✮ Extra | Palabras. ✉

706 133 164
                                    

Jeongin usó las llaves para abrir su departamento. Apenas había entrado a trabajar, y aún así, estaba exhausto.

Por mucho que deseaba tener un futuro exitoso y lleno de emociones, a veces extrañaba sus épocas de universidad... Era un tonto completo, y ahora, dos años después, se había tenido que enseñar a actuar como un hombre maduro.

En cuento la puerta blanca se abrió, un ladrido se escuchó.

—¡Hey!— llamó en una especie de susurro, colocándose de rodillas— ¿Qué tal, Tegami?

En realidad, era un nombre bastante peculiar para un golden retriever, pero a Jeongin le había gustado mucho. Significaba "carta" en Japonés.

Se colocó de pie de nuevo y cerró la puerta, pronto, le hizo un par de gestos a su perro para que se adentrara en la casa.

Elevó la cabeza y apreció más su hogar. No era algo tan grande, pero era acogedor y no le molestaba acostumbrarse a estar allí la mayoría del tiempo.

Lo mejor es que no estaba solo.

—¿Qué tal?— dijo en un tono suave, acercándose al sofá.

"Muy bien, ¿cómo te fue?"— expresó dicho chico del cual ahora destacaban sus mechones más rubios, pero aún así, manteniendo su cabello castaño.

El menor se acercó más y se inclinó cerca para poder depositar un beso en su mejilla.

—Muy bien, pero... Mucho cansancio. Será parte de mi rutina pronto.

El chico hizo una expresión lastimera.

—¿Me extrañaste?— inquirió, besándolo una vez más, pero esa vez, en los labios.

"Yo siempre te extraño".— se colocó de pie frente a él, y rodeó su cuerpo con ambos brazos. Pronto, apoyó su cabeza en el hombro ajeno.

—Me alegra llegar a casa y verte... No quiero que cambie.

Emocionado, Seungmin se apartó de él para expresarle algo.

"Tengo una buena noticia para tí"— se manifestó con una sonrisa amplia.

—Dime, ¿qué es?

"Creo que mi madre me va a permitir independizarme, y pronto podré mudarme contigo"— habló en lenguaje de señas.

Emocionado, Jeongin agarró a Seungmin de la cintura con fuerza, y lo levantó sobre el aire un par de segundos antes de dar una vuelta entera. Las risas de Seungmin no eran altas, pero podía sentir su felicidad con el simple hecho de tenerlo cerca.

—Yo tengo una noticia todavía mejor para tí— mencionó, dejándolo sobre el suelo de nuevo.

"¿En serio? Cuéntame".

De su bolsillo, Jeongin sacó un pequeño objeto que Seungmin no pudo apreciar bien.

Cuando iba a dárselo, dicho objeto oscuro se le fue al suelo.

—Oh, joder.

Tegami se acercó corriendo, curioso por lo que acababa de impactar contra el piso. Juguetón, lo tomó en su hocico.

—¡Tegami! No muerdas eso, dáselo a papá— le habló Jeongin, señalándo a su pareja.

Seungmin, con una sonrisa en su rostro, se sentó sobre el sofá, frente al perro. Chasqueó con sus dedos, llamando su atención para que se acercara a él.

"A ver, ¿qué tienes ahí, pequeño?"— Seungmin expresó con sus manos de forma que sus movimientos llegaban a parecer dulces para dirigirse al perrito.

El cachorro se acercó al castaño, y abrió un poco la boca, permitiendo que lo tomara en sus manos.

Al tenerlo de cerca, Seungmin no entendió qué era esa pequeña caja. Con el ceño fruncido, la abrió... Un resplandor proveniente de una pequeña perla se hizo presente.

Seungmin elevó la mirada hacia su novio, la expresión en su rostro no era fácil de expresar.

"¿Quieres casarte conmigo, vida mía?"— manifestó Jeongin con dos de sus manos, y una sonrisa dibujada en sus labios.

Y aunque pudiera hablar, unas simples palabras no podrían explicar cómo se sentía en ese instante.

Y aunque no podía hablar, los latidos de su corazón eran tan ruidosos, que no tenía que responder de otra forma.

♫"Ruidoso"❦

Ruidoso | SEUNGINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora