-¡Abrió una tienda!- se queja Peter- debemos tirar eso.
-Todavía no inauguró, Peter.
-Me encargaré personalmente.
[...]
La sonrisa de Wonka no entra en su cara.
Ni la emoción en su ser.
La gente parece maravillada mientras el canta una dulce y pegadiza canción.
Dorcas, Pandora, Evan y Barty son su equipo, y no puede estar más contento.
Su felicidad no dura mucho, los dulces parecen envenenados.
Lo decubre cuando una mujer le hrita porque su hija tiene bigote rosa.
-¡No coman nada!
-¿Qué pasa, Wonka?- comienzan a gritar.
-¡HUBO UN ERROR! ¡EL CHOCOLATE Y LOS DULCES ESTÁN ENVENENADOS!
Siente el terror al ver a la gente destruir todo y el fuego, gracias a la lampara que tira la misma mujer, rodearlo.
Barty se encarga de apagarlo mientras él solo puede llorar.
Regulus es como un niño.
No parece soportar la presión.
Pandora lo hace sentarse.
-Tranquilo, Reggie. Lo arreglaremos, podemos pintar esa pared y arreg- se detiene al ver a Regulus negar.
-¡No, Pando. Ya no podemos hacer nada. Reconstruimos esto desde cero! Estoy cansado, por favor déjame solo- pide entre llanto incesante. Siente una mano en su hombro y chilla enojado-¡Ya déjenme por favor!
-Oye niño, no se le grita a los mayores- la voz de James le devuelve la esperanza.
-¿Señor amargado? ¿Qué hace acá?
-Pasaba y vi el lío. ¿En que te puedo ayudar, Regulus?- cuestiona en una dulce voz.
-No se preocupe, por favor- baja la cabeza, avergonzado.
Las grandes manos de Potter toman su cara y la levanta.
-No te permito bajar la cabeza ¿escuchaste?- limpia sus lágrimas y deja un beso en su mejilla-¿Necesitas dinero? Tengo tanto como para llenar un continente.
-No, gracias señor.
-Dime James, Wonka.
-Su nombre es muy lindo- sonríe tiernamente, terminando de ganarse el frío corazón de Potter.
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Wonka//Jegulus
Fiksi Penggemar¿Qué tienen en común un chocolatero y un aburrido empresario? Nada en realidad, pero en cualquier realidad James está enamorado de Regulus. Esta no es la excepción. La portada no me pertenece cc a quien corresponda