-¿Eres policía?- preguntó Lucas curioso mientras Kai se llevaba a Alexei. Kai le echó una mirada fea a Lucas y rodó los ojos antes de irse. Fruncí el ceño, pero enseguida miré a Lucas.
-No, es que me ha dado por detener a alguien por diversión, a ver qué sentía un policía.-aseguré sarcástica. Lucas negó mirando en dirección de Alexei. Como parecia ensimismado decidí aclararlo.- Sí, Lucas. Soy poli.
-¿Qué es lo que ha hecho?- preguntó señalando a Alexei con la cabeza.
-Por cuestiones de su privacidad, la confidencialidad y todas esas mierdas, no puedo decir mucho, pero en pocas palabras se le acusa de no hacer cosas muy buenas que digamos y por haberme agredido.- expliqué sin entrar en mucho detalle. Su cara cambió a la preocupación total, palideció de inmediato al escuchar lo último.- Deberías cambiar de amigos.
-¿Te ha hecho daño?- preguntó preocupado, haciendo que sonriera, buscó algún atisbo de dolor en mi cara, algo que le indicase que me dolía algo. Pasó su mano por mi brazo y lo detuve antes de que llegara a donde había agarrado Alexei antes.
-Lucas, estoy bien.- aseguré mirándolo y cogiéndole de las dos manos. Él me miró suspicaz, cuando comprobó que le estaba diciendo la verdad, enarcó una ceja.
-¿Porqué no me habías dicho que eras poli?- preguntó curioso. Me quité el pinganillo y lo apagué. Ya había terminado mi turno por hoy. Él abrió los ojos al ver el pinganillo.-¿Cuánta gente nos ha escuchado durante la cena?
-No mucha, solo mi brigada.- dije al mismo tiempo que abrió los ojos sorprendido.- No dirán nada, soy la jefa.- tranquilicé divertida al ver su cara de horror. Él me miró entrecerrando los ojos.- No me mires así, no es culpa mía que cuando pases por delante de comisaría para ir a la clínica, no te de por girarte. En una de esas, me habrías visto entrar.
Asintió concordando conmigo y ladeó la cabeza.
-¿Vuelves a casa?-preguntó sonriendo.
Qué sonrisa tan bonita tiene.
-No, tengo que ir a empapelar a ese tío y probablemente a interrogarlo.- aseguré sonriendo y pasándome la mano por la cabeza por el cansancio. Lucas colocó ambas manos en mis hombros dándome un pequeño masaje, aliviando así por lo menos la tensión acumulada en ellos.
-Sigo sin poder creerme que seas poli.- susurró por lo bajo, bastante cerca de mi oído.- Luchas contra los malos.
Sonreí ante lo adorable que era su comentario, me separé dándole un beso en su mejilla y le hice un gesto con la mano.
-Vete ya, vuelvo con los chicos y cuando llegue a casa te dejo un mensaje.- dije haciendo que negara. Me miró de lo más indignado como si la opción que le había dado le pareciese horrible.
-Me voy contigo y espero a que termines.- propuso caminando conmigo hacia la furgoneta.
-Lucas mañana trabajas y yo salgo tarde, ni siquiera sé a qué hora.- le expliqué mientras llegábamos.- Vete a casa y avísame cuando ya estés. Algún que otro paciente tuyo me mataría si supiera que te desvelas por mí.- bromeé haciendo que sonriese divertido.
-Voy a tomarte la palabra porque tienes razón, pero avísame tú también cuando estés en casa.- pidió haciendo que asintiese sonriendo. Se me acercó para dejar un beso en la comisura de mis labios, posando una de sus manos en mi cintura y la otra en mi brazo.- CJ, llevo pensando en esto desde hace algún tiempo y me gustaría que empezáramos a salir.- susurró mirándome a los ojos.
Quería decirle que sí, el tipo no estaba mal y me gustaba él y su forma de ser. No me estaba pidiendo que fuera su novia ni su esposa, me estaba pidiendo que intentáramos algo. Algo me hizo querer decirle que sí, pero otro algo me lo impedía.
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🆆︎🅰︎🅽︎🆃︎🅴︎🅳︎ (𝙇𝙄𝘽𝙍𝙊 𝙄 𝙮 𝙄𝙄)
AçãoCassandraline Janahaussen McReynoldfield Thompson, para acortar CJ McReynoldfield y para acortar más: CJ. Es la jefa de la brigada antinarco tráfico. Con 25 años ha sido ya condecorada 3 veces, experta en 7 lenguas extranjeras, ex militar francotira...