Batman's little girl

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Un extenso silencio se apoderó del ambiente, acompañado únicamente por el canto de los grillos en el campo. Los rostros de los mayores reflejaban un torbellino de emociones ante el incierto rumbo que tomarían las cosas de ahora en adelante. Sin embargo, para Clark y Lois, la decisión de Bruce ya estaba clara: asumirían la responsabilidad como padres de Eileen, lo que implicaba que su pequeña dejaría Smallville para unirse a la familia en Gotham.

Lois apretaba la mano de su esposo con fuerza mientras observaba a Bruce entablar una conversación con la pequeña. Las palabras fluían lentamente entre ellos, y en ese momento, el corazón de Lois se retorcía al sentirse utilizada por Alice. Había prestado su tiempo a Bruce, dándole la oportunidad de reflexionar sobre la respuesta que elegiría, dejándolos a ellos como una segunda opción en caso de que las cosas no salieran como ella esperaba.

- Creo que deberíamos entrar a la casa; ya está haciendo frío, y Ariadna no debería estar tanto tiempo al aire libre.- pronunció Lois con voz temblorosa. Era inusual verla titubear, ya que siempre había sido alguien segura en sus palabras. Sin embargo, en ese momento, sentía sus labios secos y sus palabras vacilantes.

- Es una buena idea. Entraremos y luego podremos hablar más sobre todo lo que está sucediendo.-  respondió Clark, sosteniendo la mano de su esposa. Sabía que ella no se encontraba bien, y él mismo compartía ese sentimiento de malestar por toda la situación.

- Cua cua.- Ariadna llamó a su tío Clark mientras liberaba sus pequeños brazos del abrazo de Bruce y los extendía hacia él, expresando claramente su deseo de ser cargada. - Abrazo.- pidió, manteniendo sus ojitos de colores distintos fijos en su tío.

- ¡Claro que sí, ven para acá, mi solecito!-  Clark se acercó a la niña y a su amigo para recoger a la pequeña en sus brazos. En ese momento, sus miradas se cruzaron con la de Bruce, y una pequeña punzada de dolor se apoderó de Clark al darse cuenta de que ahora él se llevaría a la niña a la que amaba como si fuera su propia hija.

Con la niña segura en los brazos de Clark, fueron los primeros en entrar a la acogedora casa en el campo. Dick se aproximó a su padre adoptivo, dándole algunas palmaditas en la espalda antes de quedarse a su lado mientras los demás se dirigían hacia el interior. Lois les informó a los dos menores que les ofrecería algunas galletas con leche, dejándolos como los únicos en el jardín de la casa, acompañados únicamente por el susurro del viento moviendo una campanilla atada a una de las maderas.

- Bueno, ¿estás celoso?-  preguntó Dick de forma burlona mientras permanecía junto a Bruce. Solo recibió un sonido de negación cuando su provocación no obtuvo respuesta. "Sss", murmuró, resignado al silencio de Bruce.

- Todo lo que está ocurriendo es algo que no imaginé que pasaría.-  Bruce apartó la mirada de la casa de los Kent, girándose para perder su mirada entre la tierra que estaba siendo preparada para nuevos cultivos.- Han pasado realmente nueve años desde que conocí a Alice hasta ahora. En todo el tiempo que salí con ella, jamás sospeché ni pregunté más allá de lo que ella me contaba acerca de su familia, y aún así, terminó siendo alguien a quien nunca pude conocer completamente.-  Su mirada se perdía entre lo que apenas sus ojos lograban distinguir en la penumbra de la noche.- Tres años saliendo con ella, dos años como pareja, y nunca llegué a conocer completamente a la mujer con la que estaba. Porque para mí, ella era perfecta.-  añadió con un dejo de frustración en su voz.

- No creo que nunca terminemos de conocer a las personas con las que salimos. No creo que Alice haya hecho todo esto para lastimar a su familia, lastimarte a ti. Pienso que Alice era alguien que tenía miedo, no del compromiso contigo, sino del juicio de los demás sobre su vida. El miedo de perjudicar a todos a su alrededor puede llevar a que alguien huya de todo.-compartió Dick, girándose también para observar en la misma dirección que Bruce, hacia las tierras de la granja Kent que pronto se llenarían de retoños de plantas que crecerían en el futuro.- Somos humanos, papá, y no siempre sabremos manejar las situaciones.- concluyó Dick, sumiéndose en el silencio mientras acompañaba a su padre en ese momento de reflexión.