───✱*.｡:｡✱*.:｡✧*.｡✰*.:｡✧*.｡:｡*.｡✱ ───
Dalia sollozó por ultima vez antes de correr lo más lejos que podia de la horrible escena frente a ella. Su tia, quien practicamente la crió, le alimentó y cuido de ella desde que aprendio sus primeras palabras...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La bocina de la camioneta volvio a sonar con fuerza, provocando que el ceño fruncido de Dalia se incrementara. Llevaban quietos en la carretera más de una hora, pero ningún auto se movia de donde estaba. La mayoria de los conductores estaban fuera de sus autos intentando ver que es lo que pasaba, pero nada daba frutos.
Un chasquido de dientes de parte de Daryl se escuchó, y ese fue el momento perfecto para hablar. —¿Puedo bajarme? Mis piernas se sienten entupecidas.
—Entumecidas. Le corrige Daryl soltando un suspiro, antes de abrir su puerta y bajar de la camioneta, estirando sus brazos sobre su cabeza. —Vamos, no nos moveremos de aqui en un buen rato creo yo. Recalca mientras abre la puerta del lado de Dalia, esperando a que esta se bajara y volviendo a cerrarla.
—¡No se alejen! Mantenganse a mi vista. Escuchan gritar a Merle desde la camioneta, consiguiendo como respuesta una rodada de ojos de su hermano y una sonrisa de parte de Dalia.
Ambos siguieron caminando entre los autos hasta que un jeep gris, con una radio sonando dentro de este, les llamó la atención. Un hombre alto y pelinegro estaba recargado en este, escuchando atentamente la radio, mientras una mujer y un niño estaban a su lado, esperando.
Daryl miro a la pequeña y le hizo una seña con la cabeza hacia esas personas, recibiendo un asentimiento de parte de la castaña, y juntos caminaron hacia la pareja y su hijo. O eso pensaban ellos.
—Hola, ¿Se sabe algo sobre Atlanta? Fue lo que preguntó el Dixon menor al llegar junto al jeep, consiguiendo un leve brinco del hombre y una mirada confusa de la mujer y el niño, ya que ellos si los habían visto llegar.
—Uhm no, nada. Solo el mismo comunicado desde hace horas. Que hay una amenaza de caracter mundial y que nos quedemos en nuestras casas. Responde el pelinegro, pasando una mano por su cabello demostrando preocupación. Dirigio su mirada desde el ballestero hasta la pequeña a su lado, la cual al sentir la mirada de este, se escondio levemente detras de Daryl. —No me presente, soy Shane Walsh, ellos son Lori Grimes y su hijo, Carl. Señala a la mujer y al niño.
Dalia mira hacia esa direccion, recibiendo una sonrisa de parte de ambos Grimes. Luego mira hacia arriba buscando la aprobacion de Daryl, y cuando este suspira y asiente, sonrie y camina lentamente hacia el duo.
—Hola pequeña, ¿Como te llamas? Lori pregunta, colocandose a cuclillas frente a la niña y sin quitar su sonrisa amistosa.
—Dalia Davis... Responde timidamente, recibiendo una caricia en su bracito.
—Un gusto Dalia, él es mi hijo, Carl. Ven cariño. Llama a su hijo, quien se termina de acercar y la mira sin quitar su sonrisa. —¿Por qué no se quedan a un lado del jeep? Ire a hablar con Shane y tu padre. Les dice a ambos, y antes de que Dalia pudiera corregirla, la mujer ya se había levantado y encaminado hacia ambos hombres.
