Capitulo 39

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- Nos vemos, gracias por la llamada -escucha atentamente, lo que le dicen por teléfono-. Excelente, ya nos reunimos cuando llegues entonces. Nos vemos, Mathias. 


Cuelgo la llamada y al instante siento que James entra. 

-Llegaste -me giro hacia él-. ¿Vamos a comer?

-Sí, ¿hablabas con alguien? -pregunta, quitándose la ropa, imagino para ponerse más cómo.

-Era Mathias, dice que también va a llegar -su semblante cambia-. E iremos a comer mañana, no me despedí el día que se fue.

-¿Sabías que venía por eso quisiste venir? -tiene expresión seria, no me gusta a dónde va esto.

-No sabía -me acerco más a él-. Ya no regresas, ¿verdad? ¿Cómo te fue? -decido cambiar de tema, no deseo malograr el viaje teniendo diferencias.

-Bien -solo dice eso y se dirige al baño-. Espérame, salgo y vamos a comer.

Me dirijo al umbral de la puerta, y justo cuando estoy cerca, suena. Al abrirla me encuentro con Valentina.

-¿Tú? Bueno, no importa -parece sorprendida, pero al instante cambia de rostro-. ¿Está James? -dice entrando sin permiso a la suite.

-Si, está ocupado -quiero que se vaya, no quiero esperar porque tengo hambre.

-Búscalo -¿no escucha? Por favor, qué genio tiene. Solo la ignoro y voy donde está James. Toco la puerta y de nuevo con los ruidos de arcadas, no creo que sea bueno.

-Ya voy, ni demore tanto -sale de la puerta. 

-Te buscan -digo eso y hago un gesto con la cabeza señalando a la puerta. Me mira raro y me voy al cuarto, tendré que esperar, supongo. 

Pasan los minutos y James viene por mí para ir. Deja un sobre en la cómoda, llegamos al restaurante, me limito a caminar a su lado. Llegamos a una mesa donde hay unos señores, parece que algunos con sus parejas y también está Valentina, que parece que se le hubiera metido un payaso. 

-Señores, ella es mi esposa Alexa Jhonson -seguro a eso vino Valentina a avisarle que estaríamos acompañados-. Cariño, estos señores son nuestros nuevos socios, por el proyecto que empezaremos en estos días. 

-Un placer conocerlo -ellos asienten sonrientes y empezamos a ordenar.

La comida transcurre tranquila, James y sus socios empiezan a conversar del proyecto muy animosamente. Valentina participa también de la animada conversación, yo solo estoy escuchando todo el suceso, hasta que uno de ellos me dirige la palabra. 

-Señora Walton, ¿Usted también será parte de este proyecto? -pregunta.

-No, yo solo vine a acompañar a mi esposo, tengo algunos días libres. -respondo calmadamente y sonriente, él asiente.

-Mi esposa es médica, los pocos días libres que tiene los pasamos juntos -agrega James, habla como si estuviera orgulloso de mí y los demás asiente felices y asombrados. 

No me preguntan más cosas, creo que saben que no entendería mucho de su proyecto. No me siento mal porque no es mi rubro, pero sí es incómodo escuchar cómo Valentina trata de siempre tocar a James. Terminamos y nos retiramos, parece que Valentina se quería levantar, pero James le indicó que acompañara a los señores a la salida. 

-¿Por qué Valentina está aquí? Y sobre todo, ¿Qué tiene que ver ella en todo esto de su proyecto? -me parece curioso que sepa todo de lo que se habló. 

-Es también una socia, maneja la empresa de sus padres y la enviaron como un pico de confianza -me explica y entiendo. 

-Al parecer no es tan descerebrada como parece -menciono y caminó, pero escuchó a James esbozar una sonrisa, me giró para ver el espectáculo, se pone serio y yo lo he pillado riéndose antes de cambiar. 

*****
-Estás mal, James, pienso que deberíamos visitar un médico -me mira con cara de... ¿En serio?-. No me dejas ni revisarte -parece ilógico que yo sea médico y no sepa que tiene, varios días ya lleva así, es super raro.

-No iré por estar mal del estómago, estoy seguro de que se pasará -no pienso lo mismo, pero es muy terco-. Creo que debemos terminar con el embarque.

No puede ser la comida por qué comemos lo mismo que él, tampoco el cambio de aires porque ya estaba así desde que vinimos y una comida en mal estado no dura mucho tiempo en ser expulsada, menos te da tantas náuseas. Necesita unos análisis urgentemente, no sé cómo lo voy a convencer de ir a hacérselos al estar en Los Ángeles.

POV Gael WALTON
-No es posible, pero decía al primer heredero -camino desesperado por esa oficina-. Mi esposa tendrá al primer nieto, es su derecho, aunque sea un feto. 

-El heredero tiene que nacer y cumplir la mayoría de edad para que pueda estar a su nombre legalmente la herencia. Es lo más lógico. -ese abogado parece tan tranquilo, pero no entiendo como. Solo le lanzo una mirada amenazante y salgo de ahí.
No puedo perder esa herencia por nada del mundo, debe ser mía. James no puede quedarse con esto también. Por lo que vi, en cualquier momento Alexa va a quedar embarazada, sin dejarme opciones. Los tengo tan vigilados que sé cosas de ellos, que ni ellos mismos sabían uno del otro. Sé, hasta lo que comen, seguro están de regreso de Alemania, espero que ella haya hecho su trabajo. 

Pitido uno, pitido dos... y contesta.


- Dime...

¿Si lo hiciste? -pregunto efusivo, estoy conduciendo. -

- Fue de lo más sencillo que hice -suelta una carcajada-. No me costó, seguro con esto conseguimos que se despeguen, me da náuseas de solo pensarlo.

Está bien, esperemos que funcione. Las cosas se complicaron ahora, estoy volviendo del visitar al abogado del abuelo, me dijo más cosas. -

- Yo cumplí mi parte, tienes que cumplir la tuya cuando mi parte funcione, porque va a funcionar. -cuelga.


Estúpida, solo eres una pieza desechable en mi plan. Cuando funcione, nadie sabrá que te borro de la tierra. Entra otra llamada.


- Llegaron, están saliendo del aeropuerto. -dice.

No lo pierdan de vista -miro la pista, giro en la siguiente calle-. Quiero reportes cada rato, que hacen, que no hacen, en que momento se separan, sobre todo eso, en que comento se queda ella sola. -

- Entendido, señor. -solo cuelgo


Voy a poner en marcha el plan, solo por si el plan A no funciona. No me voy a fiar de una niña caprichosa que siempre quiere tener todo lo que quiere, como Valentina.   

*****

Capítulo corto porque estoy algo des inspirada. ¿Ustedes sabían sobre la depresión?

DEL ODIO AL... ¿AMOR? ME NIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora