DEL ODIO AL... ¿AMOR? ME NIEGO

Capitulo 8

-Se va a casar, ella se va a casar, Leonardo. 

-Si, ayer lo anunciaron. 

-Tengo que estar presente, yo me tengo que presentar antes de su boda.

-No puedes hacer eso, aunque el hombre que te perseguía está muerto, su hijo te está persiguiendo.

-Yo tengo que estar con ella.

-Sé que ya aguantaste mucho tiempo, pero no puedes hacerlo. Estoy seguro de que puedes soportar unos meses más.

-Mientras espero, ella se casara y yo no podré hacer nada ni asistir a su boda.

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Al parecer hicimos nuestro anuncio muy creíble, veo revistas y medios de canal hablando de la historia. Tengo un montón de solicitudes en el Instagram y el correo. Leía algunas invitaciones pasadas y presentes, había mensajes de marcas, televisoras diciendo que les cedan entrevistas con James. Cierro la máquina, ya había pasado casi una semana desde el anuncio y este fin era nuestro viaje. A Pamela ni le pregunté, solo le avisé y dijo que nos veríamos en el aeropuerto. 

Mi madre nos llevó al aeropuerto, nuestro vuelo sale a las 7:00 de la mañana. Al llegar, fuimos directo a la zona de embarque, nos embarcamos y despegamos.

Como salimos muy temprano, no pudimos desayunar, así que pedimos algo para desayunar y nos trajeron huevos revueltos, salchicha de pavo y jugo de Pomelo.

El vuelo estuvo bien pesado, teníamos que hacer una conexión y el viaje se alargó más horas. Pero la vista no tenía comparación, tenía una vista preciosa.

Nos acomodamos en el hotel, y salimos a caminar a los alrededores como viendo una parte del terreno. La mayor parte de las vistas era vegetación y la mezcla en el horizonte del mar con el cielo y la brisa marina, realmente estaba muy relajada, Pamela empezó a jugar conmigo molestándome causando que la persiga por la orilla del mar corriendo con personas al rededor que estoy segura no tienen ni la más mínima idea de quien soy o de la situación en la que estoy ahora mismo, por más que quiera olvidarme de todo era casi imposible, sigo en mis pensamientos que no me fije por donde iba que me impacto con algo o alguien y al voltear.

-Cuidado -al levantar mi mirada veo a un tipo bien parecido que al ver sus ojos siento una des variación en mis pensamientos—. ¿no te lastimaste? Disculpa, estaba distraído.

-Tranquilo, también tengo la culpa -reaccionó y estabilizó mi cuerpo. 

Camino hacia Pamela antes que el hombre diga más, sentí algo extraño cuando impacté con el hombre, su mirada y su porte hizo que yo sintiera como si lo conociera de algún lado. 

Al rato ya había olvidado al hombre del choque. Entre juego y vistas preciosas se hizo tarde, regresamos al hotel por hambre y a alistarnos para salir, a divertirnos más noche en un lugar exclusivo. 

No era mucho de salir, prefería los lugares tranquilos que me dejaban encontrarme conmigo misma sin el bullicio de las personas y esa noche iba a hacer algo distinto. 

-Hoy quiero que te liberes, no pienses en James, ni en el compromiso, ni en el contrato... en nada -respiré hondo y así iba a hacer, no pensaría toda mi actual situación. 

-Estoy preparándome mentalmente para eso -miro a mi alrededor, hay muchas personas-. Está lleno, solo necesito entrar en ambiente... adentrémonos.

Para la sorpresa de mi amiga, tomo la iniciativa y pido un par de copas con tequila, directo al punto, sin rodeos. 

-Bailemos -mi amiga me lleva a la pista de baile, siento la música cambiar justo en el momento, conocemos el ritmo, el rostro de mi amiga cambia y parece más emocionada-. ¡Conocemos la canción! ¡Ahhhhh! 

Comienzo a moverme aún más al ritmo de Work de Rihanna, siento la música dentro de mí y supongo que el alcohol ya estaba haciendo efecto en mis venas porque comencé a mover mis caderas según iba la música. Sentía varias miradas sobre mí, pero no me importaba, yo solo quería divertirme. A nadie le molestaba con mi disfrute de la canción. 

Dentro del show anunciaron que esa era una noche especial y que la fiesta continuaba en la playa. Salimos en grupo hasta ese momento, presentí algo malo. 

-Pamela, Pamela ya vámonos, siento que algo malo va a pasar -me mira confundida-. Hazme caso...

-Alexa, tranquila. No va a pasar nada malo, estamos aquí para divertirnos, déjate llevar.
-No sé...

-Mira, si vemos algo raro, nos vamos de una y sin pensarlo.

No se me quitaba ese pensamiento de la cabeza, seguía rondando en mi mente, me senté en la arena viendo cómo los demás saltaban y tomaban desmedidamente. 

-¿Por qué sola? -volteó a ver quién era y era el chico con el que choqué esa tarde, el mismo con el que conecté miradas profundas-. ¿Puedo sentarme contigo?

-Adelante.

-Soy Patricio, un gusto -me extiende la mano-. ¿Y tú eres?

-Alexa, soy Alexa. 

-No te había visto por aquí, ¿de paseo? -era lógico, por eso me gusta viajar, nadie te conoce.

-Si, estoy de paso... cortas vacaciones de fin de semana, mañana me voy.

-Interesante...

-¿Tú eres de aquí o simplemente estás de paseo igual que yo? -volteo a mirarlo esperando su respuesta.

-Si soy de aquí, llevo años trabajando aquí -llega una notificación en mi celular-. Me gustan estas tierras.

- Oh, qué bien. Es muy liberador estar aquí -agarro mi celular. Es Pamela dice que vaya para el hotel y que no la espere, suspiré y continúe-. También me gusta, pero bueno... me voy... fue un placer conocerte. 

Simplemente, sonreí y me levanté para irme hacia el hotel. Ya tenía masomenos idea de lo que había pasado con Pamela -Ay, mi amiga-. Pensé.