Capítulo 19

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Mónica

Había despertado cerca de las diez de la mañana, cuando aún seguían todas durmiendo. Al parecer la noche de chicas se había prolongado haciéndolas dormir más de lo habitual. Estaba un poco preocupada por Vanesa, Maje no había querido decirme qué había pasado, solo que debía hablar con ella. Estaba preparando el desayuno cuando escuché que una delas puertas se habría, al levantar la viste vi a Vanesa, tenía el cabello desordenado y aún estaba con pijama, cuando se acercó pude notar que no traía buena cara, como imaginé el alcohol le había pasado factura.

- Buenos días. – Saludé sonriéndole.

- Hola. – Dijo sin levantar la viste y se puso a registrar una de las gavetas de la cocina. – Mierda. – La cerró con brusquedad y se toco la sien con disgusto.

- ¿Qué pasa?

- Nada, es solo que pensé que tenía analgésicos. – dijo suspirando y sentándose en una de las sillas de la cocina.

- Dame un minuto, Maje siempre tiene analgésicos en su cartera. – Salí de la cocina y busqué en la mesita de noche de Maje, y como imaginé, ella tenía, tomé el frasco y regresé a la cocina. – Aquí. – dije acercándole las píldoras.

- Gracias. – Tomó dos píldoras y bebió toda el agua que tenía en el vaso.

- Al parecer la noche estuvo bien. – Dije intentando romper el incomodo silencio.

- No, en realidad. – Respondió con tristeza.

- Oh... lo siento.

- Y tu cita ¿Estuvo bien? ¿Te divertiste? – Preguntó con suspicacia.

- Yo... no... no era una cita. – Respondí tropezando con mis palabras.

- Por favor, claro que lo era. – Dijo burlándose y riéndose con incredulidad. Además, pude notar algo de rabia en sus palabras.

- ¿Sabes? En realidad, si lo era, y sí, me divertí mucho. Pero eso no es algo que te debiese importar ¿O sí? – Sabía que estaba presionando donde no debía, pero no lo pude evitar, quería ver cuál era su reacción y en mi defensa, ella había comenzado.

- No lo sé, ahora mismo no sé una mierda. – dijo levantándose de la silla y volviendo a su habitación.

¿Qué había sido todo eso? Había pensado que las cosas con Vanesa habían mejorado, pero al parecer se había equivocado, estaba confundida, un día se preocupaba por ella e intentaba ser cordial y trabajar en una posible amistad y al otro le estaba haciendo, lo que parecía ser, una escena de celos por salir a divertirse con Alicia. 

- Buenos días, tengo mucha hambre. – Maje entró sonriendo a la cocina, pero su sonrisa desapareció cuando vio la expresión en mi rostro. – ¿Qué pasa? ¿Por qué tienes esa cara?

- ¿Qué? nada, no me pasa nada. – Dije negando con la cabeza intentando sacar de mi mente la conversación con Vanesa.

- Está bien ¿Cómo te fue en tu cita? – Preguntó moviendo las cejas sugerentemente.

- Bueno, no lo sé, bien... supongo, pero no sé si puedo llamarle cita. Nos besamos. – Dije las últimas palabras rápido, antes de que me arrepintiera de contarle.

- Definitivamente fue una cita. – sonrió y continuó hablando. - Cuéntamelo todo.

- Al comienzo pensé que todo iba bien, quiero decir, no besamos, pero luego las cosas cambiaron, el clima era diferente, no sé muy bien cómo explicarlo. Me preguntó por Vanesa y bueno... creo eso hizo que todo cambiara. – La miré con tristeza. – Creo que simplemente seremos amigas, ella tiene mucho a su espalda y bueno, yo también, quiero decir, estoy embarazada ¿Quién en su sano juicio entraría en una relación con alguien como yo?

Imperfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora