Capitulo catorce.

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Narración de Lena.

No tenía fuerzas, ganas ni deseos de levantarme de la cama. Me sentía triste, cansada y perdida, sumida en un estado de confusión. Había conservado todas las revistas desde lo ocurrido, las había leído una por una, cada página, y ese sentimiento de insatisfacción y pesar se había apoderado de mí. ¿Qué estaba pasando? La vi entrar en la habitación, quitarse los tacones y meterse en mi cama. Me abrazó con fuerza, su calor envolvió mi cuerpo. No podía ser un monstruo si me amaba. ¿Verdad?

Acarició mi piel desnuda y húmeda por la reciente ducha.

Kara: Eres tan hermosa, y eres mía. - Besó mi cuello mientras se colocaba sobre mí. - ¿Lo deseas? - Preguntó con delicadeza.

Kara, mi vida. Mi rubia de ojos marítimos, tan azules que podría perderme en ellos cada día hasta mi último suspiro.

Kara: ¿Estás bien? - Acarició mi mejilla. - ¿Te duele algo?

Lena: Me duele el corazón. - Confesé, y su rostro reflejó una mezcla de todas las ideas que pasaban por su mente. Debía ser más clara antes de alarmarla aún más. - Creo que he tenido una dolorosa revelación sobre todo esto, y no sé cómo manejarlo.

Kara: ¿Es por esas revistas?

Lena: Por todo. - Ella me abrazó y me giró hacia ella. Nuestros cuerpos se encontraban entrelazados, y ella lo acariciaba con ternura, de manera natural. - Somos asesinas.

Kara: No, somos inocentes. Nunca elegimos esto. - Tomó mi mentón. - Nunca.

Lena: ¿Cambia algo eso?

Kara: Por supuesto, además de que no sirve de nada arrepentirse de algo que nunca fue nuestra responsabilidad, Lena. Él se lo merecía, ambos.

Lena: Tú no te arrepientes. - Afirmé.

Kara: Jamás me arrepiento de mis acciones. Esto ha sido lo mejor. Estoy segura, y nada hará que esa seguridad desaparezca.

Lena: Clark sigue vivo.

Kara: No por mucho tiempo.

Lena: Por favor, no manches tus manos.

Kara: Jamás lo haría. No podría tocar este cuerpo con manos manchadas de sangre.

Lena: ¿Cómo no te causa repulsión? Él lo hizo tantas veces.

Kara: Él te forzó. - Se tensa. - Para mí, tú perdiste esa virginidad conmigo, no con él. Y espero que creas lo mismo, o me lastimaría.

Lena: ¿Por qué?

Kara: Hice que fuera especial, hermoso. - Me abraza aún más. - Hice todo eso con la mayor delicadeza posible, para ti, para ambas. Y por eso, no quiero que pienses en esa realidad. Es solo un mal recuerdo. La verdad es la que nosotros elegimos, la que deseamos.

Lena: Te amo, Kara. - Beso sus labios. - Te amo, te amo. - Escucho su risa tierna. - Kara.

Kara: Mi señora.

Lena: ¿Tú no hiciste que él viniera hacia nosotras, verdad?

Kara: No, no lo hice. Si lo hubiera sabido, habría elegido otro escenario. Uno que no te hubiera lastimado.

Lena: Aún duele. - Confiesa.

Kara: Haré que ese dolor desaparezca. Te haré feliz, inmensamente feliz, y tendremos todo, Lena. Todo y más de lo que merecemos. Es una promesa.

Lena: ¿Me amas?

Kara: Te amo.

Lena: ¿Kara?

Kara: Humm.

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