✨𝑬𝑽𝑨𝑵𝑮𝑬𝑳𝑰𝑵𝑬✨ - ᴅᴇꜱᴄᴇɴᴅɪᴇɴᴛᴇꜱ

𝟷𝟶. 𝙱𝚛𝚒𝚕𝚕𝚊𝚗𝚍𝚘 𝙹𝚞𝚗𝚝𝚘𝚜

El día de la coronación de Ben había llegado al fin, todos se encontraban ya en el centro del salón, algunos se encontraban hablando, otros alagaban su vestimenta, algunos otros como Trevor se morían de nervios por la medida de la corona y el traje de Ben.

-Nunca me había sentido tan nervioso por un elaborar algo y ver como se le vería a la persona, mucho menos a un futuro Rey-.

-Tranquilo Trevor, Te luciste con su traje y la corona-.

-¿Pero qué si no?-.

-Debes calmarte un poco...-.

-Tienes razón beberé un poco de té para los nervios-.

El de sombrero de alejó a paso apresurado de ahí, dejando a Lin algo inquieta por no ver a un joven moreno de sombrero y bastón entre los presentes.

-Hola estrellita-esta giró rápidamente viendo felizmente a Ray detrás suyo-quería disculparme contigo por lo de ayer, no quería que te fueras, sólo no era un buen momento-.

-Descuida, te entiendo me hubiera gustado haber imped...-.

-No hey, no tienes porque justificar las acciones de las demás, mucho menos ser hacer lo que alguna otra persona quiere que hagas-.

Lin estaba muy feliz de escuchar aquellas palabras salir de la boca del moreno, pues significaba mucho para ella.

Antes de que pudiera decir otra cosa los gritos de los presentes indicaban que Ben estaba por llegar.

-¡BEN LLEGÓ!, ¡BEN LLEGÓ!-se escuchó gritar a trevor quien se dirigía al lugar donde coronarían al joven principe.

Todos esperaban pacientes la entrada de Ben al recinto.

Cuanto Por fin entró, sus pasos eran cautelosos, y nerviosos a la vez, Evie, Jay y Carlos se encontraban arriba, mientras Ray estaba aún lado de Lin, quien esperaba paciente junto a Mal para brindarle una reverencia a Ben.

Evangeline miró a Mal quien en su mirada se podía ver la preocupación y nerviosismo a flor de pie, así que sostuvo su mano para darle a entender que no estaba sola.

-De verdad haces feliz a Ben, Mal-estas palabras parecieron cambiar nuevamente algo en la pelomorada.

Ben pasó frente a ellas quienes delicadamente le brindaron una reverencia.

El Hada Madrina se inclinó ante el rey Adam para tomar la corona, después con emoción y orgullo se acercarcó a Ben, para colocarla sobre su cabeza.

Cuando por fin vieron la varita del Hada Madrina sin ninguna tapa de cristal, Mal miró a Ray, para después ambos mirar a los chicos, Lin se percató de aquellas miradas y la sensación de que algo marchaba mal comenzó a nacer.

-¿Juras solemnemente gobernar al pueblo de Áuradon con justicia y piedad, durante todo tu reinado?-.

-Lo juro solemnemente-.

-Entonces con mucho honor y mucha alegría, te nombraré nuestro Rey-.

Entonces aquella persona deseosa de usar la varita se la arrebató al Hada Madrina, desatando el poder descontrolado de aquel objeto mágico.