✨𝑬𝑽𝑨𝑵𝑮𝑬𝑳𝑰𝑵𝑬✨ - ᴅᴇꜱᴄᴇɴᴅɪᴇɴᴛᴇꜱ

𝟽. ¡𝙷𝚘𝚛𝚊 𝚍𝚎 𝙷𝚘𝚛𝚗𝚎𝚊𝚛!

Ray se dirigía junto con Jay-quien estaba sumamente feliz por haber obtenido un puesto dentro del equipo de Tourney-a la habitación de las chicas, dónde ya Carlos los esperaba.

-¿!Adivinen quien es el nuevo jugador con el número 8!?-.

Las chicas y Carlos lo felicitaron por su nuevo logro, pero aún estaban algo desconcertados.

-¿Porqué las caras?-Preguntó Ray.

-¿Funcionó tu plan con Jane?, ¿Te llevará a la varita?-ahora fue el turno de Jay de preguntar.

-¿Crees que estaría perfeccionando cada hechizo de este libro si no gubiera fallado por completo?-.

-Eso es un NO-comentó Ray con ironía.

-SI, alguien amaneció de mal humor-.

-Mi mamá cuenta conmigo, no la defraudaré-.

-Podemos lograrlo, si estamos unidos-.

-No regresaremos hasta lograrlo-aclaró la pelimorada-¿Sómos malos?-.

-De coracón-dijeron al unísono.

Retomando el motivo por el cual habían aceptado ir en un inicio, Ray recordó las palabras de su padre.

>>Traeme el alma del Joven Sapo, o de algún ricachón<<

>>No pierdas la oportunidad para poder optener nuestra vida como reyes.<<

Con la cercanía de Ray hacia Evangeline, el olvido por completo su promesa, pues comenzaba a sentirse tomado en cuenta, jamás sintió que realmente le importara a su padre, o almenos no tanto como el deseo de tener su vida soñada.

¿Así que era lo que el quería?, o ¿lo que quería su padre?.

-¿¡Ray!?-Mal sacó a su amigo de sus pensamientos.

-Emm, ¿si?-.

-¿Que te pasa?, Has estado muy distraido estos días, y no hablemos de tus desapariciones espontaneas-preguntó preocupada Evie.

-Es que tiene la mirada en las estrellas que lo distrae tanto-.

-JAJA, pero no cualquier estrella-.

-Mirala el cielo encender, Ma Belle Evangeline-.

Cantaron de forma burlona Jay y Carlos para molestarlo un poco.

-¿Encerio con la princesa sapo?-.

-Ella no es un sapo-.

-Pero si una princesa, y futura Reyna-.

-A esa es tu intención ¿cierto?, ganar una vida Rey-.

En el interior del moreno comenzó a sentirse una furia nacer, que trato de controlar, pero en sus palabras se escuchaba que realmente le había molestado el comentario.

-No vuelvan a decir algo como eso, mucho menos en frenete suyo, si me acerque a ella es porque me agrada su compañía-pensó esta vez bien las palabras-ella realmente me agrada-.

-No te distraigas Ray, ella no es un alma con la que puedas juguetear, venimos a un trabajo-le advirtió mal.

-¿Deacuerdo?-.

No hizo otra cosa más que asentir con la cabeza.

-Bueno después de esta incomoda charla, quería decir que el hada madrina usará la varita con Ben a la coronación a la que iremos, y yo no tengo nada para ponerme-.

En ese instante se escuchó que alguien llamaba a la puerta, para sorpresa de ellos, era el joven príncipe del que estaban hablando. Después de que preguntara si se encontraban bien Mal aprovechó esa oportunidad.