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Dalia sollozó por ultima vez antes de correr lo más lejos que podia de la horrible escena frente a ella. Su tia, quien practicamente la crió, le alimentó y cuido de ella desde que aprendio sus primeras palabras...
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Miraba al techo aburrida, llevaba despierta no más de media hora, pero aún así no quería levantarse, estar en una cama después de meses de descansar en un saco de dormir le resultaba bastante satisfactorio. Miraba cada cierto tiempo a la cama de Daryl, el cual cada cierto tiempo soltaba un pequeño pero no silencioso ronquido.
Soltó un bufido, ya sin aguantar el no hacer nada, y se sentó en su cama, estirando los brazos sobre su cabeza y levantándose, siseando suavemente cuando sus pies descalzos tocaron el frío piso. Se colocó su chaqueta encima del pijama, sus zapatillas, y dando pequeños pasos para llegar a la puerta sin despertar a su papá, salió de la habitación, cerrando detrás de si.
Camino por el pasillo hasta llegar a la sala del fondo, en la cual al entrar, se encontró con una silueta recostada en el sofá, durmiendo. Al asomarse, se dio cuenta que era Shane, quien dormía con una pierna fuera del mueble y la boca abierta. Sonrió maliciosamente, y de puntitas se acercó a este, para cuando estuvo a su lado, no le dio tiempo ni a despertar cuando ya se había tirado sobre él, sacándole el aire de su abdomen de sopetón.
—Diablos... Se quejó el adulto sobre las risas de Dalia, girándose sobre su costado cuando la niña se quitó. —¿Esa es una manera de despertar a alguien?
—Sip. Respondió de forma simple, sonriéndole y yéndose de la sala en dirección a donde creía que era el comedor, acertando. Al entrar, vio a solo algunos despiertos, faltaban algunos como Rick, Shane o su propio papá, quien ni siquiera vio si había despertado.
Lori le sonrió y se acercó a ella, con un humor extrañamente más alegre. —Buenos días, princesa. ¿Dormiste bien? Preguntó la mujer, recibiendo una respuesta afirmativa de la infante, dándole un "gracias" a Dale mientras este le daba un plato pequeño con frutas.
Se sentó a un lado de Carl, quien le dio un codazo señalando a Gleen frente a ellos, el cual tenia una mueca adolorida y la frente apoyada en una mano. Ambos sonrieron maliciosamente, soltando unas pequeñas risitas por lo bajo.
Minutos después llegó Rick, bostezando. Dio los buenos días a todos mientras arrastraba una de las sillas para sentarse. —¿Tienes resaca? Preguntó Carl hacia su padre, quien le miró ladeando la cabeza sonriendo. —Mamá dijo que la tendrias.
—Mamá tiene razón. Respondió suavemente, sentándose en la silla lo más lento que podía para no sentir su cabeza palpitar tan fuerte.
—Mamá tiene ese hábito molesto. Les siguió la corriente Lori, partiendo un pedazo de tocino para comerlo. Sonrieron y siguieron comiendo, Dalia tomaba jugo desde su vaso cuando vio llegar a T-dog con una sartén.
—¡Huevos! En polvo, pero los hago sabrosos. Mencionó cuando vio a Jacqui llegar y dirigirse a Gleen, preguntándole en voz baja como estaba. —La proteína ayuda con la resaca. Siguió hablando mientras le servía una porción al coreano.
