Capitulo uno.

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Clark empuja la puerta de la oficina de Kara con una determinación helada en su mirada. Su presencia llena la habitación, su silueta imponente recortada contra la luz del pasillo. El aire se carga de tensión mientras Kara se enfrenta a su mirada desafiante.

-¿Tuviste algo que ver en la ruina económica de mi familia, Kara?- La voz de Clark resuena con una mezcla de dolor y furia contenida.

Kara mantiene una expresión imperturbable, sin mostrar ninguna emoción en su rostro. Sus ojos se encuentran con los de Clark, desafiante y segura de sí misma. Con parsimonia, alza su copa de vino y da un sorbo, disfrutando del sabor enigmático antes de responder.

-Clark, tus acusaciones son infundadas y carecen de fundamento. - Responde Kara en tono sereno, aunque su voz está cargada de una sutil ironía. -No tengo ninguna responsabilidad en la quiebra económica de tu familia. Las circunstancias pueden ser difíciles, pero no soy la causa de tus desgracias.-

El rostro de Clark se tensa aún más, sus ojos brillan con un fuego interior. Las preguntas siguen brotando de sus labios, una tras otra, como cuchillos afilados en el aire.

-¿Fuiste tú la causante de la muerte de mis padres? ¿Por qué te niegas a ser mi mujer?- La voz de Clark se quiebra levemente, mostrando la vulnerabilidad oculta tras su fachada de dureza.

Kara no muestra ninguna señal de debilidad. Sostiene la mirada de Clark con una calma inquebrantable, su postura erguida y segura. Sus labios se curvan en una sonrisa misteriosa antes de responder con voz firme.

-Clark, lamento profundamente la pérdida de tus padres, pero no tengo ninguna culpa en su partida. No puedo controlar las circunstancias de la vida. Respecto a ser tu mujer, no es una decisión que pueda tomar a la ligera. Hay muchas variables en juego y necesito tiempo para reflexionar y entender mis propios sentimientos.-

La furia en los ojos de Clark se intensifica. Siente una oleada de ira que lo consume y, sin poder contenerse, comienza a destrozar la habitación. Lanza objetos al suelo, voltea mesas y rompe cuadros en su desesperación por obtener respuestas.

Mientras tanto, Kara permanece serena y estoica. Observa la destrucción con una calma inquebrantable, sin moverse ni mostrar ninguna señal de temor. Termina su copa de vino y toma un bocado de un bocadillo que se encuentra sobre su escritorio, como si estuviera disfrutando de un tranquilo momento de reflexión en medio del caos.

Después de un rato, Clark se detiene agotado, su respiración agitada y su rostro empapado en sudor. Kara lo mira con una mirada impasible y, en tono calmo, rompe el silencio.

-¿Has acabado, Clark? Porque si es así, debes irte. Tengo una reunión con Lena Luthor y tú no vas a ser la razón por la que llegue tarde. No eres tan importante como para interrumpir mi agenda.-

Las palabras de Kara caen como una ducha fría sobre Clark. Su expresión se transforma de ira a incredulidad mientras procesa lo que acaba de escuchar. Sin embargo necesita preguntar, solo una pregunta más.

-¿Quién es ese hombre que evita que tengas que cumplir tu actividad como esposa? - Las palabras salen de los labios de Clark con una amargura palpable.

Kara suelta una risa irónica, su mirada se llena de desafío. -Clark, no hay ningún hombre que me impida cumplir mi actividad como esposa. Mi vida personal es mi asunto y no tienes derecho a interferir en ella. No necesito un hombre para definir mi valía o mi felicidad.-

El silencio se adueña de la habitación mientras las palabras de Kara cuelgan en el aire. Clark se queda sin palabras, sus emociones en conflicto. La confrontación ha dejado una grieta entre ellos, una brecha aún más grande que ya las existenciales. Sin decir una palabra más, Clark se da la vuelta y abandona la oficina, dejando a Kara en su serena soledad.

Lena Luthor, una mujer de ojos verdes penetrantes, cabello azabache y piel pálida, entra a la habitación minutos después. Un ligero destello de satisfacción cruza su mirada al observar el desorden reinante en la habitación. Con movimientos precisos y elegantes, se acerca a Kara, quien contempla serenamente la ciudad a través de la ventana de piso a techo.

Sin pronunciar una palabra, Lena rodea a Kara con sus brazos desde atrás, ejerciendo un suave pero decidido dominio sobre ella, y deposita un beso delicado en su nuca. Kara experimenta un leve estremecimiento, pero mantiene su atención en la vista que se despliega ante sus ojos. Ambas mujeres comparten un momento de conexión silenciosa, sumergidas en la serenidad que emana del panorama urbano.

Aprovechando la privacidad que brinda la puerta cerrada, Lena se permite expresar libremente sus sentimientos. En un susurro apenas audible, pronuncia las palabras - Mi amor - en italiano, consciente de que solo Kara puede escucharlas. Este gesto íntimo refleja el profundo vínculo que comparten.

Kara se voltea hacia Lena, sus ojos se encuentran y una chispa de complicidad y amor se despliega entre ellas. Sin necesidad de palabras, se comprenden mutuamente. En ese instante, el caos reinante en la habitación pierde toda relevancia, pues lo único que importa es el amor que comparten y la fortaleza que encuentran en su unión.

La puerta cerrada y la panorámica de la ciudad actúan como testigos silenciosos de su conexión, mientras Lena y Kara permanecen abrazadas, deleitándose en el momento de intimidad que han creado juntas.

Después de unos minutos en silencio, Kara rompe el mutismo y mira a Lena con curiosidad. -¿Vino tu esposo contigo?- pregunta, buscando aclarar la situación.

Lena frunce ligeramente el ceño ante la interrupción de la serenidad que había envuelto la habitación. Sus ojos verdes, llenos de determinación, se clavan en los de Kara. - ¿Aún sigues siendo celosa conmigo?- responde con un tono de voz firme pero calmado.

Kara se siente momentáneamente incómoda por la pregunta directa de Lena. Tras unos instantes de reflexión, su expresión se suaviza y sus labios se curvan en una ligera sonrisa. - No, él no importa. Nosotras si, puede ser tu esposo pero tú eres mi mujer.- responde Kara con sinceridad.

Lena asiente con una mezcla de alivio y satisfacción. Se acerca a Kara y toma su mano suavemente. - Todo ya está en su lugar, podremos irnos.- Anuncia la azabache con gran alivio. -

-¿Clark y James?

-Los eliminaremos, ya no son útiles.

La más pequeña luego de oírlo la abraza con gran entusiasmo, para luego ponerse en puntillas y decir en voz baja cerca del oído de la mayor.

-Al fin podré devolver cada golpe que él te ha dado los últimos años.-

Rivales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora