Capitulo 32

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Me olvidé de Pamela, espera dónde está Pamela. Me paró para buscarla más, no la encuentro. James empieza a conversar con unos señores que no conozco y es solo menciono un simple "con permiso". 

Camino por el umbral del lugar que ya está un poco sucio, ya se perdió por mucho tiempo, pienso para mí misma, voy a buscarla antes de que me arrepienta. Regreso al hotel, pero no está allí. Voy para el muelle y ahí veo a dos personas, me cerco un poco más, ¡bingo! Ahí están Pamela y Mathias. Los veo conversar y de pronto se besan. ¡OH POR DIOS! Se entendieron, no puedo creerlo, se entendieron, ojalá que eso dure. Al rato, Pamela se separa y viene para donde estoy yo. Veo que está llorando, me acerco a ella.

-Vi todo, ¿qué pasó? ¿Por qué lo dejaste y saliste corriendo? -preguntó.

-No puedo amiga -sigue llorando- estoy embarazada, me llagaron los resultados, él fue muy bueno conmigo y yo bueno no hice bien mi elección. No quiero hacerle daño ahora que yo tengo mis propios problemas. -responde con dificultad y sollozando.

-Amiga, si se quieren deben estar juntos, no pueden separarse -la consuelo-. Además, él te quiere y si elegiste mal, pero tienes derecho a equivocarte. -la abrazo y ella sigue llorando.

-Discúlpame por malograrte la tarde con mis problemas -se separa de mí-. Regresaré al hotel, y tú puedes regresar a la fiesta. -dice levantándose de donde nos habíamos sentado, no le dejó irse como insistiendo en mi idea-. No, Alexa. No le puedo echar una carga a Mathias, estoy embarazada y él no se merece eso.

-¿Qué? -habla Mathias detrás de nosotras, ambas volteamos- ¿Es cierto? -él parece quedarse expectante.

-Si, es cierto y no es algo fácil -ella simplemente dice eso y se va. Mathias parece quedarse de piedra. Realmente yo esperé que hiciera algo más. Y no. Simplemente, se quedó allí y yo fui con mi amiga. Sé que me necesitaba, su situación no era nada fácil, tener un hijo no era cosa de broma o algo de juego. 

Cuando alcancé a Pamela, me di cuenta de que estaba llorando y se me partió el alma al verla así. Ella era una persona muy risueña y sentía que mi amiga se estaba apagando con toda esta situación. 

Para distraerla, me pasé toda la noche hablando con Pamela, hace tiempo que no pasaba una noche tan normal. La anime, la abracé y le dije que no estaría sola, que si su mamá no le prestaba atención o la dejaba sola, yo, estaría con ella y para ella, juntas saldríamos adelante junto a su bichito, si, ya le pusimos un apodo a la pequeña semilla que ya estaba dentro de ella. Sería tía, no sé si vaya a ser niña o niño, pero ya la quería por el simple hecho de que era de mi mejor amiga, mi hermana, de otra madre. 

Como a la 5 de la mañana regreso a la habitación que comparto con James y realmente espero que no me espere un lío con él ahora que llegue al cuarto. Entró con cuidado a la habitación, él está echado en la cama. Me quito el vestido que luché por quitar el cierre de él. Después de pelear un poco logré quitarlo, me pongo el pijama para luego meterme en la cama. Cuando ya estoy dentro, James habla.

-Hola, Alexa. -dice con voz ronca.

-James, no hice nada malo, solo estuve con Pamela toda la noche... -James me interrumpe.

-Si lo sé, Mathias me dijo que estabas con ella, además vi el live que hicieron -cierra sus ojos-. Serás buena, tía. 

-¿Crees que sí? -pregunto y solo asiente. 

*****
-No quiero que me llames -respira- no insistas. -cuelga su teléfono.

Miro todo a mi alrededor, las sabanas están todas revueltas y estoy en el centro de la gran cama del hotel.

-Ya despertaste -mira su reloj- alístate y baja para almorzar, ya casi están todos abajo. -dice, no tengo ganas de bajar.

-Ve tú solo, yo me quedo. -digo poniéndome boca abajo.

-No -pone su celular en su bolsillo-. Es un almuerzo familiar, y tú eres mi esposa. Tienes que ir y para asegurarme que bajes, me llevaré esto. -agarra mi celular y sale.

No me queda de otra, no puedo estar desconectada, podría llamar a mi madre o podrían necesitarme en la clínica. No puedo dejar que Gael piense que me intimida.

Al bajar veo a toda la familia de James, busco a James. No lo encuentro.

-Mi amor, aquí estoy. -veo que se aproxima a mi por detrás, me planta un beso, devolviéndome mi celular.

-Gracias. -respondo con sarcasmo y sonriendo falsamente.

El almuerzo estaba muy delicioso, James se la paso sonriente, la verdad no pude distinguir cuando fingía y cuando era de verdad. De pronto suena mi teléfono, es ¿mi jefe?


- Doctor, buenas tardes, ¿a qué debo su llamada?

Alexa, te llamo para avisarte que tu mamá ingresó a la clínica, tengo que decirte que está muy grave, no creo que pase de esta noche. - 

- Ahora mismo voy a tomar un vuelo para Los Ángeles, haga lo posible por mantenerla consiente, por favor -suplico.


Tratare y no cometas una locura.
-


Cuelga, no pienso regresar donde estaba antes. Antes de irme, volteo a ver a James. Él también me está mirando, no espero que él reaccione o me diga algo, solo camino hacia el ascensor, James va acompañándome. Solo agarro mis documentos y solicito un taxi para ir al aeropuerto.

Llamo a Pamela, al tercer pitido contesta.


- Pamela, tengo que volver a Los Ángeles, ¿quieres venir conmigo o volverás con mas calma?

Que pasa... ¿Por qué, paso algo? -siento que voy a echarme a llorar. -

- Es mi mamá, responde a mi pregunta principal

Regreso contigo. -

- En 15 minutos nos vemos en recepción. -Veo que James coge todas las cosas y ponerlas en las maletas. También agarra su billetera donde tiene todo y viene hacia mi.


-Voy a comprar los pasajes del próximo avión -me abraza y mira su celular-. No hay para llevar equipaje, solicitaré que lo envíen.

-Que envíen de Pamela también -suspiro-. Irá con nosotros, él solo asiente y vuelve a mirar su teléfono, hace un par de llamadas. Se está haciendo cargo de la situación porque la verdad, mi mente, está en el espacio, ni hubiera sabido qué hacer. Le envió un mensaje a Pamela indicándole lo de la maleta y, ni bien terminó de escribir, me llegó la notificación de que el taxi ya está en la puerta. 

-Cancela el taxi, porque no hay vuelos hasta dentro de 4 horas -posa su mano en el cabello y de nada sirve renegar o angustiarme más, al menos había vuelos y con asientos disponibles. 

-Entiendo -me acerco a James y la verdad quiero un abrazo, dudo un poco, pero al final termino haciéndolo y James se sobresalta-. Estoy un poco asustada, lamento tomarte de imprevisto -intento quitarme y James no me lo permite posando sus brazos alrededor mío, es un abrazo cálido, no entiendo cómo me puedo sentir segura junto a él y a la vez tener que cuidarme de él. 

Me pensé muy bien el hecho de tener un hijo con él y me da miedo. Incluso me había mirado muchas veces en el espejo, imaginando que tal se me vería embarazada, con la pancita crecida. También me puse a pensar en el simple hecho de ver como mi cuerpo se hincha y lo último, pero no menos importante, el parto, ya había escuchado desde muy joven que era una situación muy difícil, cada historia yo la sentía en las entrañas, eso me hacía no desear quedar embarazada, era un tumulto de emociones de sube y baja en mi vida.  

*****

Sin comentarios, lo estoy sintiendo.

DEL ODIO AL... ¿AMOR? ME NIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora