Capitulo 6

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-Alexa. -oigo una voz lejana.

-¿Quién eres? -camino y miro a todos lados en busca de la voz. No logro ver nada.

-Alexa. -nuevamente oigo esa voz.

-¡Muestrate ya!

-Te he extrañado mucho -sigo sin poder ver a quién habla, está muy oscuro-. Ya dejaste de ser una niña.

-No sé quién eres -veo un camino reflejado y me dirijo allí.

-Todavía no es el momento. Sabrás quién soy en el momento adecuado.

Despierto del sueño que estaba teniendo, parecía tan real como si hubiera pasado en algún momento. Sacudo mi cabeza y pienso que es imposible porque yo no lo habría olvidado. Tenía buena memoria, a menos que mi memoria se haya estado deteriorando con el tiempo, eso no es posible. Yo gozaba de un buen estado de salud, como para que sucediera. La voz que escuché en el sueño era la de un hombre. Dije que no conocía a la persona que hablo más si me parecía conocida, es decir, me suena; sin embargo, no sé de quién es la voz.

*****
-¡Cómo es posible que llegues y no te comuniques! -me levantó del escritorio desconcertada por el torbellino del que, si no escapaba, seguro sería víctima de algún tipo de agresión o asesinato-. No te escapes que va a ser peor para ti.

-Pamela -si señoras y señores, ese torbellino enojado era mi mejor amiga-. Perdóname, tengo algunas cosas en la cabeza que se me pasó hablarte. Tengo mucho de qué hablar contigo ahora, así que te agradecería que te ahorres tiempo y vallamos a lo que tengo para decir -¡bingo! Había acertado con las palabras porque Pamela automáticamente cambió de cara.

-Está bien y muy bien jugado -le doy una sonrrisita cómplice. Me abraza-. Te extrañé mucho... Ale, dime por favor, que te quedas -hace puchero, se acurruca en mí.

-Si, me quedo -doy un suspiro largo y Pamela se separa de mí.

-Eso no se sintió bien.

La verdad es que no había tomado la decisión de casarme; sin embargo, no sentía que tome el polo correcto. Tenía emociones revueltas entre sí. No había podido reaccionar a ninguna noticia como se debía cuando apenas regresaba y ya me sentía en casa, bam... venía otra noticia cambiando mis emociones como si no importaran y para rematar tuve que aceptar una boda por puro contrato.

-¿verdad que no? -menea la cabeza afirmando lo que dije-. Lo que te tengo que decir lo sabrá media socialite hoy por la tarde en una conferencia.

-Oh, no. Entonces es muy serio, ya veo por qué esa carita tan apagada.

-Me voy a casar.

-Espera, ¿qué? -su rostro era un "oh" enorme, si esas dos letras tenían un rostro seguro que sería esa.

-Sí, me caso -se sacude parpadeando constantemente, se acomoda y vuelve a verme animándome a seguir contándole-. Con James Walton -abre más los ojos y siento una mezcla de asombro y preocupación en ellos.

-¡¿Cómo pasó?! Es decir, ¿cuándo que no me di cuenta? O cómo... ¿No te está obligando, verdad? Porque si lo está haciendo, voy ahora...

-Wow, wow, wow... calma, cálmate. No te exaltes y sobre todo, no te adelantes a los hechos. Deja que te cuente. Primero... si sabes de los rumores de la empresa de papá asiente y continuo-. Pues son ciertos y Walton me ofreció ayuda a cambio de casarme con él.

-Sabes, de las dos siempre creí que yo sería la que se casara antes y en serio creí que morirías soltera o que yo iba a terminar casándome contigo y viviendo las dos en una casa muy grande con muchos perros que cuidar -toda esa historia me la imagine mientras Pamela me hablaba, pero no iba a ser así. Yo tenía mi vida ya planeada antes de todo-. Y dime cómo planean sobrevivir juntos, porque si no bien recuerdo, ustedes no se llevaban bien para nada. Podrían terminar matándose -ella tenía razón, él y yo no nos llevábamos para nada bien.

DEL ODIO AL... ¿AMOR? ME NIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora