Éternité (Freenbecky)

Capitulo 16: Navidad con la realeza

Maratón 2/?

Días después...

Estoy pensando seriamente en que ser tan feliz debe ser considerado un delito.

Han pasado unos días desde el baile de invierno, el mejor de toda mi vida, y lo peor de todo es que no he podido tener un momento a solas con esa chica de hermosos ojos azul grisáceo y adorables hoyuelos. ¿Por qué? Porque simplemente al ser la época más importante para Greenwood debe estar de reunión en reunión con su padre, su hermana y Irin y Baitoey. Ahora solo la veo en los desayunos y en la cena.

En mi tiempo libre me la paso ahora con Noey, Nam, Heidi, Mind y Oaey. Me la paso de maravilla con ellas, pero sinceramente extraño mucho a Freen. Mañana es navidad y la familia real, después de desearle los mejores deseos a todo el reino de Greenwood, hará una cena privada. Lo mejor de todo esto, es que la prepararemos entre todos porque dejaron que todos los empleados del castillo estuvieran con sus familias.

-Ya casi está el pavo, familia. _festejó Saint chocando manos con su esposa.

Nos encontrábamos en la cocina ayudando a preparar la cena. Andrea, Saint y Freen son los encargados de alistar el pavo. Irin, Baitoey, Noey y yo somos las encargadas de la ensalada. Song y Char fueron por la bebida en el centro. Los padres de las chicas estaban todavía armando el árbol de navidad.

-Pasame una manzana, Irin. Por favor. _pidió Noey y Irin sin mirarla le entregó lo pedido.

Después de que Irin se despertara y asimilara que su ex-novia había vuelto, la evitaba a toda costa. Cuando le pregunté a Baitoey el motivo, me dijo que Irin seguía dolida de que Noey la abandonara.

Mi mirada se dirigió a esa atractiva princesa que le estaba lanzando un trozo de zanahoria a su padre. Su mirada se conectó con la mía y después esa encantadora sonrisa se hizo presente en su rostro. Lastimosamente Saint le lanzó un trozo de manzana y eso provocó una guerra que Andrea tuvo que detener.

Un rato después fuimos a cambiarnos por ropa cómoda y abrigada porque realmente hacía mucho frío. Me coloqué unas botas hasta la rodilla color café, un pantalón azul claro, un suéter blanco y un abrigo del mismo color de mis botas.

Bajé nuevamente al comedor y allí solamente se encontraba Freen probando la ensalada. Mis pies fallaron al ver como estaba vestida: unos botines negros, un pantalón negro, una blusa azul total, una chaqueta de cuero negra y por último una bufanda café claro.

-¿Estás robando? _pregunté riendo al ver como saltaba del susto.

-¿Quieres matarme de un susto? _susurró con una sonrisa.

-Eso te ganas por robar la cena. _susurré igualmente escuchando su risa encantadora.

-Se ve deliciosa, Beck. ¡No me pude resistir! _se defendió encogiéndose de hombros.

Volví a soltar una carcajada perdiéndome unos segundos en sus hermosos y brillantes ojos. Freen también se me quedó mirando mientras se acercaba poco a poco.

Era la primera vez que estábamos juntas desde el baile de invierno y sentí mi corazón acelerarse más de lo estrictamente debido. Sus manos se aferraron a mi cintura y sus ojos miraron hacia arriba junto a los míos.

-Muérdago... _susurró volviendo a conectar nuestros ojos, sus labios ahora rozaban los míos.

Justo cuando cerré mis ojos para sentir nuevamente sus labios, escuchamos varios pasos y Freen con un gruñido se alejó de mi.

-¡Hora de la cena, familia! _celebró Baitoey echando su cabello para atrás como siempre acostumbra.

-Espero que no hayan empezado sin nosotros. _Irin nos señaló con advertencia y una sonrisa.