La segunda parte de: Mi Amada Rosa Negra
¡Hay vampiros en Beacon Hills!
El pueblo dominado por criaturas de la luna es invadido por una nueva especie peligrosa. Despiadados chupasangres.
Stiles Stilinski estaba logrando todas las cosas que se había...
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POV: Violeta Parrish Martin
Me siento en la cafetería de la escuela, mi mesa.
Me siento en la misma mesa desde siempre, Harper dice que es un poco controlador de mi parte o algo así. Como si me hiciera sentir bajo control con mi vida al poder escoger el mismo lugar todo el tiempo. Se que quiere ser buena amiga y por lo mismo se encargó de amenazar a todo el mundo para que esta mesa sea solo mía.
Soy la primera de mis amigos en llegar a la mesa.
Ha sido un fin de semana tranquilo, piscina, campo, pijamadas y películas.
Esperaría que después de algo tranquilo viniera la tormenta. pues no, es lunes, son las 2 de la tarde y todo marcha bien.
Los chicos van llegando de a uno.
Cuando todo estamos tranquilos llega Eli corriendo
—Los busqué toda la mañana— Dice Eli agitado sentándose a mi lado.
—Eli— Dice Harper en un suspiro— Basta, se que probablemente vengas con otro plan ingenioso que fallará épicamente, ya me estoy cans...
—Lo mataron— Dice eli callando de golpe a Harper—Al entrenador de Lacrosse, escuche a mis papás hablarlo con Parker esta mañana, se murió
—No es posible— digo frunciendo el ceño— mi mamá me habría dicho, es la directora.
—Es que quieren mantenerlo confidencial
—¿Qué pasa, nerdos?— Aparecen Elena y Becky con unas bandejas de comida. Las miramos raro
—¿Qué hacen aquí?— pregunto
—¿no podemos sentarnos?— dice becky sentándose de todas formas— acaso son populares y no podemos sentarnos porque no somos dignas
—no, hablo de que no son estudiantes
—bueno, las escuelas pueblerinas no suelen tener mucha seguridad— dice Elena mordiendo una pera
El coach está muerto, no tiene sentido.
Hasta el momento las víctimas eran solamente criminales, hombres malos y el coach definitivamente no encaja en el perfil.
¡Dios! Claro que el coach no era un hombre malo, bueno hay que admitir que si, era un señor bastante gritón pero ¿criminal?
el jamás me gritaba a mi, jamás. y era literalmente el único maestro que no me trataba distinto por ser hija de la directora, me regañaba cuando debía, me aconsejaba cuando podía y entable varias conversaciones divertidas con él sobre el clima, el deporte o incluso los libros que leíamos en común, como ese dia después de clase que me descubrió leyendo Eclipse de Stephenie Meyer y me dijo que era secretamente un gran fan de la saga y que era super team Edward.
