VI

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Talvez pasa algo más 

Elena

__¿Entonces señora , que harás para que no me enoje?__ dijo mientras separaba mis muslos con sus manos. 

Sus anillos rozaba con la piel desnudas de mis muslo con total suavidad , pero era tan excitante, pero Deban no se paro ahí, comenzó a subir mi vestido mientras me besaba con total lentitud.

__Deb yo..

__... ¿usted que señora Giorgio?__ su respiración en mi oído era perfecta hacia que cada parte de mi cuerpo se erizara __ ¿Qué pasa señora Giorgio no puede hablar?__ Deban dejo que acariciar mi muslo para comenzar a subir más arriba en mi entrepierna asiendo que me descontrolara.

__Hare lo que quieras pero por amor a dios,  Deb para ya con tu tortura.

Deban me brindo una pequeña sonrisa para luego hacer que me parara.

__Vamos al hotel.

Y así lo hicimos nos dirigimos al hotel y apenas entrar por la puerta de la habitación Deban comenzó a sacarme el vestido.

__Aun tienes mucha ropa señora Giorgio, ¿Qué aremos con ella?__ dijo este contra mi boca.

__Lo que usted quiera señor Giorgio.

__Repuesta  correcta señorita.

Deban comenzó a desprender mi ropa interior mientras besaba mi cuerpo con desesperación.

__De estas no te salvas señora Giorgio__ dijo mientras subía mis piernas hasta uno de sus hombros__ si  te duele solo dilo.

Y así sin pensarlo dos veces Deban comenzó a entrar lentamente en mi, su tono fue subiendo según como comenzaban a salir mis gemidos, se sentía tan bien era como estar en la gloria, como tocar el cielo sin necesidad de moverse , era lo mejor que podía a ver sentido en mi vida, el suave pero embriagante perfume de deban mezclado con el olor a cigarrillo y wiski era perfecto y embriagador.

 __¿Aun puedes aguantar otra vez?__ pregunto mientras tenia el condón en la boca.

__Dije que haría lo que usted quisiera señor Giorgio.

Esa estúpida sonrisa malvada que ponía era perfecta, mis pensamientos se distorsionaron cuando sentí como Deban entraba en mi otra vez.

 __Puedo seguir así la noche entera, puedo hacerte mía  todo la noche.

Esta vez era yo quien estaba encima suyo, se me hacia tan difícil poder mover mis caderas, era ls tercera vez de la noche y no aguantaba más,  pero el cuerpo y la forma de Deban moverse  eran tan adictivas que eso no me importaba .

__Mierda sabes que si te mueves así no me resisto.

__Yo, pero si eres tu la que estas encima  mío, eres tu la que me estas volviendo loco.

Nueve y treinta de la mañana y aun me tiemblan las piernas.

 __Buenos días señora Giorgio.

La voz de Deban se escucho desde la puerta de la ducha , mientras que el salía con el pelo mojado y total y completamente desordenado tocaron a la puerta.

__¿Pediste servicio a la habitación mientras no estaba?.

Negue rotundamente con mi cabeza, así que Deb tomo su arma y se paro en la puerta, y si que se veía sexy.

__¿Qué es?.

Mi dulce mafioso IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora