Where are you, Bobby?

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- ho..hola?

Aquel nuevo inquilino los miraba con miedo, temblaba y sus ojitos estaban cristalinos, esos ojos verdecitos.

Bobby fue el primero en acercarse, agachándose a su altura y Richas siguiéndolo

- Hola..mi nombre es Bobby y tú?

- Pe..Pepito, mi..mi mamá me dice así..

- É um prazer conhecê-lo, meu nome é Richarlyson (Es un placer conocerte, mi nombre es Richarlyson)

Hablo el niño moreno, acercándose delicadamente al pequeño y sonriéndole, queriendo transmitir confianza.

El más pequeño se acomodo sus rotos lentes y se acercó a los dos, mirando al piso.

- ¿Dónde estoy?. . .

La voz de Pepito sonaba débil, asustado, quebrada... Era doloroso ver a un niño tan pequeño temiendo por su vida, cuando de lo que debería preocuparse si es que Santa le trajo un regalo o no en navidad.

Richarlyson se vio reflejado en el más pequeño, recordando cuando había llegado a ese lugar y lloraba en busca de sus padres, pero nadie estaba con el para consolarlo.

No quería que Pepito también sufriera por eso, asique se acercó y abrazo fuertemente al pequeño, este ocultó su rostro en el hombro del más grande, Bobby se quedó mirando la escena, con una sonrisa, para después acercarse a ambos y abrazarlos

Algo le decía que tenía que sacar a todos de ahí
Y lo haría.

Paso un tiempo y se estaban conociendo mejor entre si, Descubrieron un poco más sobre el exterior, Pepito dijo que vino junto a otras dos niñas pero fueron separadas de el por géneros había más niños y más celdas, era como una cárcel enorme.

Bobby fue secuestrado de diferente manera, usando en su contra su inocencia contra el, Pepito fue tomado a la fuerza y silenciado.
Richas decía que no recordaba muy bien como llego ahí.

Convivían y hablaban, después jugaban, olvidándose un momento de la situación y el lugar donde estaban...

Porque aún eran niños, y se querían divertir.

Después de un rato, Bobby y
Pepito quedaron dormidos, su cabezas recostadas en los hombros de Richas, iba a ser la primera noche de Pepito durmiendo fuera de su hogar, lejos de su madre, eso lo hacía sentir inseguro.
Richas fue el que se ofreció a darle ese confort y seguridad que necesitaba.

Fue una noche dura, sobretodo porque no se dejaban de escuchar gritos de otros niños.

En la madrugada, Pepito se despertó, miro por la ventana de aquella celda viendo un poco del cielo estrellado, anhelaba ir con su madre.

Cerro sus ojos, recordó el momento en el fue tomado, en el parque
Su mamá estaba un poco lejos de el, el jugaba en los columpios, hasta que un señor lo tomo del cabello y lo alzó, tapando sus gritos, el se movía inquieto, vio a su mamá por última vez con un rostro aterrado que jamás vio e ella, antes de que sus ojos fueran tapados por una bolsa en su cabeza.

Solo recuerda el sonido de un "coete" antes de quedar inconciente, y los gritos de su madre... pero no pudo ver nada.

Despertó de golpe al sentir una mano en su hombro, se trataba de Bobby, quien lo miraba con preocupación, el mismo no había notado las lágrimas en sus ojos y cayendo por su mejillas, se limpio rápidamente.

– Hola..Bobby, ¿Que haces despierto?...

– Escuché ruido y vine a verte.

Bobby tenía una mirada tranquila y serena, miro al suelo y su sonrisa se borró, Pepito rompió el silencio.

– ¿Cómo son tus padres? Solo los mencionaste un poco.

Hablo mientras se acomodaba fijando su mirada en el más mayor, Bobby sonrió levemente.

– Mis papás..ellos...son lo mejor del mundo, ya te dije eso, pero mi papá, me enseñó todo lo que se, siempre me decía que era un chingon, una persona muy fuerte, y lo soy, pero. . .

Bobby empezaba a temblar, desde que llego ahí se mantuvo fuerte, con la esperanza de que sus padres lo encontraran, pero cada día que pasaba, perdía esa esperanza.

Pepito se acercó y lo abrazó, tiernamente, consolando al mayor, no hizo más preguntas.

Solo pasaron unos minutos para que Bobby se calmara y correspondiera el abrazo del menor, acariciando su cabeza como muestra de agradecimiento.
Pepito hablo.

–Sabes, yo no recuerdo a mi papá, mi mamá siempre cuido de mí sola, pero, no sé si ella esté bien. . . No tengo más familia.

– Pepito, cuando salgamos de aquí, te ayudaré a encontrar una familia,  te prometo.

Bobby lo interrumpió, mirando decisivo al contrario, que sonrió y se aferró al abrazo.

– Gracias Bobby. . .

Hola!,  hace mucho tiempo no decía nada aquí, estaba descansando en mis vacaciones y no tenía mucha inspiración para la historia, espero me perdonen <3
Gracias por sus votos y las vistas!

El final de acerca, maybe el siguiente sea el penultimo.

No se preocupen, habrá más contenido después<3