Imperfecto.

Capítulo 23

Mónica

Era viernes por la tarde, tenía pensado acostarme temprano porque mañana volvería a trabajar después de un mes sin poder hacerlo, ya había comido algo y ahora estaba recostada en el sofá viendo Fleabag. Volver al departamento no había sido tan malo como lo había imaginado, además ayudó que Carol hiciera algunos cambios y ordenara el lugar, pero también debía admitir que sentía algo de nostalgia porque me había acostumbrado a la compañía de Vanesa, sin embrago, necesitaba este tiempo a solas para poder ordenar mis pensamientos y sentimientos. La tranquilidad de mi tarde se vio interrumpida por el timbre, no estaba esperando a nadie y casi en un acto de reflejo me sentí presa del pánico, hasta que recordé que ya todo había terminado, así que me levanté y fui a abrir la puerta.

- Hola. – Carol saluda con nerviosismo, estaba acompañada de Vanesa, que se veía algo distraída y aún no me miraba para saludar y hacer contacto visual. – Moni, lo siento de verdad.

- ¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué pasó? – Definitivamente no tenía idea qué estaba pasando, pero seguí mirando a Vanesa que finalmente levantó la vista y sonrió con pereza.

- Pasa que tu amiga me drogó. – Dijo Vanesa riendo e inclinando su cuerpo para apoyarse en Carol.

- ¿Estas bromeando? que mierd....

- Yo no la drogué, fue Henar, quiero decir fueron los brownies de Henar, le dije que los guardara, pero no lo hizo y Vanesa los vio y se comió dos. – Carol habló rápido dándome una mirada de disculpa. – No quería molestarte, pero ella estaba preguntando por ti y me da miedo dejarla sola en su departamento y que se ahogue en su vomito.

- ¿Comió brownies con qué exactamente?

- Con marihuana.

- Si, ella me quería envenenar, por eso me invitó a su programa. Pero no la regañes porque se aseguró de quitarme el celular así que no hice nada estúpido como llamarte – Vanesa estaba hablando con los ojos cerrados, realmente pensé que se había quedado dormida.

- Joder, Carol, deberíamos llevarla a un hospital, esta intoxicada.

- No, Henar me juro que la dosis era baja y que no corre ningún riesgo, pero se comió dos y puede que el efecto dure un poco, por eso la trajimos aquí.

- Entren, déjala en el sofá.

- Joder, Vanesa ayúdame un poco. – Carol estaba aguantando casi todo el peso de Vanesa sobre si misma, porque definitivamente ella no estaba ayudando, cuando se sentó cerró los ojos se reclinó y puso las manos en su cabeza.

- Tengo la boca seca, necesito agua. – dijo parándose con dificultad.

- No, tranquila, yo te traigo un vaso de agua, quédate aquí. – Agregué rápidamente poniendo mis manos en sus brazos para evitar que se levantara del sofá.

- Mónica lo siento, de verdad ¿Quieres que me quedé para ayudarte?

- No, no te preocupes, seguramente se va a quedar dormida en unos minutos y mañana despertará sintiéndose terrible.

- Esta bien, yo me voy porque las chicas me están esperando en el auto.

- Dile a Henar que cuando la vea la voy a matar. – dije sonriendo con malicia.

- Si, ella ya tiene miedo, no te preocupes. Si necesitas algo llámame ¿Sí?

- Si, ve tranquila, yo me encargo de ella. – Carol miró por última vez a Vanesa y salió del departamento.