Camino libremente por el parque, hace ya un tiempo no lo hacía, salí a correr. De repente veo a una niña caerse de la bicicleta, me le acerco.
-¿Estás bien, pequeña?
-Si creo -es una niña pequeña- No, no estoy bien. Me duele aquí. -dice la pequeña mostrando su rodilla.
-Tienes la rodilla lastimada, ven -la cargo y la siento en uno de los bancos del parque- ¿te duele mucho? -pregunto.
-¡Luna! ¡Cuántas veces te tengo que decir que no converses con extraños -volteo a ver a la persona que grita-. ¿Qué pasó? ¿Por qué tienes la rodilla lastimada? -se acerca a nosotros más rápido.
-No, la regañes, se cayó y además se lastimó la rodilla. -digo mirando a Luna, así es como se llama la pequeña.
-¿Estás bien, mi amor? -pregunta el hombre acercándose a la niña.
-Con un helado ya no me dolerá nada -muestra una pícara sonrisa-. Podemos invitarle también a la señorita. -dice jalándole el brazo.
-No te molestes. -digo dirigiéndome al hombre-. Yo la curo y se podrán ir por su helado.
-No es molestia, nosotros te invitamos. -dice cargando a su hija- Gracias.
-Gracias -sonrió-. Que sea de menta por favor. -agrego.
-Espérenme, voy por los helados. -camina para la heladería.
Luna y yo asentimos, mientras esperamos voy curándole las raspaduras que se hizo, ella me cuenta cosas de su papá y su mamá.
Pasan los minutos y el padre de la niña aún no llega con los helados, estamos sentados, pero me canso, me paro y al instante siento que me abrazan por detrás. No me alerto por qué sé quién puede ser, miro a Luna y ella mira a quién está abrazándome.
-¿Quién te pidió permiso para poder venir al parque? -pregunta sonriendo. Intento quitar su brazo de mi cintura, pero él no me deja hacerlo.
-Te voy a pedir que, por favor, me sueltes. -finjo una sonrisa porque estamos en frente de Luna.
-Eres mi esposa, te puedo tocar todo lo que yo te quiera. -sigue sin soltarme.
-Hola, soy Luna. -dice sonriéndole la pequeña y además le extiende la mano.
-Soy James -¿Alguna vez podrá ser más cálido? No importa si es con un niño, encima quiere tener hijos- Alexa, nos vamos. -le miro.
-¿Qué tienes? ¿Cómo voy a dejar a Luna sola? -pregunto haciendo caras.
-Ya viene su padre, podemos irnos. -se va acercando el hombre con tres helados, antes de que James diga algo más, me adelanto.
-Gracias por el helado, pero ya me tengo que ir -digo agarrando el helado- Nos vemos. -digo regresando con James.
-Vamos a jugar en los columpios. -dice alegremente Luna.
-Me tengo que ir nena, no vemos preciosa. -le doy un beso en la mejilla.
Caminamos unos metros hacia delante y James comienza con su caprichito.
-¿Cuánto quisieras ser la madre de esa niña, verdad?- pregunta sarcásticamente.
-Tonto, yo no te reclamo nada -quito su brazo de mi hombro-. Sobre todo cuando esa tal Valentina se te cuelga y ella sí sabe que estás casado. -por qué rayos salió eso de mi boca.
-¿Celosa? -dice burlonamente.
-¿Yo? Por favor ya quisieras. -contesto sin mirarlo.
-Respondiéndote a los reclamos que te hice, yo solo quiero dejar bien en claro que tú -me señala-. ERES MÍA. -dice firme en su tono de voz, supongo que quiere dejarle bien en claro al hombre, celoso resultó James.
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DEL ODIO AL... ¿AMOR? ME NIEGO
Teen FictionSe dice que cuando se está enamorado eres capaz de hacer muchas cosas y hasta puedes llegar a casarte solo por amor, pero este no es el caso de Alexa. Ella no se casó porque lo deseara, ni mucho menos por amor. Esta es una historia no tan común par...