Arizona
Nerviosa, subí a mi habitación para mirar mi apariencia en el espejo. No sin antes pedirle a papá que abriera la puerta y que por favor no me avergonzara.
Callie
Al tocar el timbre, el señor Robbins me invitó a pasar y haciéndome llegar hasta su sala, donde me acomodé en el sofá.
El señor Robbins se sentó justo al frente de mí, observandome en silencio.
—Entonces... ¿Calliope?
—Sí señor.
Respondió algo nerviosa.
—¿Cuáles son tus intenciones con mi hija? Ella es una niña de casa y con un corazón muy dulce.
—Yo... Lo sé, señor. Arizona me parece una chica impresionante y muy adorable, créame que tengo las mejores intenciones con ella.
—Mm ¿Tú hora de llegada a tu casa?
¿Eso qué tenía que ver? Pensé.
—A las dos de la madrugada, señor.
—¿Y a qué hora llegas?
—A las... Cuatro tal vez...
—Si tú hora de llegada es a las dos, debes llegar a las dos. —Dijo con un suspiro— ¿Tomas?
—Sí, señor.
—¿Fumas?
—No, señor.
—¿Te drogas?
—No, señor.
—Bien.
En ese momento, Arizona bajó de las escaleras así que me levanté de inmediato y se me fue imposible no quedarme embobada con ella.
Se veía realmente preciosa.
—Hola Callie...
Dijo apenada.
—Hola Ari.
Respondí de la misma forma.
—¿Nos vamos?
Preguntó.
—Yo amm, sino es molestia ¿Creés que podemos llevar tu guitarra?
—¿Mi guitarra?
—Solo si estás cómoda.
Resalte, ella sonrió y volvió a desaparecer al subir las escaleras.
—¿Para que necesitas su guitarra?
Escuché la voz de su papá.
—Le tengo una sorpresa a su hija, señor Robbins.
—Mm.
Después de eso, Ari volvió a bajar con la misma rapidez con su guitarra en su estuche colgando de su mano.
—Déjame ayudarte.
Pedí.
Tomé la guitarra de sus manos y la sostuve en mi mano.
—Gracias.
Dijo con una sonrisa en labios, la cuál se me contagió.
—Muy bien, te quiero en casa a las dos de la madrugada y nada de alcohol, drogas o chicos. ¿Me entendieron?
—Sí señor.
—Sí papá.
Dijimos al mismo tiempo.
El señor Robbins se acercó a su hija plantandole un beso en la mejilla, mientras que a mi me dio la mano y me resaltó que le gustó conocerme.
Ambas salimos de la casa con una risita nerviosa. Al llegar a mi auto le abrí la puerta a Arizona y ella respondió con un sonrojó, coloqué su guitarra en la parte trasera del auto con mucho cuidado y emprendí a nuestro destino.
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𝘈𝘮𝘰𝘳 𝘢 𝘮𝘦𝘥𝘪𝘢 𝘯𝘰𝘤𝘩𝘦
FanfictionHistoria Calzona inspirada en la película "Amor a media noche."