Capítulo 5

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Mónica

Me acerqué a la entrada y vi que Carol sostenía en su mano derecha un set de bebé que consistía en unas diminutas pantuflas y un gorro. Observé que el rostro de Vanesa palidecía, me dio una mirada confusa y luego volvió a mirar a Carol quien continuaba estoica en la puerta.

- ¿Qué? – musito casi sin aliento. - ¿Es... es ropa de bebé?

- Si – Respondió con sinceridad Carol.

- No – respondí casi al mismo tiempo que ella.

- Quiero decir, si son de bebé, pero son para Camarón ¿Verdad? Ya sabes, quise molestar a Moni con Pokemón, pero no encontré nada de perro, así que traje ropa de bebé, porque sinceramente Camaronchi tiene pies de nugget. – Podía ver el pánico en la cara de Carol, me di cuenta que había comenzado a divagar así que la interrumpí.

- Bueno, llegaste temprano, te esperaba a la hora de almuerzo. Pasa, no te quedes ahí parada, espero que no solo le hayas traído regalos a Camarón. – dije intentando romper con la incomodidad del momento.

- Creo que yo ya me voy – Vanesa me miró con incomodidad – Llámame si necesitas algo, por favor.

- Si, pero no creo que sea necesario, gracias por todo, te acompaño a la puerta. – Pude ver que Vanesa no sabía muy bien cómo despedirse, al ver que no me acerque a ella para besar su mejilla solo hizo una seña con su mano y la acompañó de una pequeña sonrisa, se dio la vuelta y la observé desaparecer por el pasillo. Finalmente me di la vuelta para mirar a Carol que seguía en el mismo lugar con la maleta y su mochila intacta.

- Perdón, perdón, lo siento mucho, pero me debiste haber advertido que no estabas sola. – Tuve realmente pena por ella, se veía muy afligida.

- Y tu me debiste haber advertido que llegarías antes – le respondí como si fuera una obviedad.

- De todas maneras ¿Qué fue todo eso? ¿Tuviste una recaída? ¿Recordando los viejos tiempos? ¿Son las hormonas del embarazo? ¿Perdiste el juicio? – soltó una pregunta tras otra mirándome con incredulidad.

- Primero saca tu mente de la alcantarilla, porque lo que sea que te estas imaginando no pasó, no me acosté con Vanesa. – ella apareció de improvisto anoche y yo...

- ¿Anoche? O sea que se quedó a dormir – me miró perpleja. – ¿Y quieres que te crea que no tuviste sexo desenfrenado con ella? – dijo entrecerrando los ojos.

- Primero no tenía idea de que pasaría la noche, yo me vine a dormir, SOLA – le aclare de inmediato. – y se suponía que ella se iría al terminar de recoger las cosas, pero al parecer se quedó dormida, la vi pocos minutos antes de que tú llegaras.

- ¿Qué pasó? – Carol me miró preocupada. – No me digas que ese loco de mierda te sigue molestando.

- Ojalá solo estuviera molestando y enviando "regalos", creo que podría lidiar con eso.

- ¿Qué quieres decir?

- Me siguió en el supermercado, y apareció en el edificio, me siguió del estacionamiento y se subió al ascensor conmigo cuando subía a mi piso, está completamente loco – Carol me miraba completamente impactada por lo que le relataba, le expliqué el resto de la historia, cuando llego la policía, que el tipo finalmente se había escapado y no lograron detenerlo y, finalmente, la visita de Vanesa.

- ¿Y cómo se enteró Vanesa?

- Me imagino que Soledad, su maquilladora, se lo contó, ayer me encontré con ella y le termine contando lo que estaba ocurriendo, debí suponer que se lo contaría a Vanesa.

Imperfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora