Capitulo 21

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-¿Dónde están todos? -pregunta James a su abuela.

-Salieron en la mañana, ya deben estar por llegar -se levanta y su esposo también-. Gracias y provecho. -dicen retirándose.

Clorinda y una chica más vienen con nuestro almuerzo, ponen todo en la mesa.

-James deberíamos salir a ver la ciudad. -dice animado Mathias. 

-¿Para qué si ya la conocemos? -dice sin mirarlo.

-Egoísta, tú sí la conoces, pero Alexa no la conoce, deberías llevarla. -dice con cara de asco.
Solo me limito a comer y ellos continúan hablando a dónde "podríamos" ir. Se me antoja un poco de jugo.

-Mathias, ¿me pasas la jarra? -preguntó y él asiente acercándomela, yo extiendo mi brazo para agarrarla.

-Alexa, tienes un hematoma en el brazo, ¿Qué te pasó? -pregunta y veo mi brazo que está medio rojizo.

-Yo... este no sé... no sé cuándo me lo hice. -si sé, pero no le voy a decir tampoco, ¿verdad? Ah, y gran respuesta, Alexa... pienso.

-Espero que no sea lo que estoy pensando, James. -dice Mathias.

-Tal vez me hice cuando Lucas salto encima de mí. -digo tratando de sonar convencida.

-Bueno, entonces, me voy ya termine aquí. Si quieres ir a algún lugar, dímelo, yo te llevaré -mira a su hermano- no creo que este patético te lleve. -escucho la palabra "patético", suelto una leve carcajada y James me mira cómo decir: Ahora vas a ver. Luego mira a su hermano y este solo levanta las manos en son de paz.

-Gracias Mathias, si te necesito te buscaré o llamaré. -digo amablemente, continuo comiendo.

No quiero estar encerrada en esta casa toda una semana. Pensándolo bien, creo que sí buscaré a Mathias. Lo que me pregunto es: ¿por qué mi amiga no se enamora de él? No lo sé, solo me pueden poner al tanto uno de los dos.

-Quieres salir, ¿verdad? -pregunta y yo asiento- entonces, pasado mañana en la noche, vamos a salir. -últimamente estoy yendo a fiestas seguidamente.

James se levanta y se va, miro su plato y parece que ya termino. Llamaré a Pamela y contesta en el primer pitido.

- Amiga, estuve esperando tu llamada, nunca llegó.

Lo siento, se me complico un poco la cosa. -

- Bueno, cuéntame.

Empezaré con... -le cuento todo lo relacionado con mi madre y las últimas cosas que me pasaron. -

--Ay amiga, las cosas que te pasan, cómo es que pudiste soportar, con el carácter que tienes, porque no lo mandaste a la fregada. Yo creo que tu esposo ya te está domando.

Discúlpame, a mí nadie me está domando, no soy un animal. -

- Bueno, pues creo que ya no me apetece casarme. Viéndote a ti casada.

¿Me contarás qué pasó con Mathias? -

- Me gustaría no hablar de eso.

Pienso que es muy serio, ¿en serio no me lo quieres contar? -

- Por ahora no, más adelante.


Es muy serio el problema, ¿verdad? -

- Si, más o menos.

DEL ODIO AL... ¿AMOR? ME NIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora