Capítulo 6

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Arizona

¡Están cursi qué vomitaré!

Dijo Addi, sonreí como tonta y di un pequeño saltó. No podía pensar de la emoción.

—¿Le mencionaste tú XP?

—Yo amm, no sé dio el tema.

—¿Cómo qué no se dio el tema, Arizona?

—No le iba a decir "Oye, estoy enferma, ¿Podemos salir solo de noche? Es qué si el sol me toca me muero."

Addison dio un pequeño suspiró y habló.

—Ari, debes decirle.

—Y lo haré... Pero cuándo mencionas que estás enferma te conviertes en eso, en una enfermedad y no quiero que me vea así. Solo dame tiempo.

—Mm, entonces ¿cuando se van a ver?

—Oh, pues... — Miré a Addison un momento mientras me sentaba con ella en la cama. — Cuando ella me mandé mensaje.

—Pues... Meredith hará una fiesta hoy en la noche y me dijo que podía llevar una amiga, tú puedes llevar a Callie y...

—¡No! Ya sé que vas a decir y mi respuesta es no, ella debe escribirme primero.

—Oh claro, espera a la paloma mensajera con una carta de amor qué al final pregunté si pueden funcionar sus reinos ¿en qué siglo vives?

Iba a decir algo pero Addison se levantó de mi cama y tomó mi celular, ella sabía mi contraseña así que fue fácil entrar al chat de Callie, el cuál estaba vacío.

—Escríbele.

Di un largó suspiró y tomé el celular en mis manos, cada que oprimía una letra del teclado sentía mis dedos temblar.

Callie 💞

¡Hola! Soy Arizona, oye amm una amiga dará una fiesta en su casa y me preguntaba si querías acompañarme.

—Ahora, hazle saber que no eres su única opción. —Mencionó Addison mientras leía el mensaje.

Tampoco te sientas obligada, sino quieres no importa, tengo más amigas qué pueden ir conmigo.

Addison se distrajo un momento y al leer ese mensaje se quejó, pero ya lo había enviado.

—Definitivamente, eres una imbécil.

Mencionó.

Mire el chat nerviosa, Callie vio el mensaje de inmediato.

Hola Ari, cuenta conmigo.💗

Leí el mensaje en voz alta mientras me paraba sobre mi propia cama, Addison hizo lo mismo y al terminar de leer ambas gritamos de la emoción.

—¡Y tiene un corazón!

Dije mientras seguía mirando el mensaje.

Solo faltaba la parte complicada, pedirle permiso a mi padre y qué diga qué sí.

𝘈𝘮𝘰𝘳 𝘢 𝘮𝘦𝘥𝘪𝘢 𝘯𝘰𝘤𝘩𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora