Experiencia | Enzo Vogrincic|

02

Sierra nevada, España
8:00 AM

Llegue al hotel hoy a las 5:00 AM con la noticia de que nos teníamos que despertar a las 9 de la mañana para poder reunirnos todos juntos con J. A. Bayona y todo el equipo que nos iba a acompañar a lo largo del rodaje.

Me levante de la raramente cómoda cama del hotel y me puse lo más abrigado que encontré en mi valija. Después de pasar por el baño salí de mi habitación. Camine por el pasillo hasta el ascensor y lo llame. Espere pacientemente hasta que este llegó y las puertas se abrieron.

Antes de entrar me percaté que había una persona allí, estaba de espaldas mirando las montañas ya que el ascensor era de cristal y se podían ver las hermosas montañas desde aquí. Gracias a que usaba la capucha de su largo abrigo no pude diferenciar si era hombre o mujer.

Entre silenciosamente sin querer interrumpirlo pero el ruido de las puertas cerrándose atrás mío hicieron que se de vuelta.

Era hombre y que hombre por dios. Alto, morocho, ojos marrones y uñas facciones faciales hermosas. Parecía un dios griego. Me dio una cálida sonrisa, supongo que en forma de saludo y se dio vuelta para mirar las montañas de nuevo. Esta vez sacó su celular para sacar una foto al paisaje.

El ascensor no tardó mucho tiempo en llegar a planta baja. Cuando las puertas se abrieron ambos dimos un paso para adelante y al notar eso nos frenamos. Ambos reímos con nerviosismo. El me hizo una seña con la mano.

— Pasa

Su voz retumbó por todo mi cuerpo. Lo único que pude hacer por ese momento fue sonreírle y asentir con la cabeza en agradecimiento.

Empecé a caminar para la puerta de salida del enorme hotel. J. A. Bayona nos dijo que nos reuníamos a las 9 en el set, este quedaba a 30 minutos en auto así que me asomé a la calle a ver si venía un taxi.

Al no ver ninguno gire la cabeza encontrándome con el chico del ascensor muy cerca de mi, a mi lado para ser más específica. Di un leve salto en el lugar y me lleve la mano al pecho dando un largo suspiro.

— Tan feo soy?

No, literalmente no hay nada feo en vos.

— No -solté riendo- Me asustaste.

Me gire a ver a la calle de nuevo y esta estaba desierta. Ni un solo auto, no hay chance que llegue a tiempo.

— La puta madre.

Quise decir eso lo más bajo posible para que el chico desconocido no me escuche, pero él llegó a a escuchar.

— Estas apurada?

Me gire a verlo y este miraba a los lados de la calle, también parecía que buscaba algo.

— Si, tengo una reunión ahora y estoy llegando tarde -confesé- Vos? Parece que también estás apurado.

Me miro y sonrió. Mis rodillas amagaron a dejarme caer pero solo fue el susto, espero.

— Si, lo mismo.

Asentí y gire mi cabeza a la calle de nuevo. No puede ser que no pase un puto auto a esta hora.

— Enzo.

Gire mi cabeza a el chico desconocido, no tan desconocido ahora.

— Me llamó Enzo -me habló sonriendo sin mostrar los dientes-

— Camila.

— Bueno Camila, un gusto.

Lo mire confundida. Enzo empezó a caminar en dirección al lugar que tenía que ir. Mejor, si llegaba a venir un solo taxi me iba a intimidar su presencia en un lugar tan chiquito.

...

El taxi llegó 5 minutos después de que Enzo se fue caminando. De hecho lo vi caminar abajo del frío peor me dio mucha vergüenza que me viera arriba del auto así que me agache para que no me note.

Llegue afortunadamente a tiempo a la reunión. Me acerqué con un poco de vergüenza a el tumulto de gente que estaban sentados en sillas, en ronda,  hablando entre ellos.

— Hola.

Al decir eso logré llamar la atención de la mayoría de ellos. Todos me sonrieron y me saludaron de nuevo.

— Soy Camila.

Me presente y salude a uno por uno. Me senté en la silla que decía mi nombre. Al lado mío había una señora, de unos 57 años ponele, que iba a interpretar a Eugenia Parrado, mi mamá. Y a mi otro lado estaba sentado un chico, de unos 30 ponele, que iba a interpretar a Fernando Parrado, mi hermano.

Apenas me senté el chico se giró a hablarme.

— Hola, Soy Agustín Pardella. Mucho gusto.

Me dio un beso en el cachete y le sonreí.

— Camila Fernández, gustazo.

— Supongo que vamos a tener que hacernos mejores amigos ya que todas tus escenas son conmigo.

Me reí sutilmente y antes de que pueda decir algo las puertas de la pequeña habitación de abrieron dejando ver a el chico del hotel, Enzo.

— Enzo! Ahí estas! Sentate rápido que tenemos que empezar.

El famoso director lo apuró un poco.

— Si, disculpe la tardanza.

Enzo se acercó caminado rápido. Su lugar era al lado de Agustín Pardella. Enzo llego y antes de sentarse cruzamos miradas. El se quedó una milésima de segundo estático en el lugar, no estoy loca yo lo vi. Pero rápidamente se sentó. Hoy iba a ser un día muy largo.

Espero que les esté gustando, este es sólo el principio 💗
No se olviden de votar 💋