Capítulo 2: Felizmente casados, nuestro primer mes juntos.

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De nuevo declaro que los personajes no me pertenecen y que como es de público conocimiento son del gran y genial maestro mangaka Tite Kubo. La historia narrada aquí sí, ya que es un fan fic sin fines de lucro y hecho con mucho amor.

Dicho esto te invito a leer.


Estaban por cumplir un mes de casados y Orihime no podía entender que le estaba sucediendo a su esposo, puesto que a pesar de que ella estaba poniendo absolutamente todo lo que tenía por mantener ese matrimonio en pie, su marido parecía estar cada vez más lejos de ella. Él solo vivía para su trabajo, casi no se hablaban, ella comprendía que su manera de cocinar era un poco particular, pero eso a Ichigo nunca le había importado, desde que se pusieron de novio él siempre comió sin protestar todo lo que ella le hacía. Sin embargo, desde que vivían juntos como un matrimonio parecía que el paladar del shinigami se había vuelto demasiado exquisito porque la hora del almuerzo y de la cena parecía una batalla campal, en una ocasión que fue la que la impulsó a tomar clases de cocina, hasta tiro el plato recién servido al suelo y no conforme con eso tiró todo lo que ella había cocinado en la basura, luego se fue maldiciendo mientras daba un portazo al marcharse. Por supuesto ese día ninguno de los dos pudo comer nada y ella con el corazón destrozado y el ánimo por los suelos se quedó llorando mientras limpiaba todo el desastre. Cada día que pasaba era más difícil para la chica entablar una conversación sin recibir una respuesta dura o llena de sarcasmo, que lo único que conseguían era romperle cada vez más el corazón, tampoco se atrevía a contarle a nadie lo que estaba viviendo. Su mejor amiga se encontraba en la capital y Ruquia a pesar de que a veces solía venir a visitarlos, ella no se atrevía a decirle lo que Ichigo le estaba haciendo, sobre todo cuando él frente a los demás fingía preocuparse por ella, la tomaba de las manos y le hablaba con palabras tiernas, ¿Quién le creería que cuando estaban a solas él se comportaba con ella como un auténtico patán? Eso sin mencionar que a los ojos de los shinigamis Ichigo era un héroe que hasta pudo convertirse en su rey espiritual. En su desesperación Orihime llego a pensar que su marido la estaba castigando por algo y en el fondo quería saber qué delito había cometido para ofenderlo tanto, pero él simplemente no le decía nada. Realmente ella no lo entendía, mientras estaban juntos en la casa la ignoraba, pero cuando estaban separados la llamaba con algún pretexto tonto para terminar preguntándole dónde estaba y que estaba haciendo, si estaba sola o acompañada. Él podía llegar a cualquier hora, sin embargo ella no podía demorarse un minuto o él salía buscarla, hacer horas extras en el trabajo, así como estaba Ichigo de controlador le era imposible. Por ejemplo esa noche no sabía la manera de explicarle que debería quedarse fuera de su horario habitual porque tenía que ayudar a su patrona con un pedido muy importante y la gente no dejaba de entrar al negocio. Con el corazón en un hilo y preparándose mentalmente para la respuesta de su esposo lo llamo para darle la noticia, luego de suspirar varias veces para darse el valor que faltaba marcó el número de su marido y rogó porque tan solo esa vez estuviera de buen humor.

_ Hola Ichigo.

_ ¿Orihime? Estoy ocupado ahora, no puedo atenderte.- Una voz helada que invitaría a cualquiera a guardar silencio le respondió, pero como ella se había acostumbrada a oírla siguió con su mensaje.

_ Seré breve, yo solo llamo para avisarte que hoy debo quedarme después de hora para ayudar a mi jefa.

Ahora la voz del hombre había cambiado de fría a tenebrosa cuando le respondió:

_ ¿Dónde estás?- sin embargo ella guardó su miedo para después y siguió con su explicación.

_ Es que mi jefa acaba de recibir un pedido muy importante, por eso me pidió que le ayude.- prosiguió la chica, mientras se mordía el labio inferior por los nervios.

NUESTRO FELIZ MATRIMONIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora