-Cassandraline, tienes que comer, no puedes seguir así.-replicó mi madre cuando rechacé el plato que ella había preparado. Rodé los ojos mientras me levantaba de la mesa, la situación era muy abrumadora. Sentía que exageraban su preocupación por mí.-No queremos que sigas pasando hambre así. Tienes que...
-Lisse, déjala.-escuché decir a papá cuando me calcé las zapatillas y tiré del abrigo que colgaba en el perchero. No alcancé a escuchar lo que mamá me decía y lo que papá le decía a ella, tampoco estaba muy receptiva aquellos días. Bajé hasta el parque que había en frente de su casa y me senté en el primer banco que alcancé, las temperaturas de invierno ya eran mucho más notables que hace unos días.
Al menos ahora no llovía.
Suspiré pasándome la mano por el cuello, el cansancio se me estaba acumulando ahí. No sabía si era el no dormir, el no comer, el hablar poco, la verdad es que podía ser cualquier cosa. La pena inclusive. Ni siquiera me di cuenta de que tenía un fuerte nudo en la garganta y los ojos con una fina capa de agua salada que amenazaba con salir.
Miré el anillo en mi mano y noté como dos gotas cayeron en mi mano mientras sonreía ligeramente mirando la joya en esta. Kai había respetado mi petición de tiempo y en realidad no sé si lo agradecía o no, no verlo me estaba matando tanto como si lo estuviera viendo, recordar que no me dijo algo tan importante me enfadaba y si pensaba que culpé a otro de la muerte de Alex, incluso me enfadaba con ellos dos.
Alguien se sentó a mi lado y solo con el aroma que desprendía no me hizo falta saber quién era.
-Perdón, pero yo no puedo seguir sin verte, CJ.-se quejó cuando lo miré, se veía algo menos cuidado de lo habitual, tenía el pelo despeinado y teñido de nuevo en negro, la barba rebelde se hacía presente en su cara, y tenía algunas ojeras en la cara que me decían que no había dormido bien. Dejé caer mi cabeza en su hombro y acaricié el anillo en mi mano.- Ha sido una semana jodida sin ti, caramelito.
-Sí que lo ha sido.-confesé cerrando los ojos, inhalé aquel aroma tan familiar que tanto echaba de menos y noté como su mano entrelazaba la mía. Solo aquello era la prueba de que no podía vivir sin él, en ese momento la paz me invadió y no pensé en nada más.
-¿Y vas a terminar con esta tortura?- preguntó dejando un beso a un lado de mi cabeza y apoyando la suya sobre la mía. No podía verlo, pero sabía que sonreía ligeramente. Levanté la cabeza y lo miré, realmente quería terminar con aquello, pero algo dentro de mí no me dejaba. No sin saber algunas cosas antes y perdonarme por cosas que pasaron después de la supuesta muerte de Alex.
-No estoy segura, Kai.-dije ladeando la cabeza.-Tengo miedo de no fiarme de ti.-lo aclaré cuando levantó una ceja curioso.
-Любовь уничтожает смерть и превращает ее в пустой призрак; она делает жизнь бессмысленной и осмысленной, а страдания превращает в счастье.-dijo en ruso haciendo que sonriera. Era una cita de algún libro y la soltó sin dejar de mirarme, tratando de convencerme quizás.
"El amor destruye a la muerte y la convierte en un espectro vacío; hace que la vida deje de carecer de sentido y se convierta en algo significativo, y convierte la miseria en felicidad."
-¿De quién es eso?-pregunté despacio haciendo que mirase al frente unos momentos antes de volver a mirarme.
-Lo dijo Lev Tolstói en el Círculo de la Lectura, fue uno de los títulos, pero la obra original se llama Calendario de sabiduría y el punto; es que creo que tiene toda la razón. - comentó mientras acariciaba mi mano con su dedo pulgar.- CJ mi vida tiene sentido gracias a ti, sin ti; yo estoy perdido. Sin ti mi felicidad, se convertirá en miseria.
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🆆︎🅰︎🅽︎🆃︎🅴︎🅳︎ (𝙇𝙄𝘽𝙍𝙊 𝙄 𝙮 𝙄𝙄)
ActionCassandraline Janahaussen McReynoldfield Thompson, para acortar CJ McReynoldfield y para acortar más: CJ. Es la jefa de la brigada antinarco tráfico. Con 25 años ha sido ya condecorada 3 veces, experta en 7 lenguas extranjeras, ex militar francotira...