Capítulo 26: Señora Kurozaki.

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Hola querida gente lectora, antes de adentrarnos en la lectura del capítulo 26 les anuncio como siempre que los personajes de este fic no me pertenecen, pues son del genial Tite Kubo, yo solo cuento esta historia con amor y respeto para los amantes del Ichihime y de Bleach.

A los nuevos lectores, humildemente les pido que se suscriban a mi cuenta ya que aparte de este fic iré subiendo nuevas historias, es decir novelas, asique los espero en ellas también. Sin más para decir ahora sí los invito a leer este capítulo.

Capítulo 26: Señora Kurozaki.

Orihime fue dada de alta por la mañana bien temprano y desde ese momento se fue a vivir con Ichigo, en realidad ella quería regresar a su casa, pero no se atrevió a contradecir al hombre que a primera hora de ese día había llegado para buscarla, en especial porque él todavía estaba demasiado furioso por todo lo ocurrido con Nnoitra a causa de su hermano Stark, al cual consideraba un irresponsable por haber arriesgado de esa manera la vida de todos sus familiares, aunque lo que más le molestaba al shinigami era que haya puesto en peligro la vida de Orihime. Ichigo casi enloqueció cuando supo lo que estaba sucediendo, peor aún, lo que pudo haber sucedido si esa noche él no llegaba a tiempo, por suerte ahora que ella había decidido mudarse con él, finalmente la calma volvió a su abatida alma, esto solo hizo que se jurara así mismo que nunca más volvería a perderla, esa mujer en lo que a él respectaba jamás se iría de su lado, sin importar lo que tuviera que hacer para retenerla y su hueco apoyaba totalmente esa moción de su rey, él vivió un infierno sin ella, ahora que la había recuperado no le quitaría los ojos de encima, pues Orihime era su sol.

El viaje desde la clínica hasta su nueva residencia fue hecho en completo silencio, aun así cuando ella miró de reojo al hombre que iba sentado a su lado para no ser descubierta por él, pudo notar que estaba relajado, a diferencia de antes que lucía con el ceño fruncido, ahora estaba contento y hasta juraría que tenía una sonrisa dibujada en el rostro. Luego de unos veinte minutos de viaje, llegaron a una mansión enorme, al bajarse del auto varios empleados salieron a su encuentro, saludando con respeto a la pareja recién llegada, pues sabían que la mujer que acompañaba a su jefe era su esposa perdida a la que él llevaba años buscando, en el fondo se sentían felices, pues apreciaban mucho a su señor, se había ganado el cariño y respeto de todos sus subordinados por ser un jefe justo y cuidadoso de ellos, así que ahora solo estaba cosechando el resultado de su siembra.

Una vez que entraron a la sala de la mansión, Ichigo presentó formalmente a su esposa a todos los empleados, la casa contaba con dos empleadas para las tareas de limpieza, un jardinero, el ama de llaves, un cocinero y un chofer aparte de los guardias de seguridad. Si bien al principio a Ichigo no le gustaba para nada la idea de tener tanta gente a su servicio, todo eso había sido idea de Barragán, así como la elección del personal, el viejo no sabía de qué manera agradecerle al muchacho por haberlo salvado de una muerte atroz en manos de los crueles asesinos contratados por su hijastro y por eso le regaló esa mansión, cediéndole a los empleados de su máxima confianza para que le sirvieran.

_ ¡Bienvenido señor Kurozaki!- dijeron todos los empleados al verlos entrar.

Aprovechando que todo el personal estaba reunido en la sala, incluso el jefe de seguridad, Ichigo les dijo:

_ Hace apenas unos días atrás les presente a mi hijo Kazui, ahora les presento a mi esposa, ella es Orihime Inohue, la señora de esta casa. A ella deben servirla y respetarla como si fuera yo o mejor aún.

_ ¡Bienvenida señora Kurozaqui!- se apresuraron en responder todos y luego se acercaron a saludarla de manera particular, ellos más que nadie habían sido testigo del fervor con el que Ichigo había buscado a su mujer, así como de las veces en las que en silencio lloró al no poder dar con su paradero, incluso solía ser un tema recurrente en los pasillos o la cocina de la enorme y solitaria mansión, esa que solo demostraba tener vida cuando llegaban de visita las hermanas de Ichigo. Por eso ahora compartían la alegría de su jefe al encontrar a su esposa, pensaban que ya era tiempo de que un alma buena como lo era su patrón encontrara finalmente a su familia.

NUESTRO FELIZ MATRIMONIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora