Dos años después...
Dicen que los nervios el día antes de tú boda no son nada, comparados con los del día definitivo de tú boda. Yo siento que es lo mismo, porque ahora estoy encerrada en mi habitación esperando a Nam pero estoy pensando sinceramente en lanzarme del balcón.
Cuando me gradué del colegio, hace dos años, decidí pasar mi tiempo en la fundación mientras planeaba que hacer con mi futuro. Finalmente le cogí tanto cariño a esos niños que decidí especializarme en pediatría.
Hace más o menos tres meses que Freen cumplió su promesa de proponerme matrimonio como es debido y obviamente le dije que si. Sonreí sin poder evitarlo al recordar la sorpresa que me dió en el jardín de las orquídeas al comprarme una estrella y excusándose simplemente con un encogimiento de hombros y diciendo:
"Si la bestia pudo quedarse con su princesa gracias a una biblioteca, ¿por qué yo no puedo quedarme con la mía comprándole una estrella?"
Esa estúpida y atractiva princesa... Me volvía loca.
Unos toques en mi ventana me sacaron de mis pensamientos y cuando corrí la cortina, no evité abrir los ojos con sorpresa.
-¡Entra ahora mismo! _susurré tomando la mano de la idiota de Freen que estaba agarrada del borde de la ventana.
Cuando entró logré ver la palidez de su rostro y cuando se recuperó le colocó seguro a la puerta.
-¡Lo que haga por ti! _susurró/exclamó con la respiración agitada.
-¿Cómo se te ocurre hacer eso? _igualmente le susurré cruzándome de brazos.
-Necesitaba verte y hay un guardia en tu puerta y en la mía. _explicó colocando sus manos en su cintura. -Song y Nam se tomaron muy enserio lo de que no podíamos vernos por dos semanas.
Sonreí acercándome a ella y rodeando mis brazos en su cintura, olfatee el dulce aroma de su colonia y volví a sonreír.
-Casi me matas de un susto, quiero que llegues entera a la boda. _murmuré escuchando su suave risa.
-No te preocupes, así sea en pedacitos estaré en ese altar para que seas mi esposa. _me despegué de su cuello y al mirar sus ojos supe que era verdad lo que decía.
Ella estaría en ese altar y yo también.
-Te amo. _dije con una sonrisa.
-Te amo. _respondió estampando un beso en mi boca.
No hubo necesidad de pedir permiso para que alguna de las dos dejara que nuestras lenguas se unieran, ya se conocían a la perfección, así que a la primera oportunidad que tuvo enredó nuestras lenguas las cuales se movían con total dulzura y pasión.
Lo sigo diciendo, Freen Chankimha es capaz de acariciarme el alma con cada beso.
Unos toques en la puerta bastante fuertes y una persona muy conocida fueron la causa de que rompieramos el beso con rapidez.
Y como no... Looknam Arruina Momentos Hansen era esa persona.
-¡CHANCHOO! ¡¡HORA DE IRNOS!! _gritó y yo miré a Freen quien tenía una ceja levantada.
-¿Irnos? _susurró y yo le sonreí con inocencia.
-¿Despedida de soltera?
-¡¿CON QUIÉN ESTÁS ALLÍ?! ¡¿POR QUÉ NO ABRES LA PUERTA?! ¡YO QUIERO ENTRAR, DEJAME ENTRAR! _gritó forcejeando con la puerta.
-Sabes que ella va entrar como sea ¿cierto? _dije con una sonrisa y ella asintió mirando la ventana con algo de miedo.
-Te amo, nunca lo olvides. _besó cortamente mis labios y se dirigió a la ventana. -Mucho cuidado en esa despedida ¿eh?
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Éternité (Freenbecky)
SonstigesRebecca Armstrong tiene la vida que una adolescente de su edad no querría tener en un millón de años. Aún así, ella mantiene su positivismo ante la vida aunque esta no quiera estar a su favor. Rebecca tiene sueños... Y como toda chica inocente piens...