✮ Lindo.

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Jeongin no estaba del todo de acuerdo con que Seungmin fuera a su casa. A ver, ni siquiera lo conocía, pero no quiso negarse por lastima y terminó aceptando. Da igual, pasarle unos apuntes no era para tanto, así que quedaron al día siguiente por la tarde. Al fin y al cabo, Jeongin no tenía ningún plan.

‎☆

¡Jeongin, eres patético!—

—Gracias, cariño. Sé que me quieres, pero hay mejores maneras de demostrarlo.

Felix soltó un suspiro pesado, uno que se escuchó bastante fuerte aún en la llamada.

Pues vete a hacer lo que vayas a hacer con Seungmin, a ver si no lo tratas tan mal, así como sabes hacerlo.—

—Si hubieras aceptado la invitación, tú y yo estaríamos fuera haciendo algo, y no en la casa de cada uno. No me agrada la idea de estar leyendo papelitos para poder entender a alguien.

¿Quieres dejar de hacerte el malote? Seungmin es bastante agradable, y creo que yo ya dejé claro que no quiero hacer nada contigo.—

—Ugh, por favor, Felix... No puedo sentir nada serio por nadie desde que te conocí. ¿Podemos hablar en serio?

... Llegó mi novio, adiós.—

El chico al otro lado de la línea cortó la llamada

Jeongin se levantó de su cama un poco molesto, para después abrir la puerta. Desde arriba, notó que la puerta principal estaba abierta, por lo que bajó por las escaleras para ver qué era.

No era tan sorprendente, pero vió a Seungmin parado en la sala junto a su madre. Era obvio que llegaría en cualquier momento. Lo extraño era que su madre y Seungmin estaban comunicándose en lenguaje de señas, ambos muy alegres.

Jeongin ya sabía que su madre conocía el lenguaje de señas y hasta el código Morse, pero era raro que estuviera comunicándose tan deliberadamente con un jovencito que ni siquiera conocía.

—Ejem... Seungmin, mi cuarto queda arriba.

—Oh, Jeongin, hasta que apareces— dijo la mujer en un tono alto— Nunca me habías presentado a tu amigo, es muy amigable.

Jeongin se cruzó de brazos, pero decidió quedarse callado al ver al otro chico comenzar a mover sus manos. Al parecer, tenía algo que decir, pero por obvias razones, no comprendió absolutamente nada.

—¿No trajiste tu libreta?— vió al castaño negar con la cabeza— Ya... No pasa nada, te prestaré una, si no, no podremos comunicarnos.

—Dijo que tienes una casa muy bonita, Jeongin— ayudó su madre— Si quieren, puedo subir con ustedes y ayudo a que sepas qué está tratando de decir tu amigo.

Ambos jóvenes negaron con la cabeza al tiempo.

—No es mi amigo, mamá... No aún. Lo conocí ayer, y no, no quiero que te metas a mi habitación, ma.

—Uh, ¿por qué? ¿Harán algo malo?

Seungmin volvió a negar con la cabeza, esta vez, con sus labios estirados un poco hacia afuera. No sabía si eso significaba que quería reír.

"Su hijo me explicará unas cosas, yo no tendré que decir mucho. No se preocupe".

"Está bien, no pasa nada"... Sólo no hagan mucho ruido, ¿bien?

Ruidoso | SEUNGINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora