Arranged marriage | Noritoshi Kamo | fem!reader

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¿Qué hacía allí? No lo sabía. Si su clan se enterase probablemente sería reprendido. Aunque... después de todo estaba junto a su futura esposa, o al menos según los planes de los clanes de ambos.

―Oh, ¡vamos! No seas aburrido, Noritoshi ―dijo la joven pelirroja, tirando de la mano de la futura cabeza de los Kamo. Él, sin resistirse mucho, con un ligero sonrojo en sus mejillas se dejó llevar por ella.

―Ambos vamos a ser castigados luego de esto ―comentó él. Aunque el castigo de ella no sería tan severo como el suyo, probablemente, pues ella era sangre pura, la legítima heredera de su clan.

―¿Quién dijo que no puedo salir con mi futuro esposo? Al menos deberíamos disfrutar de esto antes de que se nos den todas las responsabilidades.

El pelinegro no se pudo negar, ella tenía razón. Su boda sería el año entrante en enero del dos mil diecinueve, aún faltaban alrededor de seis meses para entonces. Finalmente, tras ser llevado a la fuerza al lugar de baile, ambos estaban en el centro rodeados de otras personas que bailaban al ritmo de la música. La joven frente a él, luego de ser comprometida para fortalecer aún más la relación entre los clanes, había dicho que quería experimentar todo lo que la gente de su edad, los humanos comunes y corrientes, experimentaban. Y Noritoshi, tras años de amistad y estar enamorado de ella en secreto, no pudo negarse. Incluso si sabía (o al menos creía) que ella no sentía lo mismo que él, para su sorpresa había tomado mejor de lo que esperaba la noticia de que sería casada a la fuerza, cosa de clanes que ninguno de los dos apreciaba, pero ambos lo esperaban.

La pelirroja comenzó a moverse al ritmo de la música, tomando ambas manos del pelinegro y haciéndolo moverse junto a ella cosa que era gracioso, pues si bien él tenía destreza, para cosas tan mundanas como estas era realmente torpe, causando unas cuantas risitas de parte de la más baja.

―Espero que en la boda no bailes así ―dijo ella casi gritando para que la pudiera escuchar por sobre la música. Los ojos del pelinegro se ampliaron, a pesar de todo hablaba de su boda como si fuera lo más común del mundo. Él no dijo nada, simplemente intentó soltarse, algo que le era complicado pues era un joven bastante serio y... seco, duro. Todo lo contrario a la joven que era risueña, expresiva, cálida. Mientras intentaba seguirle el ritmo se preguntó si su matrimonio sería bueno, después de todo eran bastante distintos. No era como que él no supiera que la mayoría de las parejas de los clanes surgían de acuerdos y no amor, pero con ella era distinto porque no solo era su amiga, si no que él sí la amaba así no fuera recíproco. ¿Sería capaz de hacerla sentir cómoda? ¿De satisfacer sus necesidades? ¿De ser un buen esposo? Estaba tan metido en sus pensamientos que no notó el cambio de la música hasta que ella tiró de él ligeramente, haciendo que se acercaran más. Dirigiéndolo, hizo que levantara su brazo por sobre la cabeza de ella y la hiciera dar una vuelta. Era hermosa, tan hermosa que creía que era un milagro que la quisieran casar con él. Mientras su familia probablemente pensaba que era algo tedioso, molesto, desagradable, por dentro estaba feliz aunque aún sentía algo de culpabilidad pues en su mente estaba fija la idea de que no era mutuo, que ella no sentía cosas por él y lo hacía solo por obligación.

Se preguntó si alguna vez se besarían y si podría tenerla en sus brazos. Sabía que por obligación debían dormir juntos, incluso sus familias ya estaban pensando en qué habitación les sería asignada, además... Bueno, en unos años, tal vez dos o tres más, los clanes esperarían herederos, lo que significaba que ambos...

―Te noto muy distraído ―la voz de su amiga lo sacó del trance. Ella aún tenía una de sus manos sosteniendo la de él.

―Lo siento, es solo que lo de la boda... ―mintió, pero no tanto. A final de cuentas desde que se enteró de su boda no dejaba de pensar en ello.

The Jujutsu Men | Jujutsu Kaisen OneshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora