Capítulo 13

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— ¡¡ROIER!! — Gritaba Cellbit

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— ¡¡ROIER!! — Gritaba Cellbit.

Lágrimas caían por su rostro. Tragó en seco por lo que podría pasar y no sentía sus piernas de tanto correr, olfateaba el aire completamente nervioso, olía el olor de Roier, no estaba lejos, quería sentirlo en sus brazos otra vez, ¿Era tanto pedir? A pesar de que solo habían pasado horas desde que lo perdió, el pensar que lo mataría lo hacía odiarse.

— ¡Roier! Por favor... — Sollozó cuando por fin lo vio de espaldas, caminando como un zombie, con su piel pálida y soltando pequeños susurros que no se entendían. — ¡¡Roier!! — Lo sostuvo del brazo volteando su cuerpo. 

Los dos ojos de Roier estaban completamente dilatados, apenas se veía su ojo en rojo. Su rostro y cabello estaban mojados debido al sudor y su cuerpo temblaba demasiado, Cellbit tragó saliva acercando su mano al cachete del contrario quien enseguida sacó sus colmillos en alerta y el khajiita no pudo evitar soltarlo debido al susto, pero enseguida volvió a alzar sus manos con delicadeza intentando calmarlo como las otras veces. La mirada negra de la araña observaba sus manos vacías sin ningún tipo de arma, olfateó el aire y sus ojos lo miraron curioso. Cellbit sonrió levemente rozando sus dedos en los cachetes de su pareja.

Este mismo gruñó alterado al centrar su vista en sus orejas gatunas y no dudo en intentar atacarlo pero una luz violeta lo detuvo. Cellbit sintió como su corazón se exprimía al ver como Roier chillaba de dolor ante el ardor que la luz provocó en sus ojos.

— ¡No, no! Quédate quieto Roier. — Murmuró Cellbit al ver como su pareja aumentaba su tamaño en alerta intentando correr de esa luz, chocándose con los árboles y arbustos. — ¡Roier, calma!

Intentó acercarse a él, sin embargo el cuerpo de la araña se movió asustado golpeando sin querer con su tamaño el cuerpo del khajiita quien se quejó ante la pequeña herida provocada por las puntiagudas manos del contrario, ¿Quién rayos provocaba esa luz violeta? Poco le importaba, le importaba más el hecho de que su pareja no sabía a dónde dirigirse, era como si se hubiera quedado temporalmente ciego.

— Meu amor.... — Susurró con tristeza ganándose un chillido confundido de Roier quién inmediatamente olfateo el aire afilando sus ojos y desapareciendo de la vista de Cellbit. — ¡¡ROIER!! ¡No-.! —

Pero lo perdió. Sus ojos se afilaron sintiendo el olor a sangre, con horror volteo su rostro viendo una gran telaraña llena de sangre y suciedad, ¿Por qué no lo había notado? ¿Era porque estaba entretenido en intentar que Roier no fuera a su pueblo? Tal vez era por eso que sus sentidos solo se centraron en su pareja, ¿O era por la marca? No lo sabía... pero la telaraña estaba demasiado cerca de su gente, por lo cual Roier estaba MUY cerca.

Bajo sus orejas y empezó a correr con velocidad siguiendo el aroma de su pareja. Notó que cada vez que se alejaba más se abría un gran camino con árboles destruidos, ¿Había aumentado su tamaño? Lo más probable era que si, seguía el olor de su amado a la lejanía, no estaba lejos. No pudo evitar soltar un fuerte jadeo de sorpresa al ver a los khajiita corriendo y algunos heridos. La luz de la luna alumbraba en carmesí con fuerza mostrando las pocas casas estaban destruidas, y sabía de quién se trataba.

-𝐄𝐥 𝐝𝐢𝐬𝐩𝐚𝐫𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐚𝐭ó 𝐚 𝐥𝐚 𝐛𝐞𝐬𝐭𝐢𝐚.-  𝙶𝚞𝚊𝚙𝚘𝚍𝚞𝚘.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora