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Dalia sollozó por ultima vez antes de correr lo más lejos que podia de la horrible escena frente a ella. Su tia, quien practicamente la crió, le alimentó y cuido de ella desde que aprendio sus primeras palabras...
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Miraba como, tanto Carl como Shane, estaban sobre una roca sentados a un lado de ella, intentando atrapar algunas ranas del arroyo. Han estado ahí más de media hora y todavia no atrapaban ni un solo pez pequeñito. Se estaban comenzando a aburrir.
—Hablaremos de esto apenas vuelva, ¿Okey? Pero que te entre algo en esa cabecita tuya. Dijo el adulto, tocando con su dedo su frente. —No importa lo que pase, tu eres una Dixon.
Sonrió bajando la cabeza. Daryl se había ido junto con los demás hace un par de horas atrás, luego de reconfortarla con esa frase y darle un abrazo. Estaba feliz, por fin fue nombrada Dixon en voz alta por uno de ellos, ahora solo falta que Merle vuelva y estarían los tres juntos nuevamente.
Carl soltó un suspiro. —No atrapo nada. Dijo en voz baja, sin quitar la mirada de su red.
—Yo tampoco....
Shane los miro a ambos y alzó las cejas. —Si. Siendo astutas y estando sumergidas... Decía mientras miraba hacia el agua, apoyando su brazo en su cubo metálico. —Pequeñas bandidas, saben que algo pasa. Eso es lo que sucede.
Hizo una mueca, y con una mirada decidida se levantó, agarrando su cubo de agua. No dejaría que ambos niños se depriman, bajó al arroyo con ellos para distraerlos, para que no pensaran en sus padres arriesgando su vida en Atlanta. —Tendremos que hacerlo a la antigua. Indicó con una seña que ambos se levantaran, y cuando ambos estuvieron de pie, el adulto metió sus piernas al agua y camino despacio por esta, parándose frente a ellos. —Muy bien, pequeños, miren. Son, ustedes son la clave en todo, ¿Entienden?
Ambos niños asintieron. Dalia aseguro la red en sus manos y se preparó para lo que seguía.
—Lo que yo haré es ir tras una de ellas, ¿bien? Eso asustara al resto. Decía mientras empujaba el balde hacia adelante, simulando lo que haría en unos segundos. —Se esparcirán. Las dirigiré hacia ustedes, ¿Okey?
—Muy bien. Respondió Carl, mientras ella se posiciona a su lado, emocionada por atrapar algunas ranas.
Shane sonrió. —Lo que tienen que hacer es rodear a todos los malos que vean, ¿comprenden? ¿Están conmigo? Por un momento pensó que no se refería a las ranas, pero lo dejó pasar. Ambos asintieron eufóricos, vociferando unos "¡Si!" al unísono. —¡Demonios que si! Pongan cara ruda. Ordenó suavemente, haciéndolo él mismo mientras ambos niños le imitaban felices. —Eso es, ¿Listos?
—¡Si! —¡Listos!
—¿Están listos? Aca vamos, muchachos. Acá vamos. Decía mirando hacia el agua, preparándose para comenzar el revuelo en esta. Miró por última vez a los niños, ambos con los ojos brillando emocionados, sintiendo como su corazón latía con fuerza en su pecho. No tardó en hundir el balde en el agua, cayéndose en el proceso, pero haciendo el suficiente revuelo como para que ambos niños comenzaran a mover sus redes bajo el agua, buscando atrapar algunas ranas.
