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Sierra Nevada, España

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Sierra Nevada, España.
19:45

Pasado mañana pasaría un mes de que estamos ensayando, nos queda otro mes que la mitad lo vamos a hacer en Uruguay.

Recién terminamos de ensayar, nada nuevo. Hace dos días que Enzo no me habla, me ignora y mucho menos me mira. No se que le pasa, que yo recuerde no pasó nada entre nosotros.

Alcance a Enzo en la salida del estudio.

— Enzo, vamos juntos?

Nada que no hayamos hecho. Nos volvimos juntos ya un par de veces.

— Hoy quiero caminar.

— Es una hora caminando, te vas a congelar.

Enzo me miro por primera vez. Esta serio, parecía vacío.

— Y son treinta minutos en auto.

Me dijo sonando sobrador. Lo mire seria, sin entender lo que le pasaba por la cabeza. Sin decir nada más, se dio media vuelta y empezó a caminar.

Para mi suerte un taxi llego justo después de que él se fue. Llegue después de 30 minutos y subí a mi habitación.

Comí algo y me duché. Necesitaba despejarme así que me puse mucha ropa abrigada, agarre mis auriculares y el paquete de cigarrillos que me compré hace unos días. Salí de la habitación y apenas salí de esta vi como Enzo estaba llegando a la suya.

Lo ignoré completamente, estaba muy enojada para hablarle. Lo que me estaba haciendo era de una persona totalmente inmadura y yo se la iba devolver de la misma manera.

Cerré la puerta de mi habitación bajo la atenta mirada del chico y empecé a caminar hacia el ascensor. Llegue y lo llame.

— Hace cuanto fumas?

Frene en seco y me gire. Lo mire de arriba a abajo y me cruce de brazos. Estaba sosteniendo la puerta de su habitación. Gracias a la posición en la que estaba pude reconocer que estuvo un tiempo pensando en hablar.

— Desde que tengo que convivir con gente como vos.

— Gente como yo?

Enzo ahora se cruzó de brazos y se apoyó en la pared del pasillo, a un lado de su puerta. Justo llegó el ascensor así que entre y antes de que se cierre hable.

— Si, histéricos.

Las puertas se cerraron y me di un poco de vergüenza ajena. Mucho drama para mi pero prefería hacerlo dramático antes que darle la atención que no se merecía.

Llegue a la terraza y me acerqué a la baranda. Me puse los auriculares y puse música a todo volumen. Prendí el cigarrillo y lo empecé a fumar.

Como era de esperarse, después de un rato Enzo apareció a mi lado. Fumaba y miraba las montañas. No le preste atención hasta que mi cabeza empezó a maquinar.

Que quiere conmigo? un día me habla y al otro me trata como si fuera una niña de doce años. Sin querer hacerme mal a mi, decidí averiguarlo.

— Que haces acá Enzo?

Me saque un auricular y lo mire. Él se giró a mirarme y apago el pucho contra la baranda.

— Me vine a despedir.

Lo mire confundida, en dos días se tenía que ir.

— Faltan dos días para que te vayas. Bueno, a menos que me quieras dejar de hablar hasta que te vayas como lo venis haciendo.

— Me voy mañana a primera hora Cami.

Enzo suspiró y yo lo mire. Incrédula a lo que me contaba empecé a entrar en pánico. Me empecé a reír de los nervios.

— Perfecto, la verdad -dije riendo suavemente y negando con la cabeza-

— Que pasa?

— Pasa que no me hablas hace dos días y yo intento pensar el porque, empiezo a pensar si yo hice algo malo -empecé a hablar muy rápido- Y encima ahora te vas por un mes...

— Quince días -me interrumpió-

— Quince días, un mes, es lo mismo -suspiré calmándome- Enserio no entiendo lo que te pasa conmigo.

La postura de Enzo cambió. Se empezó a irritar. Llevo una de sus manos a la cara y la pasó frenéticamente por ella, estaba frustrado.

— Sabes lo difícil que está siendo esto para mi?

Una parte de mí se ablandó al escuchar a Enzo admitir eso. Es algo que todos sabíamos que tenía guardado.

— Si Enzo, te entiendo.

Le dije acercándome a él lentamente y agarrándole la mano.

— No! No lo sabes!

Enzo sacó su mano rápidamente de la mía y se alejó un poco de mi.

— Bueno entonces contame. Contame que te pasa por la cabeza ahora, quiero saberlo y quiero estar acá con vos para ayudarte.

— Si te digiera que me esta pasando por la cabeza ahora mismo, te irías corriendo.

Me acerqué a él y no pude hacer otra cosa que abrazarlo. Enzo me agarro con fuerzas, con miedo a que me escape y con desesperación.

Me separé un poco de él y le puse un auricular en el oído. "Trátame suavemente" de Soda Stereo empezó a sonar.

Mi mano bajo por su cuello hasta llegar a su pecho. Las manos de él seguían en mi cintura. Alce mi otra mano y la puse en su mejilla.

Esto era algo que ambos estábamos esperando. Era algo que no podía tardar más tiempo porque se nos iba a ir de las manos.

Sin previo aviso Enzo se lanzó a mis labios. Estos se acostumbraron rápidamente a la presencia del otro. Lo hacíamos a un ritmo desesperado. Con miedo a que él otro se separe y se vaya corriendo. Nos apretábamos y nos sentíamos.

Nos separamos y nos miramos a los ojos. Ambos nos sonreímos y juntamos nuestras frentes.

— Ahora como voy a hacer para estar 15 días sola en este hotel.

Enzo se rio y volvió a juntar nuestros labios. Era un beso más suave y que a veces se le escapaba una que otra sonrisita.

Llego el tan aclamado beso!!Ahora veremos como sigue esta historia porque van a pasar cosas BUENÍSIMAS Gracias por el apoyo y no se olviden de votar!! LOS AMO 💗💗💗💋💋💋💋

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Llego el tan aclamado beso!!
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Experiencia | Enzo Vogrincic|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora