pregunta con cierta preocupación en su voz.

—Oh, mi amor, por supuesto que te va a querer. Incluso más que eso, te va amar— Jimin responde con ternura, acariciando el cabello de su hija. —Serás una hermana mayor increíble y estoy seguro de que consentirás mucho a tu hermanito—, dice mientras le pica la nariz suavemente, provocando una risita en Rosé.

—Tienes razón, serás una gran hermana mayor. Siempre nos hablas de tu hermanito y de lo mucho que lo cuidarás— Jennie interviene, elogiando a Rosé por su actitud y amor hacia su hermanito—. Ese bebé tiene mucha suerte de tenerte— dice, para luego mirar a Jimin. —De tenerlos a los dos.

La emoción se siente en el aire mientras los tres disfrutan de su tiempo juntos, llenos de amor y anticipación por la llegada del nuevo miembro de la familia.

Jimin no puede evitar sonreír mientras abraza a ambas chicas, sintiéndose increíblemente feliz en ese momento. Han mantenido un perfil bajo y se han alejado de los crímenes por el bienestar de su próximo bebé y para que su hija mayor pueda experimentar lo que es ser una adolescente normal.

De repente, Yoongi anuncia su llegada, entrando en la habitación. — ¡Familia, he llegado! —dice emocionado. Al ver a Jennie junto a su esposo e hija, le saluda con alegría. —Oh, Jennie, qué lindo tenerte en nuestro hogar — comenta con una sonrisa.

—Es un gusto estar aquí, señor Min.

Rosé no puede contener su emoción y salta del sillón directamente a los brazos de su padre, quien la recibe con amor.

— ¡Te extrañé, papi!

—Yo también te extrañé, princesa.

Yoongi besa la frente de su hija y luego se acerca a su bello esposo para darle un beso tierno. —Y a ustedes también los extrañé — le dice a Jimin. Después, vuelve a besar a Yoongi, quien acaricia suavemente su vientre y lo mima un poco.

La sala se llena de alegría y amor mientras la familia disfruta de su reencuentro, ansiosos por el futuro y emocionados por la llegada de su nuevo bebé.

—Lamento interrumpir este hermoso momento familiar— anuncia Seulgi, irrumpiendo en la sala y acaparando de inmediato la atención de todos. —Pero, Jimin, nuestra madre estará aquí antes de lo que piensas.

La mirada de alegría de Jimin se transforma en una de furia. Su madre era una mujer despreciable que solo los buscaba por una razón: "Dinero". Nunca mostró interés en ellos, sus propios hijos, ni en las familias que habían formado. Desde la muerte de su padre, no ha hecho más que derrochar su fortuna.

— ¿Por qué viene esa mujer? —pregunta con una molestia evidente, lo que pone en alerta a Rosé y Yoongi. Ambos se habían comprometido a que el embarazo de Jimin sea tranquilo y libre de estrés.

—Amor, necesitas calmarte— Yoongi besa la coronilla de su esposo, quien se acurruca contra él. —Así es, tranquilo.

—Es que esa mujer solo viene a fastidiar, no hace más que chillar, pedir dinero y quejarse todo el maldito tiempo. Si no fuera mi madre, te juro que la odiaría— Murmura en el cuello de su esposo.

—Siento lo mismo— admite Seulgi, acercándose a su hermano. —Pero debemos ser pacientes con ella, el tiempo que esté aquí... espero que no sea mucho— murmura lo último.

Al escuchar eso, Jimin se levanta de golpe del sofá, dejando sorprendidos a Yoongi, Rosé y Jennie, quien no entiende nada del evidente problema familiar.

— ¿Tiempo que esté aquí? ¿Me estás diciendo que esa vieja viene a quedarse aquí más de un día...

—Quizá un mes.

Esa voz... Todos en la sala giran hacia donde proviene la voz y se encuentran con una mujer de avanzada edad, adornada con joyas, un vestido largo carísimo, un sombrero de playa, gafas de sol de marca y labios pintados de un rojo intenso.

— ¡No hay abrazos para mí! —extiende sus brazos y muestra una sonrisa con dientes blancos y perfectos— Los extrañé muchísimo.

—Tráeme un arma.

— ¡Jimin! —tanto Seulgi como Yoongi lo regañan.

—Veamos que no has cambiado nada, ni con esa barrigota dejas de ser un insolente— rueda los ojos y se acerca a su nieta— Pero mira qué hermosa estás, igualita a mí cuando era joven.

—No digas eso— murmura Rosie entre dientes.

— ¿Qué dijiste?

—Que... qué buena noticia— sonríe forzadamente y mira a Jennie— Abuela, te presento a mi mejor amiga, Kim Jennie.

—¡No puede ser!— exclama emocionada casi empujando a su nieta para sentarse junto a la joven castaña— ¿Eres la hija de la señorita Kim Goeum, una de las modistas más famosas de Corea y del mundo?— pregunta emocionada.

—Eh... sí.

Al notar la incomodidad de las chicas, Jimin se acerca a su madre, la toma del brazo y la saca con fuerza del sofá.

— ¡Oye, mocoso! Estaba hablando con una celebridad— intenta sentarse de nuevo, pero Jimin la toma del brazo y la arrastra hasta la oficina, donde cierra la puerta con fuerza y la enfrenta.

— ¿Qué viniste realmente a hacer aquí? No creo que hayas venido por un momento familiar, eso nunca ha sido lo tuyo.

Antes de que pudiera responder, la puerta se abre y aparece Seulgi, quien está igual de enojada que su hermano.

—Responde— sentencia con firmeza.

La mirada de los dos hermanos intimida a la mujer, quien se ve obligada a sentarse en una de las sillas de la oficina para soportar la presión.

—Me metí con un narcotraficante.

Las caras de Jimin y Seulgi reflejan desprecio y decepción.

— ¿Cuánto le robaste? —pregunta el rubio sin titubear.

—Mil millones.

— ¿De wones?

—De dólares.

— ¡¿QUÉ?! —Si ya se sentían decepcionados por su madre, ahora es el doble.

— ¿Cómo se te ocurre robarle esa cantidad a un delincuente? ¿Acaso perdiste la cabeza?

—No hace falta preguntar eso, Gi, está claro que ya ni cerebro tiene.

—No saben lo grave que es la situación en la que estoy— susurra la mujer, con una expresión de angustia en su rostro.

Los dos hermanos intercambian miradas confundidas. A pesar de su desprecio hacia su madre, no pueden ignorar su llamado de auxilio.

— ¿Qué quieres decir? —pregunta Jimin, con una mezcla de desconfianza y curiosidad.

La mujer respira profundamente antes de revelar la verdad.

—El narcotraficante al que le robé el dinero... me está buscando. Quiere matarme si no le devuelvo lo que le pertenece.

Un escalofrío recorre la espalda de Jimin y Seulgi. La situación se torna aún más peligrosa de lo que imaginaban.

—Necesito su ayuda— suplica su madre, con lágrimas en los ojos—. No sé qué hacer, estoy desesperada.

Los jóvenes se miran nuevamente, esta vez con una mezcla de incertidumbre y conflicto. A pesar de todo, no pueden ignorar el hecho de que es su madre quien está en peligro.

—Está bien— dice el rubio finalmente, con voz firme—. Te ayudaremos, pero no esperes que todo se olvide después de esto.

Seulgi asiente en silencio, mostrando su apoyo a la decisión de su hermano.

La señora Park les agradece con lágrimas de alivio en los ojos. Aunque el camino por delante será difícil y peligroso, los lazos familiares se hacen presentes una vez más, recordándoles que, a pesar de las diferencias y los resentimientos, siempre estarán ahí el uno para el otro.

El destino de esta familia se encuentra ahora en una encrucijada, donde el amor y la lealtad serán puestos a prueba en una peligrosa carrera contra el tiempo.