-Puedo preguntar... ¿Por qué estás manchada de pintura en las manos? _le pregunte a Freen que solo sonrió mientras caminábamos a nuestras habitaciones. La cena se había terminado y creo que fué la mejor que he tenido, Irin y Baitoey son increíblemente graciosas y en más de una ocasión casi derramo mi vino.
-Solo tuve una pequeña idea de último momento y sin querer manche mi ropa, junto a ella mis dedos. _explicó extendiéndome su brazo para que me enganchara a ella.
-¿Se puede saber que pintaste?
-Solo recordé una parte de un sueño que tuve anoche. _me miró por unos segundos con sus profundos ojos azul grisáceo.
-¿Siempre retratas lo que sueñas? _me apoyé en el marco de la puerta soltando su brazo lentamente.
-Retrato lo que es importante para mi. _fué lo único que dijo antes de que, ésta vez, fuera yo la que se inclinaba y besara su mejilla lentamente.
Con una última sonrisa entré a mi habitación y cambié mi ropa por una cómoda pijama, me acosté en la enorme y suave cama y hasta allí recuerdo.
-¿Quieres dejar de hacer eso? _pregunté sonriéndole ampliamente a... ¡¿Freen?!
-No estoy haciendo nada. _se defendió riendo suavemente pero sus ojos aún seguían mirándome fijamente.
-Si lo estás haciendo... ¡Me estás acosando! _ambas reímos a carcajadas y puedo jurar que nunca en mi vida me había reído de aquella forma.
-Pues si acosarte logra que sigas riendo así... Te acosaré toda mi vida. _como si fuera real lo que estaba sucediendo, sentí como mis mejillas empezaban a arder y mi corazón latía como loco.
Freen sonrió como solo ella sabe hacerlo marcando esos adorables hoyuelos que deslumbraban igual que su sonrisa.
-Siempre logras hacerme sonrojar.
-Es uno de mis mayores logros.
Freen lentamente se acercó a mi y unió nuestros labios en un dulce beso.Desperté de un salto aún con el corazón acelerado. Freen... Freen Chakimha es la persona de mis sueños.
¿Cómo? Ella es una chica... No me puede gustar una chica ¿o si?
En cuanto me levanté de la cama entré al baño y me lavé la cara con agua helada. Eso no podía ser, Freen no podía gustarme... Apenas la conozco.
Tardé media hora en hacer mi aseo personal y vestirme con una prenda nueva: botines color café, pantalones negros y un suéter rojo. El frío se estaba haciendo presente.
Bajé al comedor, saludé a todos y me sorprendí enormemente al ver que Freen no estaba. En todo el desayuno no apareció y yo evitaba distraerme y seguir mi conversación con la familia real. Bueno, la mayor parte.
-¿Alguien sabe dónde está Freen? _pregunté terminando mi delicioso té de manzanilla. Estaba algo inquieta, Freen es un gran amiga y me extraña saber que no estaba con nosotros.
-Debe estar en la sala de esgrima. _contestó Song con media sonrisa.
-¿Sala de esgrima? _levanté una ceja algo confundida.
-Así es, Freen a veces desayuna temprano y práctica toda la mañana en la sala de esgrima. _Song me dirigió una mirada bastante curiosa y yo suspiré.
-¿Dónde queda ese lugar? _cuestioné lentamente escuchando una pequeña risa de parte de Song.
-Yo te llevo cariño. _agarró mi mano y me dirigió por un pasillo inexplorado, Song me dejó frente unas puertas enormes del mismo color que todas las puertas del castillo.
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Éternité (Freenbecky)
Ngẫu nhiênRebecca Armstrong tiene la vida que una adolescente de su edad no querría tener en un millón de años. Aún así, ella mantiene su positivismo ante la vida aunque esta no quiera estar a su favor. Rebecca tiene sueños... Y como toda chica inocente piens...