The Mafia's Rose | YM

🗡𝐏𝐨𝐧𝐞𝐫𝐥𝐞 𝐟𝐢𝐧💅🏻

— ¿Cómo se le ocurre, señora? —Gritó Yoongi, su voz llena de furia, a la mujer que se encontraba cabizbaja.

Jimin había llamado a su marido en un momento de desesperación. Una punzada en su vientre le había hecho temer por la vida de su bebé, y había decidido que, por su bien y el de su hijo, dejaría el tema de su madre de lado. Ya había sufrido bastante en su niñez y adolescencia como para permitir que ella arruinara su vida ahora. Pero, a pesar del resentimiento, no podía soportar la idea de ver a su madre morir, así que sabía que su esposo era la mejor opción para ayudarla en este lío.

—Yo lo necesitaba, y...

—Y ahora está más muerta que viva, por culpa de su ambición desenfrenada —La mirada de Yoongi era dura, y la mujer se sentía como una niña pequeña siendo regañada por su padre—. ¿No le era suficiente con la fortuna que el señor Park le dejó? ¿O con los mensuales otorgados por sus hijos, hijos a los cuales nunca les dio más que problemas? Dígame, ¿qué pretendía con venir a perturbar nuestra paz? ¿Alterar a mi esposo y llevarlo a un aborto? —Hyolin negó de inmediato, ella jamás haría tal cosa. Podía no ser la mejor madre, pero jamás atentaría contra la vida de su familia— ¿Entonces?

—Necesito un lugar para esconderme, como ya te lo dijo mi hijo, ese hombre me está buscando, y siendo sincera no quiero morir aún, y menos de la forma tan cruel en la que matan los delincuentes como ustedes —Acusó al final.

—Usted vive gracias al dinero de un renombrado "delincuente", además de que ahora quiso vivir a costa de otro, así que no sea hipócrita y no venga con sus discursos de moral, que ambos tenemos el historial bastante manchado como para hacernos las víctimas.

Hyolin solo pudo rodar los ojos, sintiéndose completamente derrotada ante el hombre que tenía en frente. Estaba segura de que si Jimin no le hubiera pedido su ayuda, Yoongi la habría matado sin pestañear y habría alimentado a los perros con su carne.

—Aunque no quiera ayudarla, lo haré por mi esposo, a quien amo más que a nada en este mundo, y por mi cuñada, a quien aprecio mucho. Pero créame, si fuera por mí, la mataría para que dejara de ser una molestia en nuestras vidas —Las palabras de Yoongi eran tan frías y directas que Hyolin tuvo que tragar grueso, sabiendo que no mentía—. Bien, esto es lo que vamos a hacer. Anotará el nombre del narcotraficante al que robó en este papel. Mis hombres buscarán su contacto, iremos a hacerle una pequeña visita y le garantizo que dejará de molestarla. ¿Le parece bien? ¿O prefiere que la saque a patadas de mi casa?

La sonrisa que Yoongi mostró al final hizo que a Hyolin se le erizara la piel.

—Sí, me parece perfecto.

—Muy bien.

Y sin decir más, le entregó una libreta y una pluma a la mujer. Hyolin, con manos temblorosas, anotó el nombre del narcotraficante y rápidamente se la entregó a Yoongi. Él la esperaba con los brazos cruzados y una mirada seria y dura, una mirada que seguiría juzgándola hasta el último de sus días.

—Bien, ahora váyase de mi oficina que tengo trabajo que hacer. Ah, y antes de que se vaya quiero que sepa que arruino todos los planes de tranquilidad que tenia con mi familia, ahora si larguese.

—Yo, te juro que no...

—Que se vaya— Dijo firme señalando la puerta, sinceramente no soportaba a esa mujer, después de todo lo que le hizo pasar a su esposo y cuñada, la quería lejos. Pero lamentablemente ahora la tenía que ayudar— Maldita vieja— Murmuro, y llamó a sus hombre para comenzar el plan.

—Bien, ahora váyase de mi oficina, tengo trabajo que hacer. Ah, y antes de que se vaya, quiero que sepa que ha arruinado todos los planes de tranquilidad que tenía con mi familia. Ahora, por favor, lárguese.

—Yo, te juro que no...

—Que se vaya —Interrumpió Yoongi con firmeza, señalando la puerta. No soportaba a esa mujer. Después de todo lo que había hecho pasar a su esposo y a su cuñada, quería mantenerla lo más lejos posible. Pero, lamentablemente, ahora se veía obligado a ayudarla—. Maldita vieja —murmuró para sí mismo, y luego llamó a sus hombres para comenzar con el plan.

—¡Voy a ir! —Gritó Rosé, desafiante, al ver que su padre seguía empeñado en impedírselo—. Saben que soy muy buena en el sigilo y en el manejo de armas. Si algo sale mal en la casa de ese narcotraficante, me van a necesitar —Miró a sus padres, quienes parecían molestos con su actitud—. Ambos lo saben.

—No y no, tengo a Jungkook que también es muy bueno en todo lo que tú haces —Señaló al joven, quien al ver la mirada desafiante de Rosé, se escondió detrás de Taehyung—. Deja de amenazar, Rosie —La regañó.

—Sabes que necesitas a Jungkook a tu lado, más que escondido. El tipo tiene un gran poder de convencimiento y distracción con esos ojitos. En cambio yo, soy buena cortando cabezas desde las sombras ¿O no chicos?

Todos en la familia Min Park miraron a los hombres, quienes estaban debatiendo a quién de todos le tenían más miedo. Estaban entre Yoongi y Rosé, quienes tenían la misma cara de "Van a morir", pero la chica era más joven y tenía más habilidades, así que le dieron la razón.

—La joven Rosé —Dijeron todos al unísono.

—¡JA! En sus caras, abuelitos. Ahora que ya lo saben ¿Me dejan ir por las buenas o por las malas? Y no creo que les guste que conduzca.

Yoongi agarró su propio cabello y suspiró frustrado. Su hija era una mezcla de ambos en carácter, y eso la volvía una fuerza imparable. Miró a su esposo, quien le sonrió, y supo lo que debía hacer.

—Sube al auto —Dijo resignado, escuchando los chillidos de felicidad de su hija y los aplausos de sus hombres—. Ustedes me la van a pagar —Murmuró, y todos dejaron de aplaudir lentamente.

— ¿Qué esperan? ¡Vámonos!

Tras abrazar a su papi y dejar un besito en su pancita, Rosé corrió hacia el garaje para subirse a la camioneta que usarían para la misión.

—Ponte el cinturón —Le indicó Yoongi, aún con un deje de molestia en su voz.

—Oh, vamos, pa, quita esa cara. Sabes que algún día tendría que participar en las misiones. ¿Por qué te molesta tanto?

—Porque hubiera preferido que te mantuvieras muy lejos de este peligro constante. Toda mi vida he luchado para mantenerlos a salvo. ¿Qué hice mal?

—Eres el mejor papá del mundo, no hiciste nada mal, nos cuidaste como a nadie. Pero, siendo sincera, me gusta esto, me hace sentir viva. ¿Puedes aceptarlo?

—Solo si el día que tengas una familia te alejas. No quiero a más Min/Park metidos en estos trabajos sucios. Haré lo posible para que tu hermanito no se meta, pero si me sale igual de rebelde que tú, será un trabajo difícil —Ambos rieron y se abrazaron por unos segundos, para luego acomodarse bien en el auto.

—Te lo prometo. Ahora vamos por ese perro que tiene amenazada a mi pobre e indefensa abuelita —Dijo con un sarcasmo que hizo reír a Yoongi. Definitivamente, era una Min.

Y dicho esto, arrancaron. ¿Cómo les irá en esta emboscada?