Capítulo 19

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He vuelto, ToMan

Omnisciente

—E-es... E-es... —Takemichi temblaba y titubeaba.

Mikey no apartaba la mirada. Con una mano apretaba el dije y con la otra hacía un puño, controlando los instintos. Él entreabrió los labios y pronunció con sorpresa:

—¿Amor?

La persona extendió más su orgullosa sonrisa, caminó hacia el borde del container y salta, cayendo en una rodilla —estilo superhéroes—, y se endereza lentamente para mirar a todos con sus ojos rubies.

Pone ambas manos en la cintura, dejando caer peso en un pie, alza el mentón con superioridad y dice en un tono engreído:

—He vuelto, ToMan.

Abrieron las bocas y los ojos, algunos se desmayaron por esa aparición y otros de alegría.

—E-es i-imposible —tartamudea Kisaki—. T-Tú...

—¡¡Mi chiquita!! —chilló Kazutora, abriéndose paso en los delicuentes para correr hacia la recién llegada—. ¡A un lado! ¡Mi mejor amiga está viva! —Pasa por el lado de Izana y Kisaki.

Envuelve los brazos por el cuerpo de la chica y la abraza con fuerza. Los llantos no se detuvieron, dejando que las lágrimas mojaran la gabardina de ella. No era el único que también soltaba lágrimas, los de la ToMan también estaban llorando de felicidad.

—¿C-cómo...? ¿Cómo estás aquí? —Sorbió la nariz y se separa de ella, chequeando—. Mírate, estás sangrando. —Limpia la sangre que brotaba de la frente pero esta no se detenía.

—Estoy bien —le dedica una sonrisa cálida.

Un leve temblor hubo en el labio inferior de Kazutora, y volvió a abrazarla, haciendo presión.

—¡No me vuelvas hacer eso! ¡Nunca! —la regaña y a la vez lloraba—. ¡Sufrí demasiado!

—Ya, ya, estoy bien. —Da unas palmaditas en la espalda y se separa—. Si me permites, tengo que saludar. —Guiñó un ojo y caminó hacia Mikey—. Comandante —saluda en pose firme.

El chico permanecía en silencio. Trataba de asimilar si no era mentira lo que sus ojos veían o por si era un producto de su imaginación por estar extrañando tanto a su chica.

Confirmó que era ella en verdad cuando el contacto de sus bocas le provocó una sensación electrizante por todo el cuerpo. Despacio y cuidadosamente, puso ambas manos detrás del cuello de la chica, profundizando el beso. Extrañaba el sabor de sus besos y como su boca encajaba perfectamente con la suya como si fueran dos piezas de puzzle. Contenía las lágrimas por tener de nuevo esa calidez y la presencia de la fémina en sus brazos.

Ella termina el beso, y dejan sus frentes juntas. Le toma el rostro, dándole caricias tiernas con los pulgares. Mikey decide hablarle en un susurro roto:

—Estás viva.

—Lo estoy —también le susurra, pero en un tono suave y dulce.

—Te vi morir en mis brazos.

—Lo sé.

Los dos abren los ojos, conectando el negro y el rojo de sus iris.

—Me dejaste caer —él sonó decaído.

—Y no debí hacerlo.

—Creí... Creí que ya no ibas a estar a mi lado.

—Manjiro —lo llama por su nombre en un tono cariñoso—, yo prometí no alejarme de ti como tú de mí. —Deja reposar los brazos alrededor del cuello del rubio cenizo—. Si me pides que te ame y que esté a tu lado lo haré, sin importarme cómo lo haga estaré a tu lado. Yo volvería de la muerte solo para estar con la persona que amo. Y ese eres tú, bonito.

La Chica de ToMan (Mikey x Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora