The Jujutsu Men | Jujutsu Kaisen Oneshots

Profesor | Satoru Gojo

Sus ojos estaban fijos en la pizarra aunque cada tanto, inevitablemente, su mirada se desviaba al rostro del peliblanco. Su perfil era hermoso, sus labios se movían y palabras salían de su boca, pero ella no escuchaba, estaba pensando en qué se sentiría besar a alguien como él. Satoru Gojo, un hombre adulto con la vida probablemente resuelta, inteligente, fuerte, admirado por todos. Indudablemente uno de los mejores profesores de la universidad, era tan bueno que se cuestionaban qué hacía dando clases allí en lugar de explotar su ingenio. "El poder está en las nuevas generaciones" decía siempre, insinuando que los jóvenes serían más capaces, estarían mejor preparados y podrían cambiar el rumbo que el mundo estaba tomando.

Cuando el peliblanco se volteó para mirar la clase, ella salió de su trance y de la mejor manera que pudo trató de comprender de lo que hablaba.

―El trabajo final será grupal, ustedes elegirán, no intervendré ―escuchó y se abstuvo de dejar escapar un sonido de queja―. Para la próxima semana quiero que tengan los grupos elegidos y comiencen a plantear el tema a tratar. No duden en acudir a mí o a los otros profesores― señaló vagamente a Suguru Geto y Shoko Ieri, los otros dos que compartían asignatura con él, quienes se encontraban sentados revisando algunas cosas en la computadora de la universidad. Ambos levantaron la mirada y sonrieron a los alumnos, antes de volver a lo suyo.

―Son libres ―dijo y dio por finalizada la clase. El ruido de sillas moverse, alumnos hablar y pasar entre bancos se hizo presente en el salón.

Un suspiro escapó de los labios de la joven, el simple hecho de pensar en hacer un trabajo con otros era agotador, sobre todo porque en esta materia no tenía muchos conocidos, pero ya se las arreglaría. Como siempre.

...

Una semana más tarde la rubia se encontraba sentada del lado izquierdo del salón junto a dos jóvenes más con quienes hablaba y hacían pequeñas anotaciones en un papel. Había conseguido hacer grupo con dos personas que consideraba estudiosas y ya tenían una idea de lo que iba a tratar su trabajo.

―Creo que es buena idea, es decir, los reactores nucleares de investigación se consideran tecnología de punta, ¿no? ―habló una de ellas, a lo que la rubia asintió.

―Sí, sí. De todas formas luego de la clase les preguntamos. Es mejor hacerlo ahora antes de conseguir material para el trabajo ―explicó y el resto asintió.

Antes de que pudieran seguir con la conversación, Gojo ingresó al salón seguido por Shoko que cargaba con el proyector. Las tres se acomodaron en sus asientos y unos pocos minutos después la clase dio comienzo.

No es que fuera aburrido, la asignatura en sí no era aburrida, pero el tema que les tocaba hablar (el impacto de los avances tecnológicos en el medioambiente) era algo pesado, provocando que no pudiera contener un bostezo. Para su muy mala suerte justo en ese momento los ojos del peliblanco se fijaron en ella.

―Sé que es aburrido, pero intenten no dormirse ―dijo el hombre un tanto burlón, interrumpiendo su explicación para luego seguir con normalidad.

Las mejillas de la joven se tiñeron de un color rosado y sintió mucha vergüenza, no era la clase de persona extremadamente tímida, pero el hecho de que justo la mirase... Si bien él pareció tomárselo con gracia, solo quería ser tragada por la tierra.

Dos horas más tarde Geto, quien había acabado con la explicación, dio por finalizada la clase, recordándole a los alumnos de los trabajos finales para que no se atrasen.

La rubia y sus compañeras habían guardado sus cosas y se habían levantado para corroborar con alguno de los tres profesores que su idea para el proyecto estaba bien orientada, sin embargo varios grupos se habían parado antes y debían esperar.