La segunda parte de: Mi Amada Rosa Negra
¡Hay vampiros en Beacon Hills!
El pueblo dominado por criaturas de la luna es invadido por una nueva especie peligrosa. Despiadados chupasangres.
Stiles Stilinski estaba logrando todas las cosas que se había...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
MARATON 2/2
—No, yo si tengo un plan.— digo amarrándome las botas negras.— lo que pasa es que a ti no te gusta.
—Stiles, hacer cosas como esta hace que la gente cambie— vuelve a insistir Derek.
—que te roben a tu hija hace que la gente cambie.— digo poniéndome de pie. rodeo la cama buscando mi pistola.— Mi salud mental o física es lo último que me interesa ahora mismo, Derek.
—No quiero que hagas cosas malas
—Yo no haré el trabajo sucio— digo enganchando el arma en mi pantalón. Me subo la cremallera de la chaqueta de cuero
—¿me vas a pedir que lo haga? haré lo que me pidas pero quiero que pienses bien en...
—No, tú te quedarás aquí a cuidar al hijo que aún está a salvo.— digo guardando las esposas en mi bolsillo.
—¿que? no, yo voy contigo
—Eli te va a necesitar aquí
—Eli va a estar bien
—y yo también
—Stiles déjame acompañarte, Stilinski siempre tendrá a Hale que lo acompañe.— dice Derek poniéndose frente a mi
—no te pongas cursi ahora
—no vayas solo— acuna mi rostro en sus manos, cierro los ojos ante el tacto
—en eso tienes razón, necesito a Hale conmigo.— abro los ojos para mirarlo
—no se hable mas, iré contigo
—no
—pero tu dijiste...
—se lo que dije— sonrío dando un paso atrás— es por eso que los llame a ellos.
digo caminando hacia las escaleras. bajo al segundo piso.
Derek me persigue de cerca.
—¿a quién llamaste?— exige saber Derek
Kira con ayuda de Parrish están sanando las heridas de Parker. El ya está consciente pero le duele todo.
la puerta se abre de par en par. Entra Peter con determinación y se agacha frente a Parker. Cora viene detrás y también va directo hacia Parker.
—¿Quién te hizo esto?— pregunta Peter mirando todas las heridas sobre la pálida piel de mi asistente.—déjame ayudar
Parker no despega la mirada de la pared
—estoy bien.— sé que se siente imponente. cuando me ve parado ahí su expresión cambia.— Jefe, perdón. Juro que intenté que no se la llevaran, peleé con todas mis fuerzas...
