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¿De quién es el bebé? 

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— ¡Empujé más fuerte!—.

Utahime casi le grita a la dueña de aquella voz, le dolía demasiado el estómago. 

¡Demasiado doloroso! Ella casi ni siquiera podía respirar bien debido al dolor que corría por su cuerpo, su vista estaba nublada y borrosa por las lágrimas que salían de la cuenca de sus ojos. 

El único consuelo que tenía era poder apretar el dorso de la mano de alguien, ella apretó tanto que incluso llegó a pensar que le habría causado una fractura.

Pero al cabo de los segundos que pasaron a ser minutos, ella gradualmente se quedó sin fuerzas.

Ya casi ni tenía las energías suficientes para gritar,con su voz ronca y garganta adolorida quería preguntar, ¿Porque tenía tanto dolor? ¿Acaso aquella maldición con la que estaba luchando la lastimó gravemente?.

— ¡Ya casi está! ¡Empujé un poco más!—.

¿Por qué seguían diciéndole esas cosas? Ella sentía que su cuerpo se iba a partir por la mitad. Ella usó las últimas fuerzas que le quedaban para rascar con sus uñas la mano que seguía sujetando.

Quizás tendría algo de culpa por la persona que estaba soportando en silenció sus quejas y no se movió a pesar de como ella apretó y rasguño.

¿Pero por qué me dolía tanto? ¿Acaso llegó su período? No, incluso en sus peores días no había experimentado tal dolor. ¿O acaso está teniendo una pesadilla? Debido a que a diario se enfrentaba a maldiciones, llegó a tener varios sueños antes en los que la cortaban o atacaban, pero en esos momentos, no sentía un dolor tan intenso como el que siento ahora.

¿Es esto siquiera un sueño? ¿Estoy todavía vivo?¡Todo esto es tan extraño!

Utahime podía sentir que algo no estaba bien, ella intento mover su pesado cuerpo de hacia un lado, pero en aquel preciso instante el dolor aún más intenso pareció caer sobre su estómago.

— ¡Ahhh-Ghh!—.

Su voz, anteriormente débil por el cansancio, resonó por el lugar debido a la creciente presión que crecía dentro de ella.

Recordó la frase de que sin dolor no hay recompensa, su mente divagaba que a cambio de aquel dolor ella debería tener una gran recompensa esperándola, deseo que terminara siendo el dinero que debía darle a Mei Mei.

Te esperaré, Nos esperaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora