Capitulo veinte.

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Las horas se arrastraban lentamente en la sala de espera, cada tic-tac del reloj parecía un eco siniestro que resonaba en el silencio. La familia Danvers, a pesar de no compartir lazos de sangre con Kara, se había reunido en un acto de lealtad y amor incondicional hacia quien consideraban una hija.

La noche cayó y con ella llegó la noticia que Kara tanto ansiaba: Lena estaba viva. La operación había sido un éxito y habían logrado salvar al bebé, aunque su estado era delicado y crítico debido a su prematuridad. La pequeña, una niña, luchaba con todas sus fuerzas, demostrando una resistencia y una voluntad de vivir que conmovía a todos en el hospital.

Alex convenció a Kara para que volviera a casa, a pesar de la resistencia inicial de esta. Al llegar a la habitación matrimonial, la vista de la cama manchada de sangre y sus propias prendas cubiertas del mismo color carmesí la golpeó como olas en la arena. Los recuerdos de momentos felices compartidos con Lena se mezclaban con el miedo y el terror de perderla. Se derrumbó, desconsolada, sintiendo que el mundo se desmoronaba a su alrededor.

Sin embargo, a pesar del miedo y la desesperación, Kara se mantuvo firme en su decisión. De rodillas, mirando hacia arriba, afirmó que no se arrepentía de nada de lo que había hecho. Proclamó su inocencia y su derecho a la felicidad, argumentando que tanto ella como Lena merecían ser felices. Rechazó la idea de que su bebé fuera un castigo y se negó a aceptar una pena tan grande.

 Rechazó la idea de que su bebé fuera un castigo y se negó a aceptar una pena tan grande

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Alex: Estoy contigo. - En ese momento, Alex entró en la habitación y, sin decir una palabra, abrazó a Kara. La ayudó a levantarse, a bañarse, a cambiar de ropa, y juntas regresaron al hospital. Al llegar, el médico les dio la noticia que tanto esperaban: Lena estaba consciente y progresando.

Habitación de Lena.

El aire en la habitación del hospital se volvió pesado y cargado de incertidumbre cuando Lena, aún débil y confundida, preguntó por su bebé. El médico, con un semblante lleno de pesar, le explicó la cruda realidad. El bebé estaba luchando, pero su supervivencia estaba ahora en manos del destino.

La noticia golpeó a Lena como un puñetazo en el estómago. ¿Por qué no habían salvado a su bebé antes que a ella? El médico, intentando mantener la calma en medio de la tormenta, le reveló la dura verdad: había sido Kara quien había tomado la decisión.

 ¿Por qué no habían salvado a su bebé antes que a ella? El médico, intentando mantener la calma en medio de la tormenta, le reveló la dura verdad: había sido Kara quien había tomado la decisión

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