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Narrador Tails
Era un viernes, estaba con Vanilla, ayudándola con su trabajo. Estábamos comenzando a preparar el lugar para comenzar un día de trabajo. Mientras acomodaba las cosas que siempre hago cuando estamos iniciando el día, Vanilla me habló.

—Tails, el día de hoy vendrá la mamá de las amigas de Cream que son gemelas. ¿Sí te lo había contado?

—Ah sí, me lo dijiste ayer en la tarde.

—Espero que cumplamos las expectativas que tiene ella de nosotros. Al final, es la mamá de las amigas de Cream, por lo que lo ideal sería no cometer errores con ella.

—Yo digo que todo irá bien...

—Eso espero... Por cierto, la próxima semana es la venta de libros, ¿quieres acompañarme?

—¿Pues que días son la venta de libros?

—La venta de libros es la segunda semana de agosto.

—¿¡Agosto?! ¡Tan rápido va a ser agosto!

—Tails, hoy es primero de agosto.

—¡No puedo creerlo! Yo creí que todavía faltaba tiempo para agosto.

—Tus vacaciones ya se van a terminar muy pronto, solo te quedan diecinueve días que pasarán en un abrir y cerrar de ojos.

—Y yo aquí creyendo que me quedaba todavía un largo recorrido para descansar...

—Ánimos, después de ello tendrás vacaciones en diciembre.

—Eso sí...

Después de eso, Vanilla siguió con lo suyo y seguía preparando todo para comenzar el día. Cuando los dos terminamos de preparar las cosas para el día, estuvimos esperando al primer cliente del día. Después de un rato, este cliente llegó y así comenzó nuestra jornada de trabajo.

Narrador
Tails y Vanilla atendieron a varios clientes, hasta que llegó la hora en la que llegaría la mamá de las amigas de Cream. Despidieron al cliente que era antes de ella, por lo que cuando se fue, Vanilla y Tails estaban solos en el lugar.

—Ahora solo falta la mamá de las amigas de Cream.

—Todavía no llega tarde, ¿o sí?

—No, todavía está en el tiempo adecuado.

—Ya veo...

—Mientras llega, limpia lo que dejamos del cliente anterior.

—¡Oh sí! Está bien. —Cuando Tails se dio la media vuelta y se fue dentro del edificio, la mamá de las amigas de Cream había llegado.

—¡Hola Vanilla!

—Hola Mariana, que bueno que viniste.

—Quería que me hicieras un trabajo, cuando escuché que trabajabas en esto, pensé en acudir contigo.

—Pues estás en el lugar correcto.

—Por cierto, ¿quién es el que estaba contigo? Se parece a tu hijo.

—Es porque es mi hijo Tails.

—¿Y qué hace aquí?

—Ah, lo traje para que fuera mi asistente.

—¿Él quiso?

—No, pero sí. Yo fui la de la idea para que se ocupara en estas vacaciones, pero le pregunté si quería venir conmigo, después de que él lo pensara me dijo que sí.

—Que bueno que esté aquí ayudando —respondió y soltó una carcajada.

—Vamos, pasa y cuéntame los detalles del trabajo que quieres.

Entonces, las dos pasaron al edificio, donde Tails estaba lavando los materiales que Vanilla le había encargado. Cuando terminaron de establecer los detalles del trabajo que querían realizar, Vanilla le habló a Tails, quien ya estaba por terminar de limpiar todo lo que habían encargado.

—Tails, necesito que me traigas todo lo que dice esta lista, por favor.

—Sí, está...

—Hola Tails —interrumpió la mamá de las amigas de Cream.

—Hola —saludó Tails un poco nervioso.

—¿Cómo te ha ido?

—Bien...

—Qué bueno, ¿y cómo está la secundaria?

—Está bien...

—¿Es de buen nivel?

—Sí... creo...

—Que bueno.

—Bueno, voy por lo que me encargaron.

—Sí sí, ve ya no te interrumpo ji, ji.

Tails muy nervioso fue por las cosas que le habían encargado, mientras la mamá de las amigas de Cream estaba platicando con Vanilla. Vanilla se sentía un poco bombardeada por todo lo que le estaba diciendo y preguntando. Después de un tiempo, Tails llegó con una canasta con todas las cosas que Vanilla le había encendido.

—Aquí están. —Dejó la canasta en el mostrador de Vanilla.

—Gracias.

Vanilla comenzó a trabajar con todo lo que Tails le había traído a Tails. La mamá de las amigas de Cream, solo estaba observando lo que pasaba, mientras seguía sacándole charla a Vanilla, pareciera que esa señora no tenía para cuando guardar silencio e incluso pareciese que no había hablando en años o décadas. En ello, Vanilla cometió un pequeño error en lo que estaba haciendo, haciendo que la otra sacara un comentario.

—Sí sale mal, ya no voy a dejar que mis hijas se junten con la tuya... —Vanilla al escuchar eso, se quedó estática por unos segundos, no sabía que decir ante el comentario e incluso se empezó a estresar un poco—. No te creas ji, ji, ji, es una broma.

Vanilla solo fingió reír con ella al comentario, pero a ella no le había gustado nada de las palabras que habían salido de su boca. Vanilla decidió seguir con lo suyo, ahora estaba Tails sentado atrás observando que estaban haciendo ambas, el zorro decidió sacar su móvil mientras todo pasaba.

Vanilla y la mamá de las amigas de Cream seguían platicando, en medio de la plática, la mamá de las amigas de Cream señaló una foto, que estaba detrás de Vanilla. Para los clientes, estaba prohibido pasar por ahí, pero a ella ni le importó y fue hacia el lugar donde estaba la foto. Vanilla se sorprendió y Tails vio como fue por esa área, ambos se quedaron sin palabras. Después de unos segundos, la mamá de las amigas de Cream regresó al lugar que debería estar los clientes. Vanilla no dijo nada por la acción de ella.

Tiempo después, Vanilla terminó de hacer el trabajo que le habían encargado, por lo que ya estaba todo listo. La mamá de las amigas de Cream, tomó el trabajo platicó otro rato con Vanilla, hasta que llegó el siguiente cliente. Cuando se fue, Tails y Vanilla concordaron que el día de hoy fue todo una experiencia y, en cierta parte, un desastre por la forma en la que se comportó ella.

Apuros en el ColegioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora