Where are you, Bobby?

6.

Jaiden estaba destrozada.
Roier con mucha ansiedad.

Desde ese día ninguno de los dos podía dormir bien

Roier todos los días estaba en llamadas con la policía, el cual era totalmente inútil porque no hacían más que decir que seguían buscando rastros y pistas, pero no habían encontrado nada.

Jaiden pasaba sus días acostada en su cama, abrazando el peluche de mapache favorito de su hijo, ya no soltaba lágrimas, se le habían acabado el día de la desaparición de su hijo, solo no tenía ganas de hacer algo, no veía razones para trabajar si no estaba su bebé con ella.

Todos esos días Roier acompañaba a Jaiden, dándole ánimos y aunque no quisiera, falsas esperanzas de encontrar al pequeño.

Roier era el encargado de darle de comer a Jaiden, no quería que enfermara por no comer algo saludable.

Hubo un día en el que Roier salió a comprar en la tiendita, buscando algo rico para cenar esa noche, aunque extrañamente todo se sentía más..gris.

Bobby siempre lo acompañaba a regañadientes, pero el pequeño siempre se divertía y escuchaba comúnmente su risa y su voz, esa que en esos momentos le irritaba, pero que ahora deseaba con todo su ser volver a escuchar.

Al llegar a la tienda empezó a tomar algunas cosas, verduras pollo y sopa, algo calentito para su corazón.

Y al parecer no se había cuidado bien por que el vendedor lo miraba como si hubiera visto un fantasma.

- Roier...¿Todo bien?

- Si Bad, han sido días duros, lo sabes no?

Ya llevaba tiempo conociendo a ese vendedor, era más bien un joven de 28 años de cabellos largos negros y anteojos, siempre era muy amable.

- Roier, todos estamos contigo, lo sabes verdad? Todo va a estar bien.

Digo aquella agradable persona, poniendo su mano en el hombro de roier, su sonrisa siendo calmante, Roier hizo una suave y cansada sonrisa.

- Te dejo el cambio por hoy roier, pero porfavor, duerme más.

Dijo el joven con una mueca seria pero que daba cierta ternura, roier soltó una pequeña risa, asintiendo y guardando sus cosas en la bolsita de compras.

- muchas gracias bad..Al final no eres tan malo como te dicen eh, Jeje.

Le guiño un ojo al joven y salió del establecimiento, dejando a un colorado badboy por aquel cumplido.

Roier se encaminaba a casa.

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Jaiden estaba sentada en la cama de su hijo, mirando la decoración de todo el cuarto, nada había cambiado, solo las sabanas arrugadas de la cama.

Los ojos le ardían, y sus manos empezaban a temblar, quería llorar, gritar, romper todo, pero simplemente

No tenia fuerzas.

Se iba a acostar de nuevo en la cama, hasta que sonaron unos golpes en la puerta, rápidamente fue al lavabo y se limpio la cara, al menor estar un poco presentable.

Fue a la puerta principal, sabía que no era roier porque este mismo siempre llevaba las llaves y podía entrar a la casa, pensó que podía ser otro policía buscando pistas y eso, nunca entendió que querían.

Su sorpresa fue grande al encontrar a un par de hombres, extrañamente se le hacían conocidos, talvez algún cliente del restaurante.

Era un hombre de ojos azulados y barba corta, y otro con cabellos verdes y ojos del mismo color, ambos iban trajeados de color negro.

- Buenos días señorita, mi nombre es Cellbit y mi compañero Etoiles, estamos aquí para ayudarla.

— ¿Ayudarme? so that? so they don't do anything again?!

Grito molesta Jaiden, para este punto ya no confiaba en la policía.

— Get out of my house!

Jaiden quería desquitar toda su rabia en ese momento, pero justo vio a Roier a espaldas de los agentes.

— Que..¿Que pasa aquí?

Ambos agentes miraron a sus espaldas y vieron al castaño, el hombre peliverde con una sonrisa lo miró asombrado.

— ¿Roier?

— ¿Etoiles?

— My Bro!

Dijo aquel hombre trajeado, abalazandose a abrazar y revolver el cabello de roier, como si de dos hermanos se tratasen.

— ¡Ey ey! ¡Pendejo no hagas eso!

Etoiles soltó una carcajada y soltando a roier, las otras dos personas miraban extrañados la escena, pero con cierta ternura, solo jaiden, Cellbit estaba algo irritado.

— Roier! No sabias que tenías una familia, me alegro my bro.

— Es algo así, ¿Que haces aquí  Etoiles?

— Nos pidieron atender este caso, y aquí estamos para ayudarlos en el caso de Bobby.

— Necesitamos hablar con ustedes.

El segundo hombre trajeado se hizo de notar, hablando en voz alta y algo ronca, mirando fijamente a roier, este mismo sintió un aura tenebrosa, se notaba la seriedad con la que se tomaba su trabajo, y asintió.

— Pasen pasen, les sirvo algo de tomar.

Dijo roier entrando a la casa, Jaiden se sentía algo avergonzada, pero igual también dejó pasar a los agentes.

Unos minutos después estaban en la sala de estar, roier estaba preparando algo de café para los agentes en la cocina, mientras tanto el ambiente en la sala era sumamente incomoda.

— Yo..Sorry for my behavior, I just didn't feel wel-

— C'est bon mademoiselle. (Está bien señorita)

Hablo de repente el agente, tenía una sonrisa amable.
Jaiden se calmo porfin, hace mucho no había personas en su hogar más que nada después de la desaparición de Bobby.

Roier llegó después con un par de tazas de café para los agentes y un té para Jaiden, los coloco en la mesita de la sala y se sentó junto a Jaiden.

— Bien, ¿Que es lo que gustan hablar?

Dijo roier, con una postura firme y atenta, mirando fijamente a los agentes en su hogar, El hombre llamado "Cellbit" Hablo, con dureza y firmeza, un poco intimidante.

— Necesitamos hablar, sobre las desapariciones, no solo afecta a Bobby y a ustedes, también a cientos de niños y sus familiares desesperados, tristemente Bobby no es y ni será el último caso.

Etoiles siguió la conversación.

— Bobby fue el último en desaparecer en la primera zona sospechosa, las otras familias no querían cooperar con nosotros por la mala fama de la policía y del gobierno, de verdad, queremos ayudarlos.

A cambio de Cellbit, Etoiles transmitía la confianza que necesitaban tanto Roier como Jaiden, Jaiden dio un suspiro y asintió.

— Estaremos honrados de ayudarlos.

Espero les guste! ♡